La ni?a n¨²mero 488 muri¨® de miedo
Una peque?a palestina de tres a?os fallece por shock neurol¨®gico en una incursi¨®n del Ej¨¦rcito. Son casi 500 ni?os muertos
Lina Aisa, de tres a?os, falleci¨® el pasado jueves de madrugada en el campo de refugiados de Bureij, en el coraz¨®n de la franja de Gaza, como consecuencia del miedo sufrido durante una incursi¨®n del Ej¨¦rcito israel¨ª. Los m¨¦dicos diagnosticaron un shock neurol¨®gico provocado por un exceso de adrenalina y las estad¨ªsticas aseguran que es el ni?o palestino n¨²mero 488 que muere durante estos tres a?os de Intifada.
Al margen de declaraciones oficiales, sus familiares aseguraban ayer que es un nuevo crimen del primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, y ped¨ªan a la comunidad internacional que detuviera tanto dolor, tanta violencia.
"Eran las tres de la madrugada cuando nos despertaron el estruendo de las bombas, los disparos de los tanques, las r¨¢fagas de las ametralladoras y el aleteo de los helic¨®pteros de combate Apache. Hab¨ªamos sufrido una incursi¨®n meses atr¨¢s, en mayo, pero ninguna como ¨¦sta. Los ni?os, mis cuatro hijos, se despertaron y se pusieron a llorar. Lina lo hac¨ªa de manera inconsolable. Trat¨¦ de protegerla y darle agua. De golpe sufri¨® un ataque de fiebre. Mucha fiebre...", explica la madre, Mend, de 23 a?os, en un rinc¨®n de la casa, mientras arroba con su mirada a sus otros dos hijos, Hamud, de cinco a?os, y Dania, de cuatro, y recoge en sus brazos a Asma, la m¨¢s peque?a, que apenas ha cumplido un a?o.
"Lina no dejaba de llorar y repetir con voz cada vez m¨¢s d¨¦bil: 'Mam¨¢, tengo miedo"
Nadie pod¨ªa ayudarles. La ambulancia de un hospital pr¨®ximo no pod¨ªa acercarse al lugar donde estaba la peque?a. El padre, Hassan, de 37 a?os, soldado de la milicia palestina Fuerza 17, la ex guardia personal del presidente Yasir Arafat convertida desde hace unos a?os en custodia de los edificios p¨²blicos de la Autoridad Nacional Palestina, tem¨ªa salir al exterior, a la calle, donde las milicias palestinas se enfrentaban a los soldados israel¨ªes en una batalla desigual. Ten¨ªa miedo, en definitiva, a ser confundido con algunos de los activistas y acabar acribillado por las balas.
"Lina no dejaba de llorar en mis brazos y repetir una y otra vez, con voz cada vez m¨¢s d¨¦bil: 'Mam¨¢, tengo miedo, mam¨¢, tengo...'. Dos horas y media m¨¢s tarde, cuando eran ya pasadas las 5.30, cesaron los bombardeos, los soldados empezaron a retirarse del campo de refugiados y la ambulancia lleg¨® hasta nuestra casa. Se hac¨ªa de d¨ªa. Pocos minutos despu¨¦s de que llegara al hospital, los m¨¦dicos me anunciaron su muerte. La enterramos ayer en el cementerio de Bureij. Ahora, sus hermanos me preguntan cu¨¢ndo volver¨¢ Lina a casa", se lamenta Mend, como si tratara en vano de dar una respuesta coherente a sus tres hijos, tres supervivientes de la ¨²ltima incursi¨®n del Ej¨¦rcito israel¨ª en Gaza. Ni una sola l¨¢grima.
Lina es para la causa palestina un nuevo m¨¢rtir de la Intifada. Por eso, sus familiares, siguiendo una tradici¨®n, sirvieron ayer entre los visitantes y familiares caf¨¦ azucarado y d¨¢tiles dulces como la miel, como si se tratara de un acontecimiento festivo, como una boda o un cumplea?os. Continuar¨¢n distribuyendo caf¨¦ y d¨¢tiles durante los pr¨®ximos ocho d¨ªas, mientras dure el duelo. Luego, les quedar¨¢ para siempre el recuerdo de una "ni?a alegre a la que le gustaba bailar cuando o¨ªa la m¨²sica por la radio" o su imagen en la puerta de la casa, "desde donde cada ma?ana me desped¨ªa agitando la manita cuando yo me marchaba a mi acuartelamiento", dice el padre. En su camita, al pie del lecho de sus padres, quedar¨¢ tambi¨¦n un enorme oso de felpa. Era su juguete m¨¢s querido.
Tarek Aissa, de 35 a?os, m¨¦dico anestesista que asisti¨® a la peque?a en el departamento de urgencias, opinaba ayer, en la calle del distrito nueve en el campo de refugiados de Bureij, que Lina lleg¨® ya muerta al centro sanitario. En lenguaje vulgar y llano, asegura que muri¨® de miedo. Luego, en t¨¦rminos cient¨ªficos, repite lo que dice el parte oficial: "Muerte por shock neurol¨®gico que provoc¨® una parada cardiorrespiratoria". Ni un comentario m¨¢s.
"Morir de miedo. Es la primera vez en mi vida que me encuentro un caso similar, sobre todo a esa edad. S¨¦ que ha habido durante la Intifada casos parecidos entre gente adulta de Cisjordania. Pero... era imposible de prevenir, y mucho m¨¢s dif¨ªcil de curar. Se hab¨ªan perdido en vano dos horas y media preciosas; el tiempo transcurrido desde que se detectaron los primeros s¨ªntomas, se llam¨® a la ambulancia y ¨¦sta pudo llegar hasta su casa", comenta el doctor, mientras golpea con toda la fuerza del pie una piedra del camino y musita sin cesar: "Sucia guerra, sucia guerra...".
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