Americanas en Par¨ªs
Tiene gracia que una de las tramas que atraviesan por el eje esta ins¨®lita excursi¨®n de James Ivory por el universo de la comedia, de la mano de su coguionista, Ruth Prawer Jhabvala, gire en torno a un cuadro de George de La Tour que representa a Santa ?rsula. Pretendida por un pr¨ªncipe pagano cuando ella, pura entre las puras, hab¨ªa prometido su virginidad al Se?or; comandante de las 11.000 v¨ªrgenes y, tras su martirio, s¨ªmbolo cristiano de la juventud y la fuerza para llevar a cabo una misi¨®n, la presencia de ?rsula no puede ser vista m¨¢s que como un apunte ir¨®nico sobre el destino de las dos protagonistas de la funci¨®n (Watts y Hudson), una casada y a punto de divorcio pedido por su casquivano esposo; la otra, dispuesta a explotar el lado fr¨ªvolo de ese Par¨ªs en el que los pretendientes surgen a cada vuelta de esquina. Y ambas, tocadas por el dedo de la juventud y la fuerza del deseo.
EL DIVORCIO
Direcci¨®n: James Ivory. Int¨¦rpretes: Kate Hudson, Naomi Watts, Jean-Marc Barr, Leslie Caron, Stockard Channing, Glenn Close, Thierry L'Hermite, Matthew Modine. G¨¦nero: comedia, EE UU, 2003. Duraci¨®n: 117 minutos.
Las formas de un educado, elegante y a ratos inspirado vodevil son las que Ivory elige para dar vida a una iron¨ªa mayor a¨²n: la que enfrenta el amor americano, familiar, c¨®mplice y directo, con las sinuosidades de la vieja Europa, con perd¨®n; la falta de etiqueta de las ceremonias sociales de la burgues¨ªa americana con los el¨ªpticos juegos amatorios de la rancia aristocracia francesa; el peso de la tradici¨®n contra la liberalidad de su falta.
En este terreno, que parece tan lejano al de sus habitualmente retorcidos, sobrecargados dramas de ¨¦poca, Ivory se mueve con inusitado aplomo. En su auxilio llama a todos los lugares comunes que el imaginario cinematogr¨¢fico americano asocia con Par¨ªs, Francia y l'amour; pero s¨®lo para subvertirlos, de manera que aqu¨ª la pizpireta es la americana, el rufi¨¢n es el arist¨®crata franc¨¦s; el desequilibrado, un aturdido marido americano a quien le sientan mal los cuernos. Tiene la pel¨ªcula levedad y gracia, aunque es bien cierto que en ocasiones se deja enredar por los varios c¨®digos gen¨¦ricos que se mezclan en su construcci¨®n, a ratos comedia elegante, a ratos vodevil de bulevar, e incluso en ocasiones, las menos inspiradas, filme de suspense que bordea lo criminal.
Pero se deja ver por las inspiradas prestaciones de todos sus int¨¦rpretes, de la ingenuidad avasalladora de Hudson al conmovedor romanticismo de Watts o la acrisolada villan¨ªa er¨®tica de L'Hermitte. Y sirve, de paso, para oxigenar una carrera, la de Ivory, que al paso que iba promet¨ªa desbarrar en t¨ªtulos cada vez m¨¢s manieristas, si no directamente prescindibles.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.