Los funcionarios se rebelaron tras el segundo ataque

Anoche, quedaban en Irak 86 empleados de Naciones Unidas de los m¨¢s de 600 con que lleg¨® a contar el organismo internacional en mayo pasado. Aunque la portavoz de la instituci¨®n en Irak, Veronique Taveau, se empe?aba en negar categ¨®ricamente un abandono de las actividades en el pa¨ªs, desde el atentado del pasado 19 agosto, donde murieron 22 personas, el goteo, cuando no la hemorragia, de funcionarios que sal¨ªan del pa¨ªs ha sido incesante. El nuevo atentado de este lunes, en el que muri¨® una persona, ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Pocos d¨ªas despu¨¦s de la entrada de las tropas estadounidenses en Bagdad, el 9 de abril, los funcionarios de la ONU volvieron a ocupar las instalaciones del hotel Canal, un edificio situado al norte de la capital iraqu¨ª, dando comienzo a un amplio programa de acciones que iban desde la gesti¨®n total del reparto de alimentos del Programa Petr¨®leo por Alimentos -hasta entonces en gran parte en manos del Gobierno de Sadam- a la atenci¨®n de la escolarizaci¨®n y la sanidad de los ni?os, entre otras actividades. Algunas de las agencias presentes eran Unicef, Acnur, o el Programa Mundial de Alimentos, entre otros. S¨®lo en Bagdad trabajaban 300 empleados, mientras que una cifra similar se repart¨ªa, de norte a sur, por el resto del pa¨ªs. Esta presencia tuvo un espaldarazo con el nombramiento por parte del secretario general de la ONU, Kofi Annan, del brasile?o Sergio Viera de Mello como su representante personal.

Todo cambi¨® en la tarde del 19 de agosto cuando una hormigonera repleta de explosivos estall¨® junto al hotel. Entre los 22 fallecidos estaban el propio Viera de Mello y el capit¨¢n de nav¨ªo espa?ol Manuel Mart¨ªn-Oar. En las siguientes horas, 250 empleados de la ONU abandonaron el pa¨ªs y en las siguientes semanas otras 400 les siguieron con destino a Jordania y Kuwait, tratando de continuar su labor. La misma portavoz, Veronique Taveu, se traslad¨® a Jordania, asumiendo su funci¨®n la espa?ola Antonia Paradela, hasta entonces una de las responsables del Programa Mundial de Alimentos en Bagdad. La salida del personal extranjero fue compensada con la contrataci¨®n de m¨¢s personal local.

Este lunes, 120 personas se encontraban en el interior del parcialmente derruido hotel Canal cuando estall¨® otra bomba. Los funcionarios se rebelaron. "?Cu¨¢ntas personas m¨¢s tendr¨¢n que morir para que podamos realizar nuestro trabajo con seguridad?", se preguntaba Paradela en un comunicado. Algunos funcionarios de la ONU que llevan desde agosto en Jordania aseguraban que muchos programas exist¨ªan ya s¨®lo sobre el papel y advert¨ªan de que una disminuci¨®n mayor dejar¨ªa a la ONU en Irak como mera presencia testimonial.