"Los poetas tienen un 'demonio de la guarda' que les anima a buscarse problemas"
Nacida en Almer¨ªa en 1962, Aurora Luque pas¨® su infancia en C¨¢diar, en la Alpujarra granadina. Licenciada en Filolog¨ªa Cl¨¢sica por la Universidad de Granada, actualmente ejerce como profesora de Griego Antiguo en M¨¢laga. En su obra po¨¦tica, marcada por los mitos grecolatinos, el deseo de belleza y la preocupaci¨®n por el paso del tiempo, destacan t¨ªtulos como Hiperi¨®nida, Problemas de doblaje, Carpe noctem (Premio Rey Juan Carlos), Carpe mare, Transitoria (Acc¨¦sit del Premio Rafael Alberti), Las dudas de Eros y Portuaria. Es directora de la colecci¨®n de poes¨ªa Cuadernos de Trinacria y, junto al tambi¨¦n poeta Jes¨²s Aguado, de la colecci¨®n MaRemoto de poes¨ªa internacional. Asimismo, pertenece al consejo de redacci¨®n de la colecci¨®n de poes¨ªa espa?ola Puerta del mar y ejerce como articulista de opini¨®n en el diario Sur de M¨¢laga. Recientemente ha visto la luz su ¨²ltimo poemario, Camaradas de ?caro (Visor), con el que obtuvo el primer premio Fray Luis de Le¨®n.
Pregunta. ?Qui¨¦nes son esos camaradas del t¨ªtulo?
Respuesta. Son los poetas, los artistas que, aun sabiendo que sus alas son precarias, desoyen los consejos y se aventuran por zonas desconocidas. Volar en sentido contrario a la mayor¨ªa se paga caro, casi siempre sucede la ca¨ªda en alg¨²n abismo.
P. Los mitos cl¨¢sicos, ?no se gastan?
R. Nunca. La mitolog¨ªa siempre fue una biblia para los poetas. Una biblia heterodoxa, v¨¢lida para un tiempo sin biblias. No se lee como un libro de dogmas, sino m¨¢s bien como una caja auxiliar de herramientas.
P. ?Qu¨¦ le ense?aron las poetas griegas a las que dedic¨® su memoria de licenciatura?
R. Me di cuenta de lo estrecho que es el canon que transmite la Historia de la Literatura, totalmente androc¨¦ntrico. Hay muchos rescates a¨²n por hacer de poetas que est¨¢n en penumbra por razones de g¨¦nero. Cualquiera puede ver que faltan muchos nombres. No es que vayamos a recuperar a ninguna Cervantes, pero s¨ª a figuras muy dignas.
P. Los poetas, ?tienen ¨¢ngel de la guarda, o est¨¢n desamparados?
R. En ning¨²n caso tienen un ¨¢ngel que les proteja, sino m¨¢s bien un demonio de la guarda, que los anima a buscarse problemas. Estamos mejor sin demasiados amparos ni mecenazgos.
P. La cr¨ªtica insiste en calificarla de posmoderna. ?se siente c¨®moda con esa etiqueta?
R. Entiendo ese posmodernismo en un sentido amplio. Cuando esa etiqueta se utiliza en la solapa de un libro, creo que se refiere a una poes¨ªa muy consciente del fin del sue?o de las vanguardias. En ese caso los posmodernos nos ver¨ªamos en la orilla opuesta. Quiz¨¢ sea eso, pero no me atrever¨ªa a formular definiciones. Acaso tambi¨¦n entrar¨ªa ah¨ª la pereza para escribir manifiestos o confeccionar posturas est¨¦ticas, en una ¨¦poca en que se han desvelado ya todos los trucos de la oficina literaria.
P. ?Por qu¨¦ los poetas j¨®venes lamentan m¨¢s el paso del tiempo que los mayores?
R. Creo que es casi m¨¢s l¨®gico en los j¨®venes lamentarlo, porque la conciencia quiz¨¢ sea m¨¢s aguda. El paso del tiempo es igual de irreparable para todos, pero de mayores aprendemos a ponernos vendas y dise?ar estrategias. No creo que haya que extra?arse por ese dolor de los j¨®venes. Al fin y al cabo, la muerte es siempre el problema que todos tenemos enfrente.
P. Usted colabora habitualmente con la prensa diaria. ?Tiene sitio la poes¨ªa en los peri¨®dicos?
R. Bajo forma de poemas, los peri¨®dicos dedican poqu¨ªsimo espacio, incluso cuando, por ventura, editan suplementos literarios. Pero en sentido amplio s¨ª que tiene un lugar, entendiendo la poes¨ªa como aquello que propicia una reflexi¨®n sobre el lenguaje mismo y la vida secreta de las palabras. Lo lamentable es que, con demasiada frecuencia, el deseo de objetividad se confunde con la pobreza expresiva.
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