Mary Ritchie Key, ling¨¹ista investigadora de idiomas ind¨ªgenas
Mary Ritchie Key, presidenta desde 1969 hasta 1971 del Programa de Ling¨¹istas en Ciernes de la Universidad de California en Irvine, cuya investigaci¨®n sobre los idiomas ind¨ªgenas en M¨¦xico y Am¨¦rica del Sur le llev¨® a escribir docenas de libros y art¨ªculos acerca de ellos, ha muerto a los 79 a?os.
Enferma durante varios meses, Key fue hospitalizada en el Tustin Medical Center en Tustin, California, a primeros de septiembre. Muri¨® all¨ª el d¨ªa 5 y no se hizo p¨²blica la causa de la muerte hasta el pasado fin de semana.
Antes de retirarse de la ense?anza en 1991, Key empez¨® a trabajar en una Serie de Diccionarios Intercontinentales, un l¨¦xico informatizado para idiomas no europeos. Reclut¨® a acad¨¦micos de todo el mundo con el prop¨®sito de que colaboraran con el proyecto, un estudio comparativo de t¨¦rminos agrupados por zonas geogr¨¢ficas. Key edit¨® los primeros vol¨²menes, cada uno de los cuales contiene unas 1.300 entradas, y nombr¨® a su sucesor, de forma que la serie pudiera continuar.
"Mary fue una apasionada recolectora de datos", dijo Mary Louise Kean, profesora de ciencia cognoscitiva en la UC en Irvine y colega suya durante mucho tiempo. "El diccionario ser¨¢ de gran utilidad para aquellas personas que est¨¦n interesadas en los detalles de las variaciones del lenguaje".
Nacida en Julian, en el este del condado de San Diego (California), Key estaba fascinada con la ling¨¹¨ªstica desde su infancia y empez¨® el estudio de varios alfabetos a la edad de ocho a?os.
Se licenci¨® por el Westmont College de Los ?ngeles (m¨¢s tarde trasladado a Santa B¨¢rbara) y trabaj¨® como remachadora de aviones durante la II Guerra Mundial. Se cas¨® con Harold Key, quien en esa ¨¦poca estaba en el Ej¨¦rcito. Despu¨¦s de la guerra, la pareja se uni¨® a los Traductores de la Biblia Wycliffe, un grupo misionero cristiano, y fue a trabajar a Puebla, M¨¦xico, donde prepararon un vocabulario y un libro de lectura para principiantes para una comunidad que hablaba nahuatl. El m¨¢s joven de los tres hijos de Key naci¨® en M¨¦xico. Los dem¨¢s nacieron en Estados Unidos.
En 1954, los Key se trasladaron a Bolivia para hacer trabajos para el Instituto Wycliffe. Vivieron en el pueblo de Tumichucua, cerca de una ciudad algo m¨¢s grande llamada Riberalta, donde Key fund¨® una biblioteca p¨²blica y dirigi¨® la investigaci¨®n sobre los idiomas indios nativos de la zona. La familia volvi¨® a Estados Unidos en 1962. "El trauma de volver a Estados Unidos despu¨¦s de casi 20 a?os supuso un fuerte choque cultural", declar¨® a The Times Mary Hellen Ellis, hija de Key, este fin de semana.
Como feminista, Key se adapt¨® a la liberada atm¨®sfera social de los sesenta, pero a su marido le result¨® m¨¢s dif¨ªcil, seg¨²n Ellis. Mary termin¨® su doctorado en la Universidad de Tejas en 1963 y public¨® el primero de sus 11 libros varios a?os m¨¢s tarde. (Recientemente hab¨ªa donado su biblioteca personal de investigaci¨®n, sus notas de campo, sus diarios ling¨¹¨ªsticos y sus libros a la biblioteca de la Universidad de Tejas en Austin) Los Key se trasladaron a Santa Ana en 1964, donde Harold continu¨® trabajando para el Instituto Wycliffe. Se divorciaron ese mismo a?o. En 1976 ella se cas¨® con Audley E. Patton, un ingeniero, que muri¨® en 1996.
Key ense?¨® en la Universidad Chapman en Orange a principios de la d¨¦cada de los sesenta y estuvo entre los primeros miembros de la facultad que fueron contratados en la UC en Irvine en 1966, cuando la universidad ten¨ªa un a?o. "Mi madre era muy dada a la investigaci¨®n y ten¨ªa curiosidad por resolver preguntas que antes no ten¨ªan respuesta", manifest¨® Ellis. "En casa, eso cre¨® una atm¨®sfera de mentalidad abierta. No hab¨ªa ning¨²n tema prohibido en nuestra casa y nunca o¨ª a mi madre utilizar la palabra 'problema'. Ella consideraba las cosas interesantes, o curiosas". continuaba la hija.
Adem¨¢s de su hija, le sobreviven su hijo, Tom Key, y dos nietas, Jessica y Melissa Ellis. Su hijo mayor, Hayden, muri¨® en 1984.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.