Adultos
Conozco una escuela donde los profesores han de dedicar las primeras jornadas de septiembre a matricular a los alumnos. Con una inscripci¨®n que supera el millar de estudiantes, carece de administrativos. No es la ¨²nica. Los centros de formaci¨®n de personas adultas se ven desasistidos hasta ese extremo, el de no disponer de alguien que se haga cargo de las tareas burocr¨¢ticas m¨¢s elementales. Heredaron los populares al llegar al poder una ley de formaci¨®n de adultos singularmente moderna y ambiciosa. Fue una de las ¨²ltimas cosas que hicieron bien los socialistas. M¨¢s de ocho a?os despu¨¦s, la precariedad y el abandono campan sobre los cerca de 80 centros p¨²blicos y m¨¢s de 140 programas municipales diseminados por el Pa¨ªs Valenciano. Y eso a pesar de las recomendaciones de la Unesco en el sentido de que la formaci¨®n permanente, la educaci¨®n a lo largo de toda la vida, es una necesidad de las sociedades del siglo XXI, que deben superar la mera respuesta a los d¨¦ficits en la formaci¨®n inicial para permitir a los ciudadanos obtener una titulaci¨®n (el graduado en educaci¨®n secundaria, en nuestro caso), ponerse al d¨ªa o simplemente ampliar sus conocimientos. Hablo de instituciones docentes de clientela tan heterog¨¦nea como la vida misma. Desde amas de casa que no se resignan a j¨®venes de 16 a?os con contratos de aprendizaje en busca de un certificado acad¨¦mico, pasando por gentes que persiguen a¨²n la alfabetizaci¨®n, trabajadores que quieren reciclarse o una creciente avalancha de inmigrantes que tienen en esa oferta educativa una llave insustituible para la integraci¨®n en otro mundo, sus alumnos reflejan la palpitaci¨®n cotidiana de la calle. Consideran todos los organismos internacionales, empezando por la Uni¨®n Europea, que la formaci¨®n de personas adultas es una apuesta imprescindible para el fomento de una ciudadan¨ªa activa, pero la actitud de nuestros gobernantes es el desinter¨¦s y la desidia. Instalaciones deficientes, profesorado inestable, ausencia de educadores sociales, falta de especialistas y de mediadores culturales... El panorama delata con crudeza que, para la pol¨ªtica de la derecha, las prioridades est¨¢n en otra parte.
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