La ONU ordena la evacuaci¨®n parcial de su personal en Irak por inseguridad
Bush no consigue m¨¢s ayuda militar y econ¨®mica tras su discurso en la Asamblea General
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, decidi¨® ayer retirar la mayor parte de su personal en Irak invocando razones de seguridad, aunque evit¨® hablar de evacuaci¨®n, un t¨¦rmino cargado de implicaciones pol¨ªticas para EE UU y los pa¨ªses que discuten si el papel de la ONU en Irak es "vital" o "central". En todo caso, la decisi¨®n de Annan es una nueva prueba de las complicaciones de Washington para organizar la posguerra, a lo que hay que a?adir la ausencia de respuestas que Bush ha tenido a su solicitud de ayuda militar y econ¨®mica.
"No se trata de una evacuaci¨®n, s¨®lo estamos reduciendo temporalmente nuestro personal", precis¨® ayer el portavoz de la ONU, Fred Eckhard. Entre hoy y ma?ana, la mayor¨ªa de los 86 funcionarios de Naciones Unidas que todav¨ªa permanec¨ªan en el pa¨ªs (42 en Bagdad y 44 en el norte) ser¨¢n evacuados a Amm¨¢n, la capital de Jordania. All¨ª se quedar¨¢n "hasta que las condiciones permitan su regreso". En las ¨²ltimas semanas la presencia de la ONU ya se hab¨ªa reducido considerablemente. Antes del atentado del 19 de agosto que cost¨® la vida al representante especial, Sergio Vieira de Mello, y a otras 21 personas, Naciones Unidas contaba con un equipo de algo m¨¢s de 650 miembros.
Los principales asesores de Annan estaban a favor de la evacuaci¨®n, pero el secretario general, presionado por EE UU y el Consejo de Gobierno iraqu¨ª, opt¨® por una soluci¨®n menos pol¨ªtica. La salida de la ONU hubiera complicado los esfuerzos de Washington para conseguir el respaldo del Consejo de Seguridad al nuevo proyecto de resoluci¨®n y la participaci¨®n de otros pa¨ªses en la ocupaci¨®n. "Hemos pedido que la ONU se quede y nos ayude", declar¨® Hoshiyar Zebari, ministro de Exteriores del Consejo, tras entrevistarse el mi¨¦rcoles con Annan.
Las condiciones de seguridad del personal de la ONU hab¨ªan causado ya protestas en la organizaci¨®n. El lunes, tras el segundo atentado contra la sede de Bagdad, el sindicato de funcionarios distribuy¨® una circular titulada ?Hasta cu¨¢ndo podemos aguantar en Irak? en la que habla de "riesgos inaceptables" en Bagdad. Los funcionarios que seguir¨¢n en el pa¨ªs coordinar¨¢n a los m¨¢s de 4.000 empleados locales que se dedican a labores humanitarias.
Para complicar a¨²n m¨¢s el panorama, el presidente George W. Bush consigui¨® escasos resultados despu¨¦s de sus entrevistas en Nueva York. Aparte de la reconciliaci¨®n con Alemania y de la aproximaci¨®n a Francia -una recomposici¨®n en curso que hoy y ma?ana deber¨ªa completarse con la estancia del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, en Camp David-, Bush no obtuvo gran cosa de sus reuniones del mi¨¦rcoles por la tarde con el presidente de Pakist¨¢n y con el primer ministro de India. El primero, el general Pervez Musharraf, asegur¨® que Bush entiende que "los paquistan¨ªes se oponen totalmente al env¨ªo de tropas a Irak", pero no descart¨® que las hubiera cuando exista un mandato de Naciones Unidas.
Este mandato es la nueva resoluci¨®n que deber¨ªa empezar a discutirse la pr¨®xima semana. Estados Unidos querr¨ªa tener lista la resoluci¨®n antes de la conferencia de donantes, prevista para dentro de un mes en Madrid. La resoluci¨®n debe articular una fuerza multinacional y ordenar la transferencia de poderes a los iraqu¨ªes. Mientras no exista esta resoluci¨®n, no habr¨¢ nuevas tropas, con lo que EE UU debe mantener las que tiene (130.000) e incluso movilizar a m¨¢s reservistas para relevar o reforzar a los 20.000 que hay ahora en Irak. Tal como explic¨® en el Senado el general Abizaid, responsable de las fuerzas estadounidenses en Oriente Pr¨®ximo, el n¨²mero de soldados de Estados Unidos que deben estar en Irak en el a?o 2004 "depende de las contribuciones internacionales y de la capacidad de los iraqu¨ªes de asumir tareas de seguridad".
Todo ello hace saltar chispas en el Congreso: "Se?or Rumsfeld, ?d¨®nde est¨¢ el mandato de los estadounidenses para la reconstrucci¨®n de Irak?", pregunt¨® al secretario de Defensa el veterano senador Robert Byrd, que se indign¨® al escuchar a Rumsfeld comparar la actual situaci¨®n con la de Europa en la posguerra: "El Plan Marshall no se present¨® al Congreso para que ¨¦ste pusiera su sello de aprobaci¨®n".
A la defensiva, Donald Rumsfeld manifest¨® que el Congreso hab¨ªa autorizado el uso de la fuerza y que, "una vez en Irak, lo ¨²ltimo que necesitamos es entregar ese pa¨ªs a otro dictador como Sadam". La asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, asegur¨® ayer que no estaba preocupada por la ausencia de armas de destrucci¨®n masiva y que conf¨ªa en que los documentos que se investigan ofrezcan resultados.
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