El Celta recupera el romanticismo
Los vigueses remontan dos goles de Makukula con un ataque desenfrenado en la segunda mitad
El Celta exhibi¨® frente al Valladolid una desconocida capacidad de reacci¨®n, que le permiti¨® en v¨ªsperas de la visita del Mil¨¢n recuperar en 27 minutos lo que cedi¨® en los 55 anteriorres. Lastrado por un error de Cavallero a los cuatro minutos de los que pesan en todo el equipo, se entreg¨® en la segunda mitad a uno de esos ciegos ataques repletos de romanticismo que tanto se a?oraban en Bala¨ªdos. Con m¨¢s de media hora por delante, se llev¨® Lotina a sus temerosos centrales al vestuario, para comprobar c¨®mo la ecuaci¨®n de calidad y cantidad en el ataque suele dar buenos resultados.
Al Valladolid le hab¨ªa sobrado con Makukula y una pizca de presi¨®n para atormentar al Celta. Cada vez que el delantero recibi¨® la pelota sembr¨® el caos en el equipo de Lotina, que ha perdido toda la consistencia defensiva que le catapult¨® el curso pasado. Los centrales celestes no supieron frenarle ni por arriba ni por abajo, como contagiados por el nerviosismo de Cavallero, que a los cuatro minutos permiti¨® con su descomunal disparate que se adelantara el Valladolid. Criticado en Argentina por los goles de la selecci¨®n y castigado por el Celta sin Liga de Campeones por el tanto que le encaj¨® el b¨¦tico Asun?ao, el cancerbero dio argumentos a sus cr¨ªticos con una salida a ninguna parte. Ocurri¨® en un cruce con Makukula al que lleg¨® primero pese a salir con retraso, pero el bal¨®n le traspas¨® como si le hubiese perforado para dejar al delantero blanquivioleta solo frente a la porter¨ªa.
CELTA 3 - VALLADOLID 2
Celta: Cavallero; Velasco, C¨¢ceres (Juanfran, m. 57), Sergio (?ngel, m. 57), Sylvinho; Luccin, Jos¨¦ Ignacio; Jesuli, Mostovoi, Gustavo L¨®pez (Vagner, m. 72); y Milosevic.
Valladolid: Bizarri; Jonathan, Julio C¨¦sar, Caminero (Pe?a, m. 20), Marcos; Jes¨²s, Richetti; Sales (Chema, m. 65), ?scar, Zapata (Ciric, m. 69); y Makulula.
Goles: 0-1. M. 4. Fallo de Cavallero en el corte y Makukula anota a placer. 0-2. M. 49. Makukula recibe en el ¨¢rea, se deshace de C¨¢ceres y anota. 1-2. M. 55. Jesuli dispara desde fuera del ¨¢rea y el rebote en Julio C¨¦sar descoloca a Bizarri. 2-2. M. 67. Milosevic remata un centro de Juanfran. 3-2. M. 82. Centro de Jesuli desde la derecha que cabecea Mostovoi.
?rbitro: Medina Cantalejo. Amonest¨® a Sylvinho, Luccin, Sergio, Sales, Bizarri, Jes¨²s, Jonathan y Fernando V¨¢zquez.
17.000 espectadores en Bala¨ªdos.
Lo que no hizo Makukula lo pudo la presi¨®n del Valladolid. Los nervios de los centrales y la tosquedad de Jos¨¦ Ignacio provocaron una sucesi¨®n de pases sucios, balones divididos y pelotazos a ninguna parte. En esas circunstancias, al Celta s¨®lo le quedan Gustavo L¨®pez y Mostovoi, m¨¢s alg¨²n apunte de Jesuli. Las singularidades del Celta quedaron retratadas en la banda derecha, donde el c¨¦sped qued¨® intacto. O atac¨® el equipo vigu¨¦s por la izquierda o busc¨® la cabeza de Milosevic, lo que benefici¨® el trabajo defensivo del grupo de Fernando V¨¢zquez. El asunto pareci¨® sentenciado al poco de comenzar el segundo tiempo. Como el paso por los vestuarios no calm¨® a los centrales celestes, la reanudaci¨®n se inici¨® con otro homenaje de C¨¢ceres a Makukula, que recibi¨® al borde del ¨¢rea peque?a para controlar, prepararse la pelota, abrirse un metro hacia la izquierda y anotar otra vez con la complacencia de Cavallero. La cosa ten¨ªa pinta de tragedia.
La reacci¨®n del equipo vigu¨¦s tuvo un punto de descontrol, pero estuvo repleta de desenfreno. Para empezar, el entrenador c¨¦ltico ech¨® del campo a Sergio y C¨¢ceres, aunque fuera para que ingresasen los laterales ?ngel y Juanfran. Luccin se coloc¨® en el centro de la defensa, flanqueado por Sylvinho y Velasco, para a partir de ah¨ª atacar con todo. Lo que no pudo la elaboraci¨®n lo consigui¨® la inquietud, que ahora atenazaba al equipo de V¨¢zquez. Y llegaron los goles: el de Jesuli, favorecido por un rebote; el de Milosevic, que remat¨® un centro de Juanfran, y el de Mostovoi, el que vali¨® la primera victoria de la temporada, que tuvo el sabor de unos tiempos en los que marcar tres goles no era noticia.
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