?Bienvenidos a Cuba?

M¨¢s de mill¨®n y medio de exiliados cubanos (por encima del 10% de la poblaci¨®n) en todo el mundo podr¨ªan beneficiarse de la medida, anunciada esta semana por el Gobierno de Fidel Castro, de que a partir del segundo semestre de 2004 se simplificar¨¢n los tr¨¢mites legales para que los emigrados puedan volver de visita a la isla. Seg¨²n las nuevas regulaciones, los exiliados ya no necesitar¨¢n pedir a las autoridades un "permiso de entrada" cada vez que viajen a su pa¨ªs, requisito indispensable en la actualidad. Ahora, inform¨® la Canciller¨ªa, bastar¨¢ con poseer un pasaporte cubano "vigente".

Un cambio de pol¨ªtica migratoria era reclamado hace a?os por los sectores moderados del exilio, por eso el anuncio ha despertado muchas expectativas. Sin embargo, no pocas dudas han quedado flotando en el aire. ?Se dejar¨¢ tambi¨¦n a los cubanos residentes en la isla viajar al extranjero sin necesidad de obtener de las autoridades un permiso de salida? ?Podr¨¢n regresar aquellos cubanos que se quedaron durante un viaje oficial, o mientras estudiaban en el extranjero, o durante una visita de turismo? ?Y qu¨¦ pasar¨¢ con los que salieron ilegalmente del pa¨ªs, como los balseros?

Las autoridades no han explicado todav¨ªa c¨®mo se aplicar¨¢ en la pr¨¢ctica la decisi¨®n. El comunicado de la Canciller¨ªa s¨®lo dice que, cuando entre en vigor la medida, "los poseedores de un pasaporte cubano vigente y habilitado podr¨¢n entrar a Cuba sin la necesidad de realizar otro tr¨¢mite previo". Eso s¨ª, las autoridades advirtieron ya de que de estas facilidades "ser¨¢n excluidos aquellos casos de excepcional, repugnante o da?ina actividad contra los intereses del pa¨ªs".

"Todo es demasiado ambiguo y amplio. Al final puede ocurrir que s¨®lo le den el pasaporte a aquellas personas que el Gobierno estime oportuno", afirma el ex preso pol¨ªtico y presidente de Cambio Cubano, Eloy Guti¨¦rrez Menoyo. Hasta hace tres meses, Menoyo resid¨ªa en Miami, pero el verano pasado, durante un viaje de vacaciones, se qued¨® en Cuba para exigir su derecho a residir en su pa¨ªs y abrir oficinas de su partido.

Seg¨²n Menoyo, la medida, aunque insuficiente, es positiva. "Es un paso de avance, pero hay que esperar. Ser¨ªa incoherente que los cubanos en el exilio no tengan que pedir permiso de entrada, mientras que los que residen en la isla s¨ª tengan que obtener un permiso oficial de salida, como ocurre ahora". Otro punto, afirma, es que hoy un exiliado s¨®lo puede venir de visita y 21 d¨ªas. "Lo correcto es que pueda venir cuando lo desee, est¨¦ el tiempo que estime oportuno y tenga derecho a domiciliarse".

Durante a?os, Cuba ha justificado la exigencia del permiso de entrada como una defensa ante las agresiones violentas de los sectores m¨¢s radicales del exilio. "La minor¨ªa violenta es cada vez menor, hay una gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n cubana en Estados Unidos que est¨¢ por incrementar los v¨ªnculos con Cuba", dijo esta semana en Washington al anunciar la nueva pol¨ªtica L¨¢zaro Herrera, el portavoz de la Secci¨®n de Intereses de Cuba en EE UU, donde viven m¨¢s de un mill¨®n de exiliados.

La medida, seg¨²n Herrera, es "un gesto" de su Gobierno para "mostrar su voluntad de avanzar en las relaciones con su comunidad en el exterior". La disidencia, sin embargo, la ha recibido con escepticismo. "Es una migaja", dijo el activista de los derechos humanos Elizardo S¨¢nchez.

Por otro lado, la Canciller¨ªa cubana convoc¨® para finales de mayo el tercer encuentro "La Naci¨®n y la emigraci¨®n", que reunir¨¢ en La Habana a dirigentes del Ejecutivo y representantes del exilio moderado. La conferencia deb¨ªa haberse realizado en abril, pero se suspendi¨® tras las condenas de 75 disidentes a severas penas de prisi¨®n. En medios diplom¨¢ticos, esta convocatoria, como el plazo fijado para la flexibilizaci¨®n de la pol¨ªtica migratoria -segundo semestre de 2004-, fue recibido con cautela. "De aqu¨ª a seis meses en Cuba pueden ocurrir muchas cosas", opin¨® un embajador.