El historiador Ricardo Miralles defiende la figura del pol¨ªtico Juan Negr¨ªn, "el gran desconocido"
Ricardo Miralles (San Sebasti¨¢n, 1954), catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, reivindica la figura pol¨ªtica de Juan Negr¨ªn (Las Palmas, 1892-Par¨ªs, 1956), estadista de la II Rep¨²blica espa?ola, al que considera "el gran desconocido" en la historia de los espa?oles, cubierto hasta ahora con "un velo de silencio y ocultaci¨®n". Miralles ha publicado la biograf¨ªa pol¨ªtica Juan Negr¨ªn. La Rep¨²blica en guerra (Temas de Hoy), con pr¨®logo de Paul Preston, presentada ayer en Casa de Am¨¦rica, de Madrid, por el historiador Santos Juli¨¢ y el socialista Enrique M¨²gica, Defensor del Pueblo.
Miralles trata en su ensayo las tres grandes acusaciones sobre Negr¨ªn: la entrega de la Rep¨²blica a los comunistas, la divisi¨®n interna del PSOE y la resistencia a ultranza de la guerra que condujo a la cat¨¢strofe. "Negr¨ªn nunca se defendi¨®, por lo que la condena era inexorable. No hay indicios ni pruebas documentales de su entrega al comunismo. Es el gran ocultado del Partido Socialista, que ni siquiera tiene un retrato en la sede de Ferraz". El historiador a?ade que es "injusto" adjudicarle la divisi¨®n del PSOE , "una historia de divisiones entre 1931 y 1939", cuando no era del aparato del partido, y cree que mantiene la resistencia al oponerse a la "paz f¨²nebre" de Franco. "Aza?a, Prieto y Largo Caballero fueron hombres de los a?os treinta y Negr¨ªn es un hombre de los a?os cuarenta, que, como De Gaulle y Churchill, comprendi¨® que el gran desaf¨ªo era enfrentarse a la guerra fascista que buscaba el exterminio. Negr¨ªn se resisti¨® al exterminio de sus compatriotas".
Los distintos cap¨ªtulos del libro presentan la doble imagen del gran estadista y pol¨ªtico insobornable y al hombre ambicioso, en una trayectoria biogr¨¢fica sobre el m¨¦dico y pol¨ªtico socialista, la guerra en la etapa de gobierno de Largo Caballero, el primer gobierno de Negr¨ªn, la financiaci¨®n de la guerra (el oro de Mosc¨²), la crisis de abril de 1938, la diplomacia negrinista, el final de la guerra y los 17 a?os de exilio.
Marioneta
Santos Juli¨¢ se refiri¨® en la presentaci¨®n del libro al Negr¨ªn "marioneta de los comunistas", calificaci¨®n que permanece en la historiograf¨ªa y en su propio partido, a trav¨¦s de Besteiro, Largo Caballero y Prieto. "Negr¨ªn no es un pol¨ªtico decidido y la colaboraci¨®n con los comunistas es la continuaci¨®n de una pol¨ªtica obligada de la Rep¨²blica espa?ola. El ascenso de los comunistas era inevitable. Francia y Gran Breta?a no interven¨ªan en el territorio espa?ol, mientras que lo hac¨ªan Alemania e Italia, por lo que la Rep¨²blica mira a la Uni¨®n Sovi¨¦tica para aportar material y movilizar la opini¨®n".
Enrique M¨²gica manifest¨® que en los a?os sesenta de la emigraci¨®n pol¨ªtica socialista en los viajes a Toulouse se transmit¨ªa "antipat¨ªas y un odio visceral" a Negr¨ªn, mientras que a su llegada a Madrid en 1977 conoce a trav¨¦s de Juan Marichal a un Negr¨ªn distinto. "Negr¨ªn no ha sido nunca un marxista. No se siente a gusto en el marxismo. Tras sus estudios de medicina en Alemania, se vincula a la Instituci¨®n Libre de Ense?anza. El de Negr¨ªn es un socialismo ¨¦tico, humanista, un socialismo liberal".
M¨²gica coment¨® tambi¨¦n el "fuerte sentido de Estado", con la Rep¨²blica "como vertebrador de la naci¨®n en el horizonte europeo", y el apoyo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica "a precio de oro" pagado por el armamento, mientras que el franquismo lo hizo a la Alemania nazi con materias primas.
Babelia
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