"Ha sonado a madera rota"
Calleja, interior del Villarreal, se despide del curso al romperse los ligamentos de una rodilla
"Ha sonado a madera rota". Enrique Basauri, el delegado del Villarreal, estaba a tres metros del lugar en el que ayer, al mediod¨ªa, se rompi¨® los ligamentos cruzados de su rodilla derecha Javier Calleja Rivera (Madrid, 1978), quien se perder¨¢ el resto de la temporada.
El chasquido que se produjo en la articulaci¨®n del interior zurdo del conjunto castellonense vaticin¨® lo peor. "Nos quedamos todos de piedra", cont¨® por la tarde Basauri; "el ruido se oy¨® en todo el campo. Estaba claro que se hab¨ªa roto algo".
Calleja se lesion¨® en un mano a mano con el portero L¨®pez Vallejo. ?ste intuy¨® hacia qu¨¦ lado iba a intentar el regate el jugador y le arrebat¨® la pelota lanz¨¢ndose a sus pies. Calleja, para evitar tropezar o pisar a su compa?ero, salt¨® por encima, pero midi¨® mal y la pierna derecha choc¨® contra el suelo de mala manera.
Los gritos de dolor del centrocampista resultaron estremecedores. Varios jugadores se agolparon en torno a su compa?ero, que no pudo evitar que se le saltaran las l¨¢grimas. "Lo he notado enseguida", afirm¨® tras el entrenamiento Calleja; "en la camilla, dentro del vestuario, estaba hundido. S¨®lo el apoyo del resto del equipo me ha ayudado a recuperarme. Lament¨¢ndome no voy a conseguir nada".
Calleja, que el pasado mayo cumpli¨® 25 a?os, fue intervenido por la tarde en el hospital 9 d'Octubre, de Valencia, por el traumat¨®logo Enrique Gastaldi, quien ya tiene experiencia en este tipo de lesiones: ha operado a varios jugadores de la Primera Divisi¨®n, entre ellos a los valencianistas Kily Gonz¨¢lez, Fabio Aurelio y Angulo, y tambi¨¦n al argentino Mart¨ªn Palermo, ex del Villarreal que esta temporada se ha incorporado al Betis.
Este 2003 ha sido un a?o infausto para Calleja. El pasado abril, horas antes del partido de la Liga que enfrent¨® al Barcelona y el Villarreal en el Camp Nou, recibi¨® la triste noticia de que su madre hab¨ªa fallecido tras una larga enfermedad.
El club, ante el fatal desenlace, le invit¨® a que abandonara la concentraci¨®n para estar junto a su familia, pero Calleja opt¨® por quedarse con sus compa?eros. Con el marcador a favor del Villarreal y a falta de dos minutos para que finalizara el encuentro, el t¨¦cnico, Benito Floro, dio entrada al futbolista para que participara directamente en el triunfo. Nadie esperaba que el encuentro reservara para su final una nota tan emotiva.
En el tiempo de descuento, Rochemback atropell¨® a Belletti en el ¨¢rea y el ¨¢rbitro, Medina Cantalejo, se?al¨® el punto de penalti. Jorge L¨®pez, el habitual lanzador del Villarreal, busc¨® a Calleja y le entreg¨® el bal¨®n. El madrile?o, impasible, coloc¨® el esf¨¦rico en el suelo y, con la pericia de un especialista, bati¨® a Bonano. Entonces se levant¨® la camiseta amarilla y mostr¨® una dedicatoria a su madre. Mientras sus compa?eros le alzaban a hombros, Medina Cantalejo pitaba el final.
Aquel emotivo momento consol¨® hasta cierto punto a Calleja, a quien la llegada al Villarreal de Floro, en septiembre de 2002, releg¨® a la suplencia. Una decisi¨®n que caus¨® sorpresa, pues el interior fue considerado por los aficionados el jugador m¨¢s regular de la campa?a 2001-02. Pero de poco le sirvi¨®. Floro se las ingeni¨® para que Calleja jugara lo menos posible. Cuando no colocaba al diestro Jorge L¨®pez por la izquierda, adelantaba la posici¨®n de Arruabarrena. El caso es que Calleja no era santo de su devoci¨®n.
El futbolista acataba con la disciplina de un servil pe¨®n las decisiones de su entrenador. Hasta que, a falta de pocas jornadas para que concluyera el curso, el preparador asturiano cambi¨® de criterio. Calleja se gan¨® entonces la titularidad y Floro rectific¨® en p¨²blico: "Una de las mayores injusticias que he cometido ha sido no confiar m¨¢s en Calleja".
Ahora tendr¨¢ que buscarse a otro para el carril izquierdo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.