Los acusados dicen que el crimen del Marem¨¢gnum fue un accidente
El portero aduce que arroj¨® al ecuatoriano al mar por un "acto reflejo"
James Anglada, el portero acusado de haber lanzado al mar al ecuatoriano Wilson Pacheco en el Marem¨¢gnum, la zona l¨²dica del puerto de Barcelona, admiti¨® ayer los hechos ante el tribunal, aunque dijo que no lo hizo con premeditadaci¨®n, sino como un "acto reflejo" despu¨¦s de que el joven le insultara. Anglada y los otros dos acusados de la muerte de Pacheco dijeron que no cre¨ªan que iba a morir ahogado porque le vieron nadar.
Tanto James Anglada, como los dos restantes acusados -el portero de la discoteca Mojito Mariano Romero, y el vigilante del Marem¨¢gnum Antonio Fernando Quincoces- definieron la muerte del ecuatoriano Wilson Pacheco en las aguas portuarias como un accidente y aseguraron que en ning¨²n momento pudieron prever el fatal desenlace.
El inmigrante fue agredido y posteriormente lanzado al mar el 27 de enero de 2002. Los tres acusados se enfrentan a 12 a?os de c¨¢rcel por un delito de homicidio. El incidente se inici¨® en la puerta del local Caipirinha, donde James Anglada trabajaba como portero. Anglada relat¨® ayer ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona que se produjo un altercado cuando ¨¦l y su compa?ero que vigilaba la puerta del establecimiento vetaron la entrada a un grupo de personas -"dos chicas de color y cuatro latinos", especific¨®- porque algunos de ellos usaban zapatillas deportivas e iban "pasados de rosca". Anglada asegur¨® ayer que se inici¨® entonces una disputa, a la que se sumaron los otros dos acusados. Todos ellos aseguraron que, pese a haber logrado desalojar al grupo de ecuatorianos, ¨¦stos volvieron luego a la entrada del local. Seg¨²n la versi¨®n de los causados, Pacheco arroj¨® una botella rota a otro vigilante, David Gasc¨®n, y entonces se produjo una persecuci¨®n a lo largo de m¨¢s de 300 metros hasta llegar al punto del puente donde Anglada arroj¨® a Pacheco al agua, en una zona de unos 10 metros de profundidad.
"Dale un chapuz¨®n"
Antonio F. Quincoces y Mariano Romero admitieron ayer que salieron corriendo en persecuci¨®n del ecuatoriano "instintivamente". Ambos confesaron que le agredieron y Romero dijo incluso que le sigui¨® golpeando despu¨¦s de que la v¨ªctima, que estaba en el suelo, hubiera dejado la botella rota, que defini¨® como "un arma". Fue luego cuando intervino James Anglada,que se hab¨ªa quedado algo atr¨¢s para quitarse las gafas. "No quer¨ªa que me las rompieran", explic¨®.
Anglada relat¨® que tir¨® a Pacheco al agua no de forma premeditada, sino que fue como un "acto reflejo" despu¨¦s de que la v¨ªctima se "revolviera" y le dijera: "Te vamos a matar, hijo de puta". Alguien, que Anglada no identific¨® ayer, le anim¨® a echarle al agua: "Dale un chapuz¨®n" . "No pens¨¦ que iba a ahogarse", continu¨® Anglada, pese a admitir que el estado del ecuatoriano era delicado ya que hab¨ªa recibido numerosos golpes e "iba bebido". Anglada y los otros dos acusados aseguraron que antes de abandonar el lugar, vieron durante unos segundos c¨®mo Pacheco nadaba y que "no ped¨ªa auxilio". Quincoces y Romero negaron ser ellos quienes animaron a Anglada a echar al inmigrante al agua. Agregaron que recriminaron la acci¨®n del portero y que se hubieran tirado al mar si hubieran visto que la v¨ªctima se estaba ahogando. Pese a ello, Quincoces alert¨® al centro de control del Marem¨¢gnum, a trav¨¦s de un walky talky, con la expresi¨®n: "!Hombre al agua!".
Al d¨ªa siguiente de los hechos, Anglada, nacido en Nueva York y casado con una mujer de nacionalidad espa?ola, huy¨® a Estados Unidos porque, seg¨²n dijo ayer, tuvo "miedo". El acusado se?al¨® que decidi¨® volver a Espa?a y entregarse a la polic¨ªa cuando se enter¨® que le estaban acusando de homicidio. "Quer¨ªa aclarar las cosas", dijo.
Los tres acusados aseguraron que las empresas para las que trabajaban no les dieron nunca instrucciones de vetar la entrada a inmigrantes.
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