Donde el r¨ªo es dulce y salado
Dos rutas y un nuevo observatorio de aves en el Delta del Ebro
Unas 32.000 hect¨¢reas de sedimentos empujados m¨¢s de 25 kil¨®metros mar adentro dan vida a la feraz llanura aluvial del Delta del Ebro. Un mundo ambiguo entre dulce y salado donde las playas, las dunas, las salinas, los arrozales, las acequias, los ca?izales, las lagunas, los bosques ribere?os y el propio Ebro han creado un ecosistema ¨²nico a mitad de camino entre lo silvestre y lo humano. Los arenales arrastrados por la vena de agua desde su nacimiento en las monta?as c¨¢ntabras inventan el segundo mayor humedal de Espa?a, tras Do?ana. Un gigantesco estero, que var¨ªa su rostro al ritmo de las cosechas de arroz.
El ¨¢rea protegida m¨¢s importante de Catalu?a y uno de los espacios naturales m¨¢s ricos del litoral mediterr¨¢neo tiene las hechuras de un paisaje tumbado, tan horizontal que esa perspectiva perdida en pocos metros a ras del suelo, ser¨ªa imposible de apreciar si no fuera por las torres de observaci¨®n. La fecundidad de los limos tra¨ªdos por el r¨ªo propici¨® el asentamiento humano desde los comienzos de la agricultura, creando una convivencia con la fauna, sobre todo alada, que en la actualidad constituye todo un ejemplo.
Los aficionados a la ornitolog¨ªa y los buscadores de playas perdidas tienen en estos lares algunas de sus mejores bazas, con un plantel de especies aladas que supera las 325 y un rosario de playas dunares y arenales sin l¨ªmite, que alargan sus suaves perfiles durante m¨¢s de 90 kil¨®metros. Algunas de estas playas se encuentran en el interior de zonas restringidas de reserva, por lo que su acceso es limitado durante la ¨¦poca de nidificaci¨®n. Dada la horizontalidad y las distancias a recorrer, el medio de transporte m¨¢s id¨®neo es la bicicleta.
Por el golfo de San Jorge
La punta de flecha que forma este estuario est¨¢ rematada por la denominada isla de Buda, uno de los santuarios para las aves acu¨¢ticas de este parque natural, con el acceso restringido pero con varios miradores. En sus inmediaciones, justo al otro lado del r¨ªo, se encuentra la urbanizaci¨®n Riumar, que servir¨¢ como punto de partida para recorrer las playas del golfo de San Jorge hasta la punta del Fangar. El paseo transcurre por la zona de dunas m¨¢s extensa de todo el delta, que termina en un gran brazo de arena, frecuentado por charranes y gaviotas.
Frente a la misma urbanizaci¨®n, la playa se ondula en una sucesi¨®n de dunas m¨®viles coronadas de plantas y arbustos como la arenaria, la bufalaga y el salado. Para proteger el arenal del pisoteo tur¨ªstico se han habilitado unas pasarelas de madera que llevan a la orilla. Una pista de tierra que discurre por el l¨ªmite de las balsas de la Estella y del Pall introduce poco a poco al ciclista en los solitarios arenales del brazo del Fangar. El terso y ¨¢rido albero se riza con el viento tramontano, que en estas llanadas rapi?a la tierra llev¨¢ndola de un lado a otro. Este agradable paseo termina a los pies del faro, pero todav¨ªa se puede seguir andando por la orilla marina hasta las dos puntas del Fangar, la vieja y la nueva, que siguen su crecimiento con cada marea.
La playa del Trabucador
Otra de las excursiones m¨¢s interesantes lleva a las salinas de la Trinidad y al faro de los Alfaques. El itinerario comienza en la playa de los Eucaliptos, entre la balsa de la Platxola y la laguna de la Tancada, al final de la carretera que viene de Amposta a Els Muntells. A muy pocos metros de este lugar, la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO/BirdLife) acaba de inaugurar, dentro de la reserva de Riet Vell, el observatorio Swarovski para deleite de los amantes de las aves. Los primeros cinco kil¨®metros de la ruta transcurren por la barra del Trabucador, un estrecho paso arenoso entre dos mares. Al llegar a la sablera de los Alfaques aparecen las l¨¢minas de agua de las salinas, en las que muy probablemente se podr¨¢n observar flamencos aliment¨¢ndose, adem¨¢s de avocetas, cig¨¹e?uelas y lim¨ªcolas. El resto del camino hasta el faro de la Ba?a se interna por una llanura de dunas m¨®viles que hace dif¨ªcil el paso de la bicicleta, por lo que hay que buscar la l¨ªnea de playa y las zonas h¨²medas m¨¢s compactadas.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo llegar
- Al parque natural del Delta del Ebro se accede desde Amposta (salida 41 de la A-7). Para la primera ruta, llegar hasta Deltebre y Riumar. Para la segunda, a Els Muntells desde Amposta.
Dormir
- Delta (977 48 00 46). Cam¨ª de la Illeta, s/n. Deltebre. Antigua granja de conejos restaurada como hospedaje. Habitaci¨®n doble, de 60 a 80 euros.
- Ampolla Sol (977 46 00 08). Avenida de Ram¨®n Pons, 8. L'Ampolla. Peque?o hotel con vistas al puerto. 60.
- Parador de Tortosa (977 44 44 50). Castell de la Zuda, s/n. Tortosa. Antiguo alc¨¢zar ¨¢rabe. Desde 80 euros.
Comer
- El Mol¨ª (977 59 33 85). Del Sol, 4. L'Ampolla. Arroces, fideu¨¢ y pescados. Entre 15 y 18 euros.
- Cadell (977 48 08 01). Ram¨®n y Cajal, 29. Deltebre. Arroces y pescados. De 18 a 21 euros.
- Fernandel (977 74 03 58). Ctra. de San Isidro, s/n. San Carles de la R¨¤pita. Cocina marinera, arroces. De 24 a 27.
Informaci¨®n
- Centro de informaci¨®n Casa de Fusta (977 26 10 22).
- Parque natural del Delta de Ebro y Ecomuseo (977 48 96 79).
- Reserva de Riet Vell (977 70 23 08 y www.seo.org/rietvell).
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