El fracaso de la Constituci¨®n abocar¨ªa a la UE a una grave crisis

El "fr¨¢gil equilibrio", como lo denomina Valery Giscard D'Estaing, conseguido en la Convenci¨®n que presidi¨® para redactar el proyecto constitucional puede saltar por los aires si ahora la Conferencia Intergubernamental (CIG) no logra dirimir las discrepancias entre los 25. Si fracasa, la UE ampliada seguir¨¢ rigi¨¦ndose por el pol¨¦mico y vigente Tratado de Niza, que fue ampliamente criticado en la mayor¨ªa de capitales nada m¨¢s ser aprobado en diciembre de 2000. Se abrir¨¢ as¨ª la m¨¢s grave crisis interna en la Uni¨®n y nadie quiere asumir la responsabilidad de bloquear el hist¨®rico intento de que Europa cuente con una primera Constituci¨®n para todos.

Por eso, quienes rechazan el nuevo reparto de poder fijado en el proyecto constitucional se aprestan a decir que el Tratado de Niza ya fue aprobado por unanimidad, y que es ¨¦se el consenso que debe respetarse porque la Convenci¨®n no ten¨ªa mandato para variar el equilibrio de poder, fundamentalmente en el reparto de votos. Los que optan por el nuevo proyecto se escudan en que fue aprobado por consenso y son quienes no lo aceptan los que deben romper las hostilidades explicando ahora en qu¨¦ discrepan y con qu¨¦ apoyos cuentan.

Por primera vez en la elaboraci¨®n de un nuevo Tratado para la Uni¨®n Europea, los 10 pa¨ªses candidatos intervendr¨¢n con voz y voto con los mismos derechos que los 15 socios actuales del club.

Rumania y Bulgaria, que entrar¨¢n en 2007, y Turqu¨ªa, en puertas de negociar su adhesi¨®n, intervendr¨¢n como observadores, el mismo nivel que los representantes de la Comisi¨®n (los comisarios Michel Barnier, franc¨¦s; y Antonio Vitorino, portugu¨¦s) y de la Euroc¨¢mara (el espa?ol ??igo M¨¦ndez de Vigo y el alem¨¢n Klaus H?nsch). A las reuniones acudir¨¢n, sin voto, los presidentes de la Comisi¨®n, Romano Prodi, y de la Euroc¨¢mara, Pat Cox.