El Depor asimila la rutina europea
El cuadro de Irureta resuelve con oficio y punter¨ªa un choque escaso de f¨²tbol ante el PSV
Cuatro a?os consecutivos jugando contra los mejores de Europa han deparado un magn¨ªfico proceso de aprendizaje al Deportivo, que se mueve por la competici¨®n internacional con la misma desenvoltura que le distingue de fronteras para dentro. El Depor ha asimilado las rutinas europeas de tal manera que hasta sabe ganar cuando le falta el juego. Anoche, contra el PSV, se vio en una de esas situaciones en la que un equipo parece desorientado en la niebla. Pero sali¨® del paso como hubiese salido en un partido cualquiera de la Liga: con entereza y buena punter¨ªa.
Valer¨®n nunca ha tenido muy buenas relaciones con la selecci¨®n, en la que fue sumar¨ªsimamente ejecutado tras la ¨²ltima Eurocopa, un trauma con el que desembarc¨® en A Coru?a hasta hacer pensar a Irureta que era un caso perdido para el f¨²tbol. En el Deportivo Valer¨®n recobr¨® la felicidad del juego y se gan¨® al derecho a regresar al equipo nacional, pero las excursiones con Espa?a siguen sin sentarle bien. En la ¨²ltima se vio enredado en una de esas pol¨¦micas que cada cierto tiempo alimenta el f¨²tbol -y que a ¨¦l tanto le disgustan- a prop¨®sito de su pretendida incompatibilidad con Ra¨²l. No hay elementos para asegurar que aquello le da?ase psicol¨®gicamente. Pero, sea o no coincidencia, desde entonces atraviesa uno de esos per¨ªodos de languidez que le aquejan de vez en cuando. Y Valer¨®n, m¨¢s que un futbolista, es un flujo que se transmite a todo el equipo. O sea, que si se le ofusca la creatividad, es todo el Deportivo el ofuscado.
DEPORTIVO 2 - PSV EINDHOVEN 0
Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Andrade, Naybet, Capdevila; Sergio, Mauro Silva; V¨ªctor, Valer¨®n (Munitis, m.80), Luque (Fran, m.46); y Pandiani (Diego Trist¨¢n, m.60).
PSV Eindhoven: Waterreus; Ooijer, Bouma, Hofland, Young Pyo Lee; Van der Schaaf (Robben, m.55), Park, Vogel (Vannegoor, m.78), Van Bommel; Rommedhal y Kezman.
Goles: 1-0. M. Sergio lanza una falta desde la frontal del ¨¢rea que, tras tocar, en Van der Schaaf, supera a Waterreus.
2-0. M.50. Pandiani transforma por bajo un penalti por empuj¨®n de Hofland a Valer¨®n.
?rbitro: Bo Larsen (Dinamarca). Mostr¨® tarjeta amarilla a Naybet, Ooijer y V¨ªctor.
Riazor. Unos 22.000 espectadores.
Anoche no fue excepci¨®n. El Depor se encontr¨® ante un buen equipo, un conjunto con el t¨ªpico gusto holand¨¦s, solvente con la pelota y de movimientos el¨¦ctricos. Y aunque su situaci¨®n empezaba a ser desesperada tras su derrota ante el M¨®naco en la primera jornada -"esto es una final para nosotros", hab¨ªa dicho su entrenador, Guus Hiddink-, el PSV no incurri¨® en el pecado de la ansiedad. Se pertrech¨® bien en el medio para tapar las maniobras del Deportivo y desde all¨ª lanz¨® sus pullas, siempre bien dirigidas por el toque de Van Bommel, que encend¨ªa la chispa para acelerar a Rommedahl, al coreano Ji Sung Park, al insaciable goleador Kezman, tipos con capacidad para llevar las revoluciones al m¨¢ximo. El Depor asumi¨® el riesgo que siempre comporta achicar el campo tirando la defensa hacia arriba. El PSV intent¨® explotar esa v¨ªa, que proporcion¨® alg¨²n susto al Depor, aunque a la hora de le verdad se impusiera el reinado de Andrade y Naybet, dos centrales muy competentes, r¨¢pidos y con reflejos. Pero la consistencia del Depor se perd¨ªa m¨¢s adelante, all¨ª donde el equipo sufre el periodo gris de Valer¨®n.
Con el choque muy equilibrado, preso en el medio del campo y casi ausente de las ¨¢reas, el Depor encontr¨® la soluci¨®n que menos se esperaba. Desde que Djalminha no juega, la gente en Riazor espera muy poco cuando su equipo dispone de una falta frente a la porter¨ªa contraria. Anoche incluso empezaron a aflorar los silbidos en el momento en que Mauro Silva, Luque y Sergio parecieron liarse con la jugada ensayada para despistar en el lanzamiento. Hasta que Sergio se decidi¨® a tirar, raso y bien colocado, la pelota tropez¨® ligeramente en un defensa y el portero qued¨® petrificado, sin saber a donde lanzarse mientras la pelota ya caminaba hacia la red. El PSV, que tan correcto hab¨ªa parecido hasta entonces, mostr¨® una gelidez impropia de lo que se estaba jugando y le falt¨® esa resoluci¨®n que requiere el f¨²tbol para sobreponerse a las contrariedades. Para el Deportivo s¨®lo fue cuesti¨®n de seguir las instrucciones de un programa que tiene muy asimilado. Cedi¨® en la presi¨®n sobre la defensa rival, se agrup¨® m¨¢s en el medio y esper¨® a que llegase la siguiente oportunidad. Se present¨® al inicio de la segunda parte, cuando Valer¨®n se sacudi¨® la nostalgia, acudi¨® a rematar un bal¨®n de cabeza y le hicieron penalti. Marc¨® Pandiani, en una nueva demostraci¨®n de que no necesita jugar bien para anotar en todos los partidos. Y a partir de ah¨ª el Depor ech¨® el cerrojo al choque, con la misma rutina y suficiencia que si estuviese jugando contra cualquier rival espa?ol.
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