Muerte en el 'calcio'

El calcio ya tiene un muerto esta temporada. Sergio Ercolano, que el s¨¢bado sufri¨® grav¨ªsimas heridas tras caer desde lo alto de la tribuna del estadio de Avellino, falleci¨® ayer en un hospital de la peque?a ciudad del sur. La familia Ercolano asegur¨® que el joven de 19 a?os, seguidor del N¨¢poles, no participaba en la org¨ªa de violencia desatada por unos 200 hinchas napolitanos, sino que trataba de huir de ella. La muerte ahond¨® la consternaci¨®n en el f¨²tbol italiano. El gobierno amenaz¨® con imponer medidas extraordinarias, como la prohibici¨®n de p¨²blico en los partidos considerados "de alto riesgo". Uno de los presuntos implicados en los hechos fue detenido, y se esperaban muchas m¨¢s detenciones en los pr¨®ximos d¨ªas.

Sergio Ercolano hab¨ªa viajado por su cuenta desde N¨¢poles hasta Avellino, una ciudad cercana, y, seg¨²n el abogado de su familia, compr¨® una entrada en taquilla. No lo hicieron quienes protagonizaron los incidentes: llegaron a Avellino en autocares sin disponer de entradas reservadas y pagadas, incumpliendo uno de los art¨ªculos de las vigentes leyes antiviolencia; cuando intentaron adquirirlas, les parecieron demasiado caras (seg¨²n algunos de ellos, esperaban pagar nueve euros, pero costaban 40) y optaron por cargar contra la polic¨ªa y entrar en tromba en el estadio de Avellino. Una vez dentro se cubrieron el rostro con bufandas y pasamonta?as, empu?aron palos y cuchillos y prosiguieron atacando a la polic¨ªa. La noticia de la ca¨ªda de Sergio Ercolano les inflam¨® a¨²n m¨¢s.

La v¨ªctima del encuentro Avellino-N¨¢poles no sol¨ªa ir al f¨²tbol. El s¨¢bado, cuando en la grada hab¨ªa estallado ya una de las batallas campales entre polic¨ªa y gamberros, se uni¨® a un grupo que abandonaba la tribuna a trav¨¦s de un voladizo de pl¨¢stico transparente. Una de las placas del voladizo cedi¨® bajo sus pies y Ercolano sufri¨® una ca¨ªda de 20 metros. Los auxilios tardaron en acceder hasta ¨¦l, porque les llov¨ªan sillas y bengalas; cuando consiguieron cargarlo en una camilla, los sanitarios sufrieron agresiones. "No se puede morir as¨ª", lloraba ayer su madre. "?sto le quita a uno las ganas de jugar al f¨²tbol", coment¨® Totti, el delantero estelar de la Roma.

El Ministerio del Interior italiano urgi¨® anoche a los clubes a "cumplir la ley" y apartar de los estadios a los "aficionados delincuentes". El gobierno se reserv¨® la posibilidad de prohibir los trenes especiales en los partidos considerados "de alto riesgo", e incluso de ordenar que esos partidos se jugaran a puerta cerrada.

El Avellino-N¨¢poles, sin embargo, no parec¨ªa un encuentro especialmente delicado. Nunca hab¨ªa ocurrido nada grave en Avellino, y la Liga estaba s¨®lo comenzando.

Numerosos aficionados napolitanos y algunos dirigentes futbol¨ªsticos culparon a la polic¨ªa por no haber sido capaz de atajar los incidentes y por haber cedido ante la carga de los violentos cuando entraron en avalancha en el estadio. El capell¨¢n del N¨¢poles, Marco Beltratti, dijo que los aficionados del club no eran "malos", y que, antes de juzgar los actos de violencia, hab¨ªa que tener en cuenta "el clima, las tensiones acumuladas en los barrios humildes y las frustraciones laborales".