Una pesadilla de cuatro minutos
Tres fallos consecutivos en la primera parte ante Osasuna abocan al Depor a su primera derrota
En el f¨²tbol, como en la vida, lo imprevisto acecha siempre a la vuelta de la esquina. No importa que todo parezca bajo control, que los acontecimientos se sucedan siguiendo la m¨¢s estricta rutina, que ning¨²n presagio permita adivinar siquiera la inminencia de lo extraordinario. Llega un momento en que el azar, sin tomarse la molestia de un aviso, irrumpe brutalmente y el orden se derrumba en el tiempo de un parpadeo. Un fen¨®meno desacostumbrado, pero siempre posible, como el que se abati¨® sobre el Deportivo en El Sadar con la contundencia y la fugacidad de un rel¨¢mpago. Una pesadilla de apenas cuatro minutos que revent¨® al Depor y estrope¨® su impecable arranque de temporada.
Sin demasiado brillo, sin mucha chispa, pero con el oficio que casi siempre le caracteriza, el Deportivo manejaba un partido tan laborioso como poco problem¨¢tico. El Osasuna derramaba su entusiasmo sempiterno por las cuatro esquinas del c¨¦sped, afanado en descoser las l¨ªneas que suturan el juego del Depor. Y el conjunto de Irureta sent¨ªa los aguijonazos que le imped¨ªan orientarse con claridad. Pero, con todas esas dificultades, nadie le discut¨ªa el gobierno del choque, y ning¨²n peligro inmediato parec¨ªa cernirse sobre su defensa, que viv¨ªa una noche relativamente c¨®moda. Hasta que una simple alteraci¨®n en el orden establecido, un mal c¨¢lculo o quiz¨¢ un exceso de fogosidad, lo precipit¨® al desastre sin tiempo para la reacci¨®n.
OSASUNA 3 - DEPORTIVO 2
Osasuna: Sanzol; Izquierdo, Cruchaga (Mateo m. 63), Josetxo, Antonio L¨®pez; Valdo, Pu?al, Pablo Garc¨ªa, Moha; Bakayoko (Alfredo m. 75) e Iv¨¢n Rosado (Webo m. 83).
Deportivo: Molina; H¨¦ctor, Naybet, Andrade, Capdevila; Sergio (Trist¨¢n m. 46), Mauro Silva; V¨ªctor (Munitis m. 67), Valer¨®n, Luque (Fran m. 74); y Pandiani.
Goles: 1-0. M. 20. Penalti de H¨¦ctor a Moha que transforma Pu?al.
2-0. M. 22. Centro de Moha muy bombeado, Molina falla en el despeje clamorosamente y la pelota le cae a Bakayoko, quien s¨®lo tiene que ceder a Iv¨¢n Rosado para que marque.
3-0. M. 24. Pablo Garc¨ªa saca una falta desde la derecha, Valdo remata en la boca del gol, el bal¨®n pega en el larguero y H¨¦ctor, intentando despejar, marca en propia puerta.
3-1. M. 27. Centro de V¨ªctor que cabecea Luque. 3-2. M.90. Pandiani, tras un barullo en el ¨¢rea.
?rbitro: Esquinas. Amonest¨® a Pablo Garc¨ªa, V¨ªctor, Alfredo y al banquillo de Osasuna.
14.823 espectadores en El Sadar.
El error inicial, el que desencaden¨® todos los mecanismos de la cat¨¢strofe, correspondi¨® a H¨¦ctor, que sin pararse un momento a pensar, con una precipitaci¨®n que no ven¨ªa a cuento, se fue como un toro bravo a por Moha, quien ingresaba en el ¨¢rea por el pico izquierdo. El atacante se adelant¨® la pelota para burlar al marcador, y ¨¦ste le arroll¨® de mala manera. Pu?al convirti¨® un penalti que no ten¨ªa discusi¨®n Y las calamidades del Depor ya no tuvieron fin, concentradas en el simple lapso de cuatro minutos. Fue como si todos los deportivistas se sintiesen de pronto tocados por la desdicha. Hasta alguien tan poco impresionable como Molina cay¨® v¨ªctima de esa sensaci¨®n tan corrosiva. El portero deportivista cometi¨® uno de los errores m¨¢s flagrantes que se le recuerdan. Le cay¨® un centro al ¨¢rea peque?a, muy alto y bombeado, pero que tampoco semejaba un peligro especial. Es dif¨ªcil saber qu¨¦ pas¨® por la mente de Molina, quien se limit¨® a levantar el brazo izquierdo y a meter una mano tan blanda que la pelota cay¨® candorosamente a los pies de Bakayoko. Lo dem¨¢s fue pura rutina: el pase del africano a Iv¨¢n Rosado, quien esperaba sobre la l¨ªnea de gol para darle el empujoncito final.
La hecatombe no se detuvo para el Deportivo, aquejado de repente de todas las inseguridades del mundo. Y la v¨ªctima volvi¨® a ser H¨¦ctor, quien estaba viviendo un martirio ante el marroqu¨ª Moha s¨®lo comparable al que padeci¨® en el otro lateral su compa?ero Capdevila con el r¨¢pido y habilidoso Valdo. La jugada naci¨® de nuevo con un bal¨®n alt¨ªsimo, producto de una falta sacada por Pablo Garc¨ªa. Valdo toc¨® un poco de frente a la porter¨ªa y la pelota se fue al larguero. El rebote le cay¨® a H¨¦ctor, definitivamente rendido al descalabro. Y lo que pretend¨ªa ser un despeje se transform¨® en un remate a gol en propia puerta.
El Deportivo tuvo una reacci¨®n fulminante, que por un instante anunci¨® cierta presencia de ¨¢nimo para hacer frente a la sucesi¨®n de anormalidades. Fue un gol estupendo y poderoso, muy bien gestado por V¨ªctor en su centro y mejor culminado por Luque con un gran cabezazo. Hab¨ªa partido suficiente para desafiar lo imposible, pero pronto se vio que ni el Depor ten¨ªa fuerzas ni Osasuna estaba dispuesto a desaprovechar sus cuatro minutos de gloria. Los ingresos de Trist¨¢n, Munitis y Fran apenas tuvieron relevancia. El Osasuna gobern¨® el partido a su manera y lanzado al contragolpe, con la rapidez de Bakayoko, de Valdo, de Moha, de Iv¨¢n Rosado, hasta lleg¨® a amenazar con la goleada. Pese al tard¨ªo tanto de Pandiani, la fugaz pesadilla de la primera parte hab¨ªa bastado para demoler a un rival que hasta anoche s¨®lo contaba victorias en la Liga.
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