Endesa fuma la pipa de la paz
La el¨¦ctrica acuerda con los pehuenches dar luz verde a la central Ralco
Despu¨¦s de seis a?os de conflicto, Endesa Chile cerr¨® esta semana un acuerdo econ¨®mico con las ¨²ltimas cuatro familias pehuenches de la zona cordillerana del r¨ªo Biob¨ªo que se resist¨ªan a ser trasladadas desde sus tierras, ubicadas 500 kil¨®metros al sur de Santiago, y permitir que sean tapadas por el lago artificial que se formar¨¢ en 2004, cuando funcione la central hidroel¨¦ctrica Ralco.
La participaci¨®n del Gobierno del socialista Ricardo Lagos fue determinante para llegar a una soluci¨®n que deja m¨¢s satisfecha a la empresa, que finalizar¨¢ un proyecto de 570 millones de d¨®lares, y al Gobierno, que apaga el choque entre los derechos de los ind¨ªgenas y la necesidad de abastecimiento el¨¦ctrico, que a los pehuenches.
La recolocaci¨®n de las 98 familias ind¨ªgenas que desde ¨¦pocas ancestrales viv¨ªan en la zona ha costado a la el¨¦ctrica m¨¢s de 24 millones de d¨®lares
Seg¨²n el memorando de entendimiento, que a¨²n debe ser suscrito ante notario, las cuatro familias que resistieron hasta el final a Endesa -del grupo Endesa Espa?a- recibir¨¢n de la empresa el equivalente a 1,2 millones de d¨®lares de compensaci¨®n y 77 hect¨¢reas de terreno en permuta por las tierras que entregan. La empresa deber¨¢ entregar otros 460.000 d¨®lares para una instituci¨®n que generar¨¢ proyectos de desarrollo para hijos y descendientes de los afectados.
Adem¨¢s, el Gobierno se comprometi¨® a entregarles 1.200 hect¨¢reas de un terreno cercano, asistencia t¨¦cnica y otros beneficios al centenar de familias pehuenches que debieron trasladarse. A cambio, los afectados aceptan permutar sus tierras y deponen las acciones judiciales que hab¨ªan emprendido, e informan a la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, que depende de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), donde demandaron al Estado, de esta soluci¨®n.
Un ministro mapuche
El coste total del proceso de relocalizaci¨®n de las 98 familias pehuenches que desde ¨¦pocas ancestrales viv¨ªan en el alto Biob¨ªo fue entre 24 y 25 millones de d¨®lares, incluyendo las tierras de permuta y viviendas para los afectados. El monto estaba dentro de lo que se pod¨ªa prever, aunque el conflicto supuso atrasos, afirma el gerente de Endesa, H¨¦ctor L¨®pez. "Con este entendimiento termina el conflicto. Ha sido una experiencia nueva, en que por primera vez hubo que desplazar a personas de un ¨¢rea de caracter¨ªsticas ind¨ªgenas... Todos hemos aprendido", sostiene.
L¨®pez desmiente que las ¨²ltimas familias pehuenches hayan recibido una compensaci¨®n mayor y dice esperar que Ralco entre en producci¨®n en julio pr¨®ximo. Cuando est¨¦ en funcionamiento, esta hidroel¨¦ctrica tendr¨¢ una potencia de 570 megavatios, que representan el 8% del sistema interconectado central del pa¨ªs, donde habita el 93% de los chilenos.
Con satisfacci¨®n, Lagos resalt¨® que se ha logrado un acuerdo en un tema "tremendamente complejo", demostrando que es posible, "respetando las comunidades pehuenches, tener un desarrollo hidroel¨¦ctrico, fundamental para Chile". La mediaci¨®n del Gobierno, hecha de forma reservada y encabezada por un ministro democratacristiano, Francisco Huenchumilla, de ascendencia mapuche, apunt¨® a conciliar dos derechos en pugna, el de los ind¨ªgenas a vivir en sus tierras, con la necesidad de asegurar el abastecimiento el¨¦ctrico, aunque la clave fue el monto de las compensaciones.
Sin embargo, entre los pehuenches se advierte cierta amargura. Al t¨¦rmino de la reuni¨®n con Endesa y el Gobierno, una de las cuatro mujeres que suscribi¨® el memorando dijo: "No estamos para nada satisfechas con el acuerdo". Uno de los abogados de las familias ind¨ªgenas, Roberto Celed¨®n, dijo que las ¨²ltimas firmantes -Berta Quintrem¨¢n, Aurelia Marihu¨¢n, Mercedes Huenteao y Rosario Hueteao- "son las grandes sacrificadas, porque est¨¢n renunciando a lo mayor, que es el derecho a permanecer en sus tierras".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.