Las emisiones valencianas de gases contaminantes doblan la media nacional

Las emisiones de gases de efecto invernadero (di¨®xido de carbono equivalente) crecieron un 62% en la Comunidad Valenciana entre los a?os 1990 y 2002, seg¨²n un estudio elaborado por el experto Jos¨¦ Santamarta, director de la revista World Watch. En ese periodo en Espa?a las emisiones crecieron un 38%. La cifra valenciana cuadruplica lo permitido por el Protocolo de Kioto y pone de manifiesto, en opini¨®n del diputado auton¨®mico de Els Verds, Carles Arnal, la escasa preocupaci¨®n del Gobierno del PP por una cuesti¨®n que afecta a todos los sectores.

El estudio elaborado por Santamarta es demoledor y deja en muy mal lugar a la Administraci¨®n, porque evidencia que el Gobierno no tiene ning¨²n plan serio para cumplir los compromisos adquiridos con la firma del Protocolo de Kioto. Para demostrar las perniciosas consecuencias de la pol¨ªtica energ¨¦tica espa?ola, el trabajo comienza con datos acerca de la ola de calor del pasado verano. "Seg¨²n el Gobierno, [en Espa?a] han muerto 105 personas directamente a causa de la ola de calor", se?ala, "pero la cifra real es muy superior y no menos de 6.112 personas fallecieron en Espa?a en el verano de 2003" como consecuencia de ello. En la ciudad de Valencia murieron ente los d¨ªas 1 y 15 de agosto 66 personas m¨¢s que en 2002, lo que supuso un incremento del 19,7%; y en Alicante fallecieron 24 personas m¨¢s (un aumento del 15,1%), seg¨²n los datos que aporta el trabajo, que cita tambi¨¦n los efectos perniciosos para la agricultura y los incendios forestales.

Santamarta explica que "dadas las consecuencias del cambio clim¨¢tico en Espa?a (inundaciones y sequ¨ªas, desaparici¨®n de playas, incendios forestales, perjuicios al turismo, la agricultura, la salud y a la diversidad biol¨®gica), cabr¨ªa esperar una pol¨ªtica m¨¢s beligerante por parte de la Administraci¨®n", y a?ade que, "sin embargo ¨¦sta deja traslucir una cierta indiferencia, cuando no el m¨¢s trasnochado desarrollismo, reclamando el derecho a contaminar m¨¢s". Seg¨²n este especialista, las consecuencias de esta pol¨ªtica son especialmente graves en el Pa¨ªs Valenciano, "dada la extrema vulnerabilidad de los ecosistemas mediterr¨¢neos debida a la baja tasa de renovaci¨®n de suelo y del agua en gran parte de la regi¨®n". El estudio pone de relieve que aqu¨ª las emisiones "han crecido m¨¢s que en cualquier otra regi¨®n, por la pol¨ªtica desarrollista del PP, a pesar de la posible gravedad del cambio clim¨¢tico en una regi¨®n tan dependiente del turismo de sol y playa y de una agricultura intensiva que ya sufre la falta de agua".

Tras se?alar que se ha criticado "con toda la raz¨®n" a EE UU por su negativa a ratificar el Protocolo de Kioto, el estudio revela que en ese pa¨ªs las emisiones crecieron un 16% entre 1990 y 2002, mientras que en Alemania se redujeron en un 19% y en el conjunto de la UE subieron s¨®lo un 4%. Unas cifras que est¨¢n muy lejos del 62% de incremento en el caso valenciano. Santamarta considera que la pol¨ªtica del PP "se caracteriza por la total hipocres¨ªa: ratifica y luego hace todo lo posible para que las emisiones sigan aumentando".

El trabajo advierte de las consecuencias de estos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero para cuando entre en vigor el mercado de emisiones de CO2. En 1997, la UE se comprometi¨® a controlar sus emisiones de CO2 y los niveles de gases de efecto invernadero para cumplir con el Protocolo de Kioto. Para ello se estableci¨® como referente mantener las emisiones de 1990, y se acord¨® que para el periodo 2008-2012 Europa deb¨ªa reducir sus emisiones en un 8% con respecto a 1990. Los gobiernos de la UE establecieron unos l¨ªmites de emisi¨®n de gases diferentes para cada pa¨ªs, en funci¨®n de las previsiones de evoluci¨®n econ¨®mica.

A Espa?a se le permiti¨® que aumentara la emisi¨®n de gases en un 15% respecto a 1990. Pero nadie pens¨® que el desarrollo econ¨®mico espa?ol iba a ser tan importante. En 2002 Espa?a estaba ya en el 38% y la Comunidad Valenciana, en el 62%. Cuando entre en vigor el mercado de emisiones, en 2005, las empresas que tengan sistemas eficientes podr¨¢n vender derechos de contaminaci¨®n, que comprar¨¢n aquellas que no dispongan de medidas contra las emisiones. Una aplicaci¨®n pr¨¢ctica del principio de "quien contamina, paga". Las empresas valencianas partir¨¢n en desventaja y tendr¨¢n que comprar.