Basarse en la herencia y no en los m¨¦ritos
EL CANDIDATO del PP a la presidencia de Gobierno, Mariano Rajoy, ha oficializado lo que hab¨ªan adelantado otros dirigentes: que su partido suprimir¨¢ el impuesto de sucesiones en todas aquellas comunidades en que gobierne. Contrarresta as¨ª la reforma del gravamen anunciada por la Junta de Andaluc¨ªa (y a la que se ha apuntado el PSOE), consistente en esencia en abolirlo para la rentas medias y bajas y mantenerlo para las grandes fortunas. Rajoy fue transparente al justificar la muerte del impuesto: "va contra su filosof¨ªa".
Lo har¨¢ poco a poco para no perjudicar el objetivo del d¨¦ficit cero: las herencias destinadas a menores de 21 a?os en 2004. El criterio de la edad anula el de la fortuna heredada: dar¨¢n lo mismo, por ejemplo, los herederos de Amancio Ortega, el hombre m¨¢s rico de Espa?a, que los de un indigente. Se eliminar¨¢ para el 25% de todos los supuestos en 2005, el 50% para 2006 y de forma ¨ªntegra en 2007. Los argumentos son de sobra conocidos: grava doblemente bienes que ya fueron objeto de tributaci¨®n; no afecta a todos los ciudadanos espa?oles, puesto que hay comunidades que ya han declarado a sus habitantes exentos del gravamen, y, sobre todo, no lo pagan las grandes fortunas, sino las clases medias y bajas, por efecto de la ingenier¨ªa fiscal. Pero estos argumentos justifican m¨¢s una reforma que su desaparici¨®n. En el extremo, algunos de ellos servir¨ªan tambi¨¦n para acabar con el impuesto sobre la renta.
Eliminar este impuesto significa basarnos en la herencia y no en los m¨¦ritos como principio de igualdad de oportunidades. Es como formar el equipo ol¨ªmpico del futuro eligiendo a los primog¨¦nitos de los medallistas del pasado
En el a?o 2001, Bush anunci¨® la misma medida que ahora va a poner en pr¨¢ctica el partido de Rajoy. Hubo muchas resistencias entre una parte de los economistas, los dem¨®cratas y, lo m¨¢s sorprendente, entre m¨¢s de un centenar de multimillonarios (el padre de Bill Gates, Warren Buffett, George Soros, David y Steve Rockefeller, Paul Newman, etc¨¦tera), que publicaron un manifiesto bajo la siguiente filosof¨ªa: una de las costumbres m¨¢s arraigadas de la alta burgues¨ªa estadounidense es acabar devolviendo a la sociedad lo que ¨¦sta le ha dado; es necesario preservar la igualdad de oportunidades. "Eliminar el impuesto de sucesiones ser¨ªa negativo para nuestra democracia, nuestra econom¨ªa y nuestra sociedad", rezaba este manifiesto de los afortunados, agrupados en torno a la asociaci¨®n Riqueza Responsable.
Buffett, uno de los principales accionistas de empresas como Coca-Cola, Gillete o la sociedad editora de The Washington Post, y segunda mayor fortuna de Estados Unidos, declaraba que la no tributaci¨®n de las herencias conduce a una "aristocracia de la riqueza" y propon¨ªa la reforma del gravamen de forma que lo pagasen los que lo merec¨ªan, en coherencia con el principio de igualdad de oportunidades: "Ser¨ªa como formar el equipo ol¨ªmpico para los Juegos de 2020 eligiendo a los primog¨¦nitos de los medallistas de 2000".
El presidente de EE UU es el arquetipo de heredero. Hizo dinero gracias a los contactos petroleros de su padre y alcanz¨® la presidencia gracias, entre otros, a los aliados pol¨ªticos de su padre. No es extra?o que quisiera abolir el impuesto de sociedades. Lo extra?o era que esos 120 multimillonarios se uniesen a la campa?a de defensa del impuesto. Si se suprime el gravamen, insist¨ªan, "se crear¨¢ una aristocracia de la riqueza que transmitir¨¢ a sus descendientes el control sobre los recursos de la naci¨®n". Y todo ello "bas¨¢ndose en la herencia y no en el m¨¦rito".
The New York Times (que apoy¨® a los que firmaron el manifiesto en sus p¨¢ginas) defendi¨® en un editorial que el impuesto de sociedades, independientemente de su capacidad recaudatoria, sirve para preservar una sociedad en la que el ¨¦xito se basa en los m¨¦ritos personales y no en las herencias: "Estamos m¨¢s cerca de la meritocracia que ninguna sociedad del mundo. Sin el impuesto de sucesiones tendremos una aristocracia de la riqueza, lo que supondr¨¢ poner la habilidad de dirigir los recursos de la naci¨®n en las herencias m¨¢s que en los m¨¦ritos".
?sta no parece ser la filosof¨ªa del PP.
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