"La industria del cine porno est¨¢ castigada"
Luis Garc¨ªa Berlanga es el presidente honor¨ªfico del XI Festival Internacional de Cine Er¨®tico de Barcelona. Lo de honor¨ªfico no es porque s¨ª. Hace m¨¢s de ocho a?os que pr¨¢cticamente no ve pel¨ªculas. Ni porno, ni de arte y ensayo. "Mi abuelo era senador de Sagasta y yo, desde los seis a?os, estaba fascinado con la lectura del libro de sesiones. Le¨ª mucho hasta que entr¨¦ en el cine. Ahora me estoy despantallizando, por decirlo de una manera que no le va a gustar a la Academia. Leo, escribo...". Pero Berlanga ha viajado hasta Barcelona para apoyar una industria, la del cine er¨®tico, castigada a ser invisible. A pesar de ello y de que las cuentas son dif¨ªciles. La industria del porno en Espa?a, en todas sus variantes, mueve m¨¢s o menos unos 350 millones de euros anuales.
Pregunta. ?No tendr¨ªa que llamarse festival de cine porno y dejarse de verg¨¹enzas sem¨¢nticas?
Respuesta. La ¨²nica cosa en la que, creo, estuve de acuerdo con Camilo Jos¨¦ Cela era su teor¨ªa de que la diferencia entre el cine er¨®tico y el pornogr¨¢fico era estrictamente administrativa. Yo, cuando me pongo demag¨®gico, tengo mi propia definici¨®n. El cine er¨®tico es cuando lo hacen los ricos. El pornogr¨¢fico, cuando lo hacen los pobres. Pornograf¨ªa es una palabra peyorativa [el diccionario la define como tratado sobre la prostituci¨®n]. Tampoco me gusta lo de cine X. Estar¨ªa mejor hablar de cine de placer.
P. Hay m¨¢s definiciones. Por ejemplo, que la pornograf¨ªa es el erotismo de los otros. En el filme El a?o que vivimos peligrosamente, un fot¨®grafo, para discernir si la imagen de una mujer desnuda es arte o pornograf¨ªa, dice que si est¨¢ desenfocada es arte y si est¨¢ enfocada... pornograf¨ªa.
R. Todas son simp¨¢ticas. El problema es que en el cine er¨®tico tendr¨ªamos que estar m¨¢s atentos a los g¨¦neros. Me aburre a morir lo que yo llamo "el cine de ¨¦mbolo", puramente de coitos. En cambio, siempre que sea con mutuo consentimiento y placer de quienes participan, me gustan las pel¨ªculas fetichistas, sadomasoquistas.
P. El cine porno m¨¢s com¨²n acostumbra a carecer de argumento y personajes. Barthes dijo que si no hay amantes... no hay perversi¨®n. Y el cine porno m¨¢s com¨²n carece de ellos, s¨®lo hay atletas. M¨¢s que entablarse una relaci¨®n se hace gimnasia.
R. Creo que el m¨¢s perfecto de todos los encuentros de pareja es el sadomasoquista porque necesita gui¨®n, escenograf¨ªa, vestuario, puesta en escena, confianza entre las partes... se construye una ceremonia. Lo m¨¢s penoso es lo reglamentado por la sociedad o la Iglesia. No es extra?o que al coito m¨¢s rutinario se le llame la posici¨®n del misionero. Es lo m¨¢s triste del coito matrimonial. Hay que especular y magnificar los actos amorosos.
P. Muchas pel¨ªculas carecen de ambici¨®n est¨¦tica. No hay sombras, la luz es de quir¨®fano...
R. Ya le digo que no soy entusiasta del cine de ¨¦mbolo. En cambio, el sadomasoquismo, el fetichismo, tiene m¨¢s proyecto est¨¦tico, con un mundo objetual fantasioso, aunque resulta m¨¢s caro.
P. El cine porno no deja de tener sus propios tab¨²es. Nunca hay problemas de erecci¨®n, los orgasmos son kilom¨¦tricos y al un¨ªsono, etc¨¦tera.
R. Esto es como el cine comercial americano. Ah¨ª, al final, la pareja protagonista se besa y acaba cas¨¢ndose felizmente. Aqu¨ª tambi¨¦n todo ha de ir bien.
P. Quiz¨¢ una explicaci¨®n de que este cine tenga poca ambici¨®n est¨¦tica es que su industria est¨¢ castigada, marginalizada.
R. La obligan a ser invisible. Esto es un problema. De todos modos, creo que a algunos productores ya les gusta el aroma de las catacumbas porque ofrece mayor perturbaci¨®n a los clientes. Con todo, es verdad que es una industria castigada administrativamente, socialmente, pol¨ªticamente, culturalmente... Tendr¨ªa que salir del armario como han hecho los gays. Yo desde joven he manifestado siempre claramente mis perturbaciones en este terreno. M¨¢s que de perversiones sexuales me gusta hablar de diversiones er¨®ticas en el doble sentido: de divertido y de diverso. Otro problema es que su mercado es muy complicado y los mecanismos de distribuci¨®n entorpecen la relaci¨®n entre el cliente y el producto.
Berlanga est¨¢ convencido de que el ostracismo cultural no afecta s¨®lo al cine porno, sino a todo lo que tenga que ver con un erotismo heterodoxo. Lo sabe muy bien porque dirige la colecci¨®n de libros er¨®ticos La sonrisa vertical. "En esta colecci¨®n han publicado grandes escritores y escritoras. Sin embargo, la cr¨ªtica nos ha ignorado sistem¨¢ticamente".
La Academia del Tac¨®n de Aguja
El viernes, Berlanga estaba particularmente satisfecho. Por fin, ¨¦l y un grupo de amigos ilustres hab¨ªan logrado el registro administrativo de una fundaci¨®n que se llamar¨¢ Academia del Tac¨®n de Aguja. "Est¨¢ apoyada econ¨®micamente por el Museo del Calzado de Elda. Se trata de tener una plataforma cultural para reivindicar, como dijo Oscar Tusquets, uno de los objetos mejor dise?ados, m¨¢s seductores". La Academia piensa organizar actos, proyecciones... todo con el fin de ensalzar esta prenda fetiche entre los fetiches.
La charla con Berlanga se celebra en un rinc¨®n para vips del festival. Las proyecciones se hacen en cines, pero all¨ª, en el recinto de La Farga de L'Hospitalet, se ha levantado una aut¨¦ntica feria del sector. Hay tenderetes de atuendos de cuero, revistas y las productoras exhiben sus novedades.Una de ellas anuncia Laura est¨¢ sola como "la primera pel¨ªcula er¨®tica destinada a la mujer", un intento de acercarse a una clientela dif¨ªcil. El porno no s¨®lo recibe calabazas de los bienpensantes. La literatura feminista lo masacra por considerarlo machista, un escaparate de mujeres-objeto s¨®lo atento al voyeurismo masculino. La feria tiene otras ofertas, como espect¨¢culos non-stop de strip-tease, un caf¨¦ fetichista, combates en el barro y una secci¨®n gay. En esta ¨¢rea se repasa la obra del fot¨®grafo Jean Daniel Cadinot sobre la belleza del amor masculino. Paralelamente se celebra un congreso de webmasters para estudiar el despegue de esta oferta en Internet y sus retos t¨¦cnicos. El festival, por su parte, homenajea al cineasta norteamericano Andrew Blake -Paris chic, The house of dreams- y al actor y director espa?ol Nacho Vidal. Esta madrugada se conceder¨¢n los premios Ninfa y HeatGay entre la sesentena de pel¨ªculas a concurso, algunas con t¨ªtulos tan ocurrentes y de f¨¢ciles resonancias como: Armas de Destrucci¨®n Anal, Jugando a m¨¦dicos, Pollas y gemidos o Ya s¨¦ quien te la chup¨® el ¨²ltimo verano.
Babelia
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