"Ten¨ªan necesidad de explicarse "
Mar¨ªa Antonia Iglesias, colaboradora habitual de este peri¨®dico y periodista desde los 19 a?os en el desaparecido Informaciones, inici¨® en 1984 su experiencia como reportera pol¨ªtica en TVE de la que lleg¨® a ser directora de los servicios informativos entre 1990 y 1996.
Esa dedicaci¨®n le ha costado que algunos la tildasen de periodista af¨ªn a los socialistas: "Yo me he identificado con aquel proyecto, pero el que sea una periodista con afinidades no significa, de ning¨²n modo, que no tenga mi capacidad de cr¨ªtica intacta. Nunca me propuse hacer un libro complaciente, sino recuperar la memoria hist¨®rica. No se puede reivindicar una ¨¦poca haciendo funcionar, s¨®lo, el botafumeiro".
Lo cierto es que le ha salido un libro nada complaciente porque el cruce de opiniones entre los personajes provoca momentos de aut¨¦ntica ferocidad entre los protagonistas de los gobiernos que presidi¨® Felipe Gonz¨¢lez. Joaqu¨ªn Leguina, como m¨ªnimo ejemplo, llega a hablar de "dos alacranes" dentro del Gobierno para referirse a Juan Antonio Belloch, ministro de Justicia e Interior, y a su secretaria de Estado, Margarita Robles.
Iglesias est¨¢ de acuerdo en que sorprender¨¢ a muchos el contenido de algunas reflexiones, y ella misma lo est¨¢ por la "espontaneidad con que han hablado". Lo explica porque, en su opini¨®n, les ha "pillado en un momento en que ten¨ªan necesidad de hablar, de explicar lo que pas¨® en su acci¨®n de gobierno. El libro desborda credibilidad, pero el m¨¦rito es de ellos".
Lo ha escrito porque le parec¨ªa una injusticia que 13 a?os de Gobierno pasaran a la historia plagados de mentiras que han ido acu?ando los adversarios pol¨ªticos.
Iglesias piensa que, con todos los errores, aqu¨¦lla fue una etapa de transformaci¨®n decisiva para Espa?a y que el lector puede descubrir, oy¨¦ndolos, que "actuaban de otra forma, con aut¨¦ntica pasi¨®n por la pol¨ªtica".
Por eso no cree que el libro pueda aumentar el escepticismo de los lectores hacia el quehacer p¨²blico, sino todo lo contrario, "es un revulsivo con el referente de una generaci¨®n irrepetible de las que con su ejemplo dejan semilla porque hacen patente que la pol¨ªtica puede servir para cambiar un pa¨ªs".
En el libro no hay preguntas, aunque la autora ha hecho muchas, durante muchas horas a sus personajes: "No quer¨ªa que las preguntas hiciesen ruido; plante¨¦ muchas, claro, pero son s¨®lo instrumentales, se trata de o¨ªrlos a ellos y tiene el mismo valor lo que dicen que el c¨®mo lo dicen".
Miguel Boyer, primer ministro de Econom¨ªa con los socialistas, es el ¨²nico personaje que se ha negado a hablar. Le dijo a la autora que no comprend¨ªa c¨®mo se le pod¨ªa ocurrir que ¨¦l desease revivir aquella ¨¦poca de su vida. Iglesias asegura que le habl¨® "como si tuviese algo de qu¨¦ arrepentirse".
Precisamente la apetencia fallida de una vicepresidencia, por parte de Boyer, marca, seg¨²n la autora, el principio del distanciamiento entre Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra. ?ste gan¨® el pulso, pero "ah¨ª se produjo la primera gran ruptura y eso era al principio del principio". Iglesias tiene claro que los dos actores principales de la pol¨ªtica socialista, hasta que Guerra dimite como vicepresidente en 1991, "estuvieron siempre en mundos diferentes; nunca compartieron amistades personales, ni aficiones y esa diferencia de talantes les llev¨® hasta la ruptura".
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