Altadis provoca un incendio
El anuncio de cierre de f¨¢bricas pone en pie de guerra a trabajadores, partidos e instituciones
"Altadis perjudica gravemente su salud y la de los que est¨¢n a su alrededor", pregonaban el lunes, parodiando las nuevas advertencias sanitarias de las cajetillas de cigarrillos, algunos participantes en las manifestaciones contra los nuevos planes de cierre de f¨¢bricas y elimanci¨®n de empleos de la multinacional. El anuncio ha tenido la virtud, hasta ahora, de poner en pie de guerra a su plantilla, a varios ayuntamientos y gobiernos aut¨®nomos, y de colocar en un situaci¨®n muy comprometida al PP andaluz a unos meses de las elecciones.
La hispanofrancesa dice que sus buenos resultados avalan su pol¨ªtica de continua reconversi¨®n industrial y eliminaci¨®n de f¨¢bricas y empleos
Llueve sobre mojado en el antiguo monopolio espa?ol de tabacos. Ni su privatizaci¨®n ni su posterior fusi¨®n con Seita en Altadis han interrumpido la sucesi¨®n de planes de reestructuraci¨®n y reducci¨®n de plantilla. La tabaquera hispanofrancesa, que acaba de culminar un plan de ajuste que ha supuesto el cierre de 8 f¨¢bricas y el recorte de 2.100 empleos en 2001 y 2002, ha anunciado este verano una nueva reestructuraci¨®n industrial que recoge el cierre de otras cinco plantas (tres en Espa?a y dos en Francia) y la eliminaci¨®n de 1.227 empleos m¨¢s (743 en Espa?a y 533 en el pa¨ªs vecino).
Altadis, que en junio adquiri¨® la tabacalera estatal marroqu¨ª por 1.253 millones de euros y que en el primer semestre ha incrementado su beneficio neto, justifica el nuevo reajuste en la necesidad "de mantener el nivel de competitividad". Asegura que ha adoptado esta decisi¨®n "en un momento de ralentizaci¨®n del consumo de cigarrillos, de ca¨ªda constante del segmento de tabaco negro, descenso de la producci¨®n para terceros y de una cada vez m¨¢s dura competencia en un sector donde los fabricantes tienden continuamente a la concentraci¨®n y a racionalizar sus centros de producci¨®n".
Exceso de producci¨®n
El plan Altadis afecta en Espa?a a la plantas de Cadiz, Tarragona y Sevilla. El cierre de esta ¨²ltima, previsto para principios de 2005, se justifica en la necesidad de readaptar el exceso de capacidad de producci¨®n de cigarrillos de tabaco negro al espectacular descenso del consumo en los ¨²ltimos a?os (en las d¨¦cadas de los ochenta y noventa, se?alan en Altadis, el 80% de los fumadores espa?oles consum¨ªan negro y el 20% rubio y ahora la proporci¨®n es a la inversa. En 2002 su consumo cay¨® un 8,4%, agregan, y la tasa de decrecimiento anual de consumo se va acelerando). El grupo hispanofranc¨¦s quiere, en definitiva, concentrar la producci¨®n de estos cigarrillos en su nueva f¨¢brica de Alicante y echar el cierre a la f¨¢brica de Sevilla y a otra que tiene en la localidad francesa de Lille.
En rubio, seg¨²n Altadis, la situaci¨®n es distinta. La nueva reestructuraci¨®n est¨¢ motivada en Espa?a, aparte de por la evoluci¨®n general del mercado y la mayor competencia de otros grupos tabaqueros (la hispanofrancesa lleva tres a?os seguidos perdiendo cuota), por la p¨¦rdida de los contratos de fabricaci¨®n bajo licencia de las marcas Marlboro y L&M, en febrero pasado, que supon¨ªan hasta entonces un 30% de su producci¨®n. Altadis, para reducir el exceso de capacidad productiva, ha optado por el cierre de su planta de Tarragona y la concentraci¨®n de esta producci¨®n en Logro?o.
Los puros tampoco se han librado del reajuste. Altadis defiende aqu¨ª el cierre de su planta en Cadiz con el argumento de que han variado los h¨¢bitos de consumo y que el fumador prefiere ahora puros peque?os. Argumentan, sin embargo, que el reajuste potencia otras actividades del grupo en esa provincia, las de preparaci¨®n de labores de tabaco.
Unos argumentos que no han convencido ni han calmado a los sindicatos, ni a los gobiernos e instituciones de las regiones afectadas por los cierres de plantas. Especialmente en Andaluc¨ªa.
La presidenta del comit¨¦ de empresa de Altadis, Josefa Medrano, no ha dudado en calificar de "provocaci¨®n" el anuncio de este reajuste unos d¨ªas antes de presentar unos resultados econ¨®micos semestrales del grupo en los que los beneficios netos registraron un crecimiento del 8%, hasta los 220 millonesde euros; las ventas econ¨®micas crecieron un 3,5%, hasta 1.593 millones de euros y el beneficio por acci¨®n un 10,8%. "No es de recibo que una empresa con estos beneficios est¨¦ planteando cierres y reconversiones tan salvajes a costa de dramas de los trabajadores".
Y eso que Altadis, cur¨¢ndose en salud, defiende que los buenos resultados del primer semestre, y el crecimiento "ciertamente importante" registrado, no es fruto del azar "sino de la costante adaptaci¨®n a las necesidades del mercado y al entorno competitivo, as¨ª como el esfuerzo que la empresa est¨¢ haciendo para tratar de preservar su viabilidad y para afianzar el mayor n¨²mero de puestos de trabajo en el futuro". Altadis es rentable, agregan, "gracias a la puesta en marcha de medidas de reorganizaci¨®n como las anunciadas".
Altadis tampoco acepta el calificativo de "salvaje" para la reconversi¨®n anunciada y argumenta "que los buenos resultados del primer semestre" le otorgan al grupo capacidad econ¨®mica suficiente "para atender las condiciones acordadas con los trabajadores en el ¨²ltimo expediente de regulaci¨®n de empleo y las necesidades sociales que se deriven de la aplicaci¨®n del plan industrial" ahora anunciado.
Los sindicatos, sin embargo, ponen en duda la necesidad de este plan y la "actitud constrastada de di¨¢logo" de la que presume la direcci¨®n de Altadis. "No vamos a negociar nada mientras la direcci¨®n de Altadis no retire la palabra cierre", afirma Antonio Perianez, responsable estatal de Relaciones Sindicales de Comisiones Obreras. Han tenido la desfachatez de anunciar la nueva reconversi¨®n sin esperar a que terminara el actual plan de reestructuraci¨®n pactado con nosotros, y por tanto sin hacer balance de los resultados del mismo, y hablan de "actitud dialogante".
Este sindicalista, y es un temor compartido por algunos partidos pol¨ªticos e instituciones andaluzas, cree que la nueva reconversi¨®n responde una pol¨ªtica de deslocalizaci¨®n de plantas y actividades en Espa?a por parte de Altadis. La adquisici¨®n de la tabaquera marroqu¨ª les hace pensar en un proyecto todav¨ªa no desvelado por la direcci¨®n del grupo Altadis, pero que a su juicio subyace tras la reestructuraci¨®n propuesta, de trasladar la producci¨®n de Espa?a a Marruecos para aprovechar los menores costes de mano de obra y un marco regulatorio menos estricto que el europeo.
Deslocalizaci¨®n
Fuentes del grupo hispanofranc¨¦s rechazan tal presunci¨®n de intenciones y aseguran que la expansi¨®n de la tabaquera marroqu¨ª, y su previa adquisici¨®n, responden al inter¨¦s de Altadis por el mercado del norte de ?frica y de los pa¨ªses subsaharianos. El marco jur¨ªdico y arancelario de la UE, agregan,, tampoco propicia el producir cigarrillos en Marruecos para abastecer el mercado europeo.
Los ¨²nicos que est¨¢n contentos con los planes de Altadis son los analistas burs¨¢tiles. Estiman que el reajuste mejorar¨¢ la competitividad de la tabaquera, que influir¨¢ positivamente en la cotizaci¨®n de sus acciones, y que le supondr¨¢ unos ahorros de 70 millones de euros.
![Josefa Medrano, presidenta del Comit¨¦ de Empresa de Altadis, en la manifestaci¨®n del lunes pasado.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3ODLZ7V2BIKHZJUGQSVXWSKFWQ.jpg?auth=29fe2338e35e9cad2e10effa32593b3568d97a7f54046710534fe90737a43fdb&width=414)
El mito amenazado de Carmen y la esquizofrenia del PP
La reestructuraci¨®n ha sido especialmente mal acogida en Andaluc¨ªa, y sobre todo en Sevilla, porque adem¨¢s de adjudicarle el mayor coste social e industrial, supone el f¨ªn de un s¨ªmbolo de la historia y la cultura de esta ciudad. La Real F¨¢brica de Tabacos, que ahora se pretende cerrar, naci¨® en 1758. Su historia est¨¢ tan ligada a la ciudad que hay una cofrad¨ªa de Semana Santa que sale de una capilla de Altadis y es el origen del mito de Carmen y de la obra de M¨¦rim¨¦e.
Un coctel explosivo que ha hecho que todas las fuerzas sociales, culturales y pol¨ªticas, hayan cerrado filas en contra de los planes de Altadis. La Junta de Andaluc¨ªa y el Parlamento andaluz han rechazado expresamente la reestructuraci¨®n, el Ayuntamiento de Sevilla ha acordado que no ser¨¢n recalificables los terrenos de la fabrica sevillana, y m¨¢s de 100.000 andaluces han firmado un escrito de rechazo a dichos planes. PSOE e IU, en el Congreso, han pedido al Gobierno que no autorice el expediente de regulaci¨®n de empleo.
El PP andaluz, ante la situaci¨®n creada y con las elecciones auton¨®micas a unos meses vista, vive sumido en la esquizofrenia. Su presidenta y alcaldesa de C¨¢diz, Te¨®fila Mart¨ªnez, encabeza manifestaciones de rechazo a los planes de Altadis y sus parlamentarios y concejales en la regi¨®n se suman a todas las iniciativas y acuerdos para dificultar que prospere la reconversi¨®n. Sin embargo, la ¨²ltima palabra sobre la viabilidad del expediente de regulaci¨®n la tiene su correligionario, el ministro de Trabajo Eduardo Zaplana, que hasta ahora no ha dicho ni p¨ªo. El Estado, por otra parte, contin¨²a en el Consejo de Administraci¨®n de Altadis, y no ha sido ajeno al nombramiento de su presidente. Los sindicatos tienen serias dudas, por ello, de que el grupo tabaquero haya anunciado la reestructuraci¨®n sin contar con la autorizaci¨®n del Gobierno del PP.
En Altadis rechazan la politizaci¨®n del plan, "que es ajeno al Gobierno y s¨®lo responde a razones industriales y de competitividad", reiteran que el ajuste se har¨¢ sin despidos, con bajas incentivadas y que no ser¨¢ traum¨¢tico, y adelantan que se podr¨ªan estudiar f¨®rmulas para mantener en Sevilla alg¨²n tipo de museo o instituci¨®n sobre el tabaco que preserve su larga tradici¨®n en esta actividad.
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