Un d¨ªa normal
Menos mal, por fin un d¨ªa normal. Bien, s¨¦ que en los art¨ªculos que llevo en esta Vuelta me he ido bastante por las ramas, y he hablado bien poco de c¨®mo transcurre la carrera, pero como hoy ha sido un d¨ªa normal, har¨¦ un art¨ªculo normal, de esos que hablan de lo que se ve desde mi sill¨ªn, que digo yo que ser¨¢ lo que m¨¢s les interese. Y los art¨ªculos po¨¦ticos que hablan de girasoles o de otra cosa, como el de ayer, los dejar¨¦ para los d¨ªas raros, ¨¦sos en los que me salta la inspiraci¨®n.
Puede parecer una perogrullada, pero si lo piensan no lo es tanto. Ayer fue un d¨ªa normal porque nada se sali¨® de la norma. Nos levantamos tarde como todos los d¨ªas, el desayuno, un poco de descanso y cuando nos dimos cuenta ya est¨¢bamos en la salida. All¨ª el protocolario control de firmas y los saludos y la charla con amigos y periodistas -algunos ambas cosas-. Las t¨ªpicas firmas a los ni?os y no tan ni?os, algunas fotos con aficionados que te conocen -incluso alg¨²n admirador-, y poco m¨¢s. Luego, un peque?o paseo por el village de depart para echar risas con compa?eros, y al o¨ªr la llamada, todos formales a la salida.
Ya pedaleando, la charla en tensi¨®n hasta el km 0, y a partir de ah¨ª la guerra, que ya no hay amigos. Atacaron de inmediato cuatro corredores, y aunque hubo alg¨²n t¨ªmido intento de seguirles, la escapada fructific¨® y lleg¨® la calma al grupo. Nadie se lo pod¨ªa creer, pero estaba ocurriendo, parec¨ªa que la etapa iba a ser normal. Y a partir de ah¨ª lo fue: los escapados cogieron ventaja r¨¢pidamente, varios corredores -yo entre ellos- empezaron a trabajar para reducir la ventaja; mediada la etapa y con los escapados a la vista, empez¨® el nerviosismo a hacer mella por el viento de costado, y al final aparecieron los anunciados abanicos. Cada uno fue a su sitio en funci¨®n de sus fuerzas y de su pericia en estas lides, y en el grupo de adelante, c¨®mo no, gan¨® el que ten¨ªa que ganar, el m¨¢s r¨¢pido. Menos mal, por un fin un d¨ªa normal. Que de d¨ªas raros en los que nadie segu¨ªa el gui¨®n, ya est¨¢bamos un poco hartos.
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