La nueva vieja p¨ªldora
Tras d¨¦cadas de estancamiento en la investigaci¨®n sobre m¨¦todos anticonceptivos, en apenas dos a?os se han producido varias novedades que deben ser saludadas porque aumentan las posibilidades de elecci¨®n de las mujeres. La ¨²ltima de ellas es una p¨ªldora anticonceptiva que regula el ciclo hormonal femenino de manera que quienes la usen s¨®lo tengan cuatro menstruaciones al a?o. Desde el punto de vista de la composici¨®n y el mecanismo de actuaci¨®n, la nueva p¨ªldora, que acaba de aprobarse en Estados Unidos y se comercializar¨¢ en Espa?a hacia 2005, no supone una gran novedad sobre su antecesora, la revolucionaria p¨ªldora que apareci¨® en los a?os sesenta y permiti¨® la gran revoluci¨®n cultural que supuso poder separar la sexualidad de la reproducci¨®n. Pero aporta ventajas adicionales a tener en cuenta.
La p¨ªldora tradicional se dise?¨® de tal manera que se toma durante tres semanas y en la cuarta se descansa. En realidad se dise?¨® as¨ª porque se quiso preservar al m¨¢ximo la apariencia de un ciclo normal, cuando no lo es. Al cesar la administraci¨®n hormonal, sobreviene la regla. La nueva p¨ªldora, que se encuadra en los nuevos anticonceptivos de larga duraci¨®n, simplemente supone una adaptaci¨®n de la dosificaci¨®n de tal modo que se toma durante 84 d¨ªas seguidos y se descansa siete, con lo que se pasar¨¢ de 90 d¨ªas de descanso al a?o a s¨®lo 28. Se reduce as¨ª el periodo de riesgo de embarazo por una mala utilizaci¨®n de este m¨¦todo anticonceptivo. Esta ventaja no es balad¨ª: en Espa?a utilizan la p¨ªldora anticonceptiva el 16,5% de las mujeres en edad f¨¦rtil, seg¨²n datos de 1999, un porcentaje que representa la mitad de la media europea, que se sit¨²a en el 32%. Pero el 30% de las mujeres que toma la p¨ªldora reconoce que no lo hace correctamente. Los olvidos y las interrupciones inadecuadas colocan a estas mujeres en grave riesgo de embarazo no deseado. De hecho, un estudio reciente ha demostrado que dos de cada tres embarazos no deseados ocurren en mujeres que usan alg¨²n m¨¦todo anticonceptivo, pero no es lo bastante seguro o no lo usan correctamente.
En los foros de debate se ha criticado la nueva p¨ªldora porque supone una p¨¦rdida de identidad de un elemento muy definitorio de la condici¨®n de mujer: el hecho de tener la regla cada mes. Si bien es cierto que muchas mujeres pueden interpretar que esta novedad m¨¦dica supone un paso m¨¢s en la negaci¨®n de su propia fisiolog¨ªa, tambi¨¦n lo es que muchas otras consideran la regla un engorro, molesto y a veces doloroso, del que agradecer¨¢n poderse librar. Pero sobre esta cuesti¨®n, s¨®lo cabe una posici¨®n: ensalzar la libertad de cada una para hacer lo que crea m¨¢s conveniente para ella.
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