Kezman, el goleador ego¨ªsta
Cuando en el verano de 2001 el PSV traspas¨® a Van Nistelrooy al Manchester United los hinchas del equipo holand¨¦s lamentaron perder al prol¨ªfico goleador, pero confiaban en el tradicional buen olfato del club para encontrar en el mercado a alguna joven promesa for¨¢nea que asegurara goles a buen precio, y que a medio plazo pudiera incluso rendir dividendos con un traspaso importante, tal y como en su d¨ªa ocurri¨® con Romario o Ronaldo. El as en la manga que se guardaban los ojeadores del PSV era un joven yugoslavo de 21 a?os llamado Mateja Kezman (Zemun, 1979). Su padre fue portero del Zemun en la primera divisi¨®n, y Kezman ingres¨® en los juveniles de ese club, pero emigr¨® pronto para jugar en equipos de segunda, como el Radnicki, modestos escaparates para alcanzar por fin un contrato con un grande. El Partiz¨¢n de Belgrado, el equipo del viejo ej¨¦rcito yugoslavo que ha ganado siete de las ¨²ltimas ocho ligas en Yugoslavia, le fich¨® en 1998. En su primera temporada se gan¨® el aprecio de la fogosa hinchada local gracias a los decisivos goles que marc¨® ante el gran rival del Partiz¨¢n, el Estrella Roja, y tambi¨¦n a los croatas del Rijeka en una eliminatoria europea. Pero su explosi¨®n definitiva lleg¨® en la temporada 99/00, al lograr 28 goles. Entonces ya declar¨® que so?aba con ser el mejor goleador de Europa y fichar por el Barcelona o el Manchester United. Hoy sus aspiraciones no han cambiado y considera que el PSV, que le fich¨® en 2000 y con el que marc¨® 24 goles en su primera campa?a y 15 en la segunda, es un puente para mayores retos. La temporada pasada hizo nada menos que 33 goles en la liga holandesa, y solo la mayor valoraci¨®n de los 29 de Makaay en el Deportivo privaron al serbio de conseguir su ansiada Bota de Oro. El mallorquinista Bruggink, que era su pareja de ataque en el PSV, le define como "un chico temperamental que ha sabido salvar sus dificultades de adaptaci¨®n a un pa¨ªs nuevo". Radomir Antic ha seguido con inter¨¦s su evoluci¨®n: "Le distingue su car¨¢cter inconformista. Su enorme ego est¨¢ plasmado en su juego. Tiene el ego¨ªsmo de los goleadores natos. No responde al perfil del t¨ªpico jugador yugoslavo con grandes cualidades t¨¦cnicas, sino que se siente c¨®modo cuando el juego adquiere mucha velocidad y puede tirar de su enorme potencial f¨ªsico". La pasada semana Kezman marc¨® dos goles al Feyenoord, sumando100 desde que milita en el PSV. Y estaba tan convencido de que iba a alcanzarla que exhibi¨® una camiseta con ese n¨²mero bajo la oficial. Zurdo, muy r¨¢pido, potente e intuitivo en el ¨¢rea, no necesita mucho tiempo para armar el disparo o cabecear: esta temporada lleva ocho goles en seis partidos de liga. Aunque eso s¨ª, su car¨¢cter le ha jugado malas pasadas. Su relaci¨®n con Eric Gerets, su primer entrenador en el PSV, era m¨¢s que tensa. En un partido frente al Ajax el t¨¦cnico le sustituy¨® a los 20 minutos de partido y Kezman explot¨®: "Mi primer pensamiento fue tomar el primer vuelo a Belgrado". Jam¨¢s acepta de buen grado un cambio o una reprimenda. Ya en la Eurocopa 2000, con su selecci¨®n nacional, fue expulsado por una fea patada al noruego Mykland cuando llevaba menos de un minuto sobre el c¨¦sped, acci¨®n que seguramente cerr¨® la posibilidad de un traspaso a Italia o Inglaterra. En febrero, tras un partido entre Serbia-Montenegro y Azerbay¨¢n tambi¨¦n manifest¨® su decisi¨®n de abandonar la selecci¨®n por profundas diferencias con el entonces t¨¦cnico Dejan Savicevic. Pero en agosto lleg¨® un nuevo seleccionador, Petkovic, que ha vuelto a contar con Kezman, seguramente porque sus goles importan m¨¢s que los problemas que genera su ego.
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