Fatih Terim, el 'Napole¨®n' turco
El pueblo turco suele rendir pleites¨ªa a sus viejas glorias en cualquier ¨¢mbito, y el deporte, como un referente m¨¢s de la identidad nacional, no es una excepci¨®n. Por eso no extra?a la veneraci¨®n que inspira en el pa¨ªs Fatih Terim, t¨¦cnico del Galatasaray. En Estambul acostumbran a llamarle el Emperador, qui¨¦n sabe si por su fuerte car¨¢cter o por el retrato de Napole¨®n que preside su despacho. Los equipos turcos m¨¢s importantes acostumbraban a importar t¨¦cnicos ilustres en la pasada d¨¦cada: Hiddink, Lazaroni, Parreira, Ivic y Zeman trabajaron en el Fenerbhace. Jupp Derwall y Graeme Souness en el Galatasaray. Ninguno consigui¨® triunfos relevantes en Europa.
Pero a mediados de los 90 el Galatasaray decidi¨® cambiar de pol¨ªtica y confiar en Terim para gestionar una plantilla en la que ya destacaban jugadores turcos: Okan, Ergun o Hakan Sukur dar¨ªan un importante salto de calidad en compa?¨ªa de veteranos curtidos en las grandes ligas europeas, como Hagi, Taffarel o Popescu. Terim (Adana, 1953) hab¨ªa jugado de l¨ªbero en el club y en la selecci¨®n turca durante trece a?os. Se dice que su car¨¢cter amedrentaba rivales y llenaba de confianza ganadora a los suyos, virtudes que tambi¨¦n supo transmitir como t¨¦cnico, primero en clubes modestos, despu¨¦s en la selecci¨®n sub 21 y en la absoluta, a la que llev¨® a la fase final de la Eurocopa 96. Con el Emperador el Galatasaray domin¨® con firmeza el campeonato local desde el 96 al 2000. Fueron cuatro t¨ªtulos de liga, coronados con el primer gran ¨¦xito del f¨²tbol turco en Europa. Ya hab¨ªa dado sorpresas en alguna edici¨®n de la Liga de Campeones, pero fue en la UEFA donde el equipo de Terim alcanz¨® el t¨ªtulo, tras eliminar a equipos como el Borussia Dortmund, el Mallorca y el Leeds, y venciendo por penaltis al Arsenal en la final.
Hasta Italia llegaron los ecos del juego que mostraba en Europa el conjunto otomano, con mucho car¨¢cter competitivo y predisposici¨®n para jugar al ataque en cualquier campo. El exitoso productor cinematogr¨¢fico y entonces pol¨¦mico presidente de la Fiorentina Cecchi Gori se atrevi¨® a fichar a Terim: el primer turco en los banquillos transalpinos. En la campa?a 2000/2001, el equipo de Florencia inicia la temporada con excelentes resultados y un juego sumamente atractivo. El t¨¦cnico hab¨ªa firmado un contrato anual y el presidente quer¨ªa renovarle enseguida, pero surgieron los problemas: la econom¨ªa del Fiorentina presentaba un cuadro de colapso total (que a largo plazo derivar¨ªa en la desaparici¨®n del club) y la afici¨®n aplaud¨ªa al entrenador y pitaba al presidente. Tras 20 jornadas y con el equipo bien clasificado, Terim dimiti¨® por sus continuos roces con las altas esferas del club, que acusaban al t¨¦cnico de haber firmado un preacuerdo con el Milan. En la sede del equipo lombardo no olvidaban que el Galatasaray hab¨ªa apuntillado con un f¨²tbol muy atrevido al Milan en la Liga de Campeones en 1999. Lo cierto es que el turco acab¨® sent¨¢ndose en el banquillo local de San Siro, dirigiendo a un Milan que la campa?a anterior hab¨ªa fracasado. Terim mont¨® un equipo ofensivo pero desequilibrado. Las urgencias de un club tan grande no le dieron tiempo ni a fracasar. A la novena jornada fue destituido, decisi¨®n muy criticada por la hinchada y los pesos pesados de la plantilla, caso de Maldini. Terim volvi¨® a Turqu¨ªa, un pa¨ªs donde su grave tono de voz se escucha con el respeto que se le debe a los grandes.
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