"Beckham ha mejorado al Madrid: pasa y juega"
Javier Clemente (Barakaldo, Vizcaya; 1951) vuelve al Bernab¨¦u. Ahora, como entrenador del Espanyol, equipo que siempre fue mejor recibido en el estadio blanco que el t¨¦cnico vasco. Un¨¢nimemente considerado por las fuerzas blanquiazules como necesario para evitar el descenso en la ¨²ltima temporada, Clemente pasa un mal trago desde que se inici¨® el presente curso. Indiscutible como reactivo, los ¨²ltimos resultados le han puesto contra la pared, al ser su conjunto el colista, cuando lo que acomete es un trabajo a medio o largo plazo. Pero, seg¨²n se esfuerza en advertir, est¨¢ dispuesto a ganar al Madrid gal¨¢ctico aunque sea con una defensa de cinco y un solo delantero, que no ser¨¢ Tamudo, lesionado. "Decir que debemos tutear al Madrid me suena a desprop¨®sito", insiste Clemente; "m¨¢s que una cuesti¨®n de ignorancia deportiva, es mala leche".
"Ganar en el Bernab¨¦u ser¨ªa como si nos tocara la loter¨ªa. Y yo cada d¨ªa me compro un d¨¦cimo. Tenemos posibilidades"
"Quer¨ªa que De la Pe?a y Roger se quedaran, pero el Espanyol no pod¨ªa pagarles. Tan tonto no soy"
"He estado en la selecci¨®n y el Athletic, un grande. No cambio mis ¨¦xitos en ¨¦l por el banquillo blanco. Ni por casualidad"
Pregunta. En su ya larga carrera profesional ha visitado doce veces Chamart¨ªn como entrenador en la Liga. No ha ganado nunca. ?Qu¨¦ le dice una estad¨ªstica tan cruda como ¨¦sa?
Respuesta. Evidente: que es muy dif¨ªcil ganar en el Bernab¨¦u porque el Madrid siempre tiene buenos equipos y es su casa... No es f¨¢cil. Eso significa... ?De verdad que no he ganado nunca?
P. No. Es m¨¢s, siendo usted entrenador del Espanyol, el Madrid les meti¨® siete goles en 1992...
R. S¨ª, ahora que lo dice... Bueno, tambi¨¦n empat¨¦ una vez, creo recordar. Yo soy optimista.
P. ?Ve a su equipo ganando en el Bernab¨¦u?
R. Por supuesto. Ser¨ªa como si nos tocara la loter¨ªa. Y yo cada d¨ªa me compro un d¨¦cimo porque creo que me va a tocar. Si no, ?para qu¨¦ lo compro? Estoy convencido de que podemos ganar al Madrid. S¨¦ que las posibilidades no son muchas, pero existen. Tienen que darse muchos condicionantes y no es f¨¢cil que ocurra, pero pueden producirse. Si tenemos diez oportunidades de cien, voy a intentar poner todo para que se d¨¦ una de esas diez. Por lo menos, yo voy a comprar el d¨¦cimo.
P. ?Tienen sus sensaciones alguna base futbol¨ªstica?
R. Toda. Esto es un juego y un juego... de fallos. Por tanto, existe la suerte. Nosotros hemos perdido dos partidos por lo menos porque no hemos tenido la suerte de acertar en los momentos clave. Eso puede cambiar este domingo, ?no? Ellos son muy buenos, es evidente, pero nosotros no somos tan malos como parece. Que nadie se crea que vamos a salir a pedirles aut¨®grafos. Mi equipo tiene casta y no saldr¨¢ rendido. Quiero decir que el resultado no me agobia. Lo que quiero es que el equipo cambie de concepto y de estilo y que tenga garra y genio; que salga al campo con car¨¢cter y entidad, aunque lo ideal ser¨ªa que ellos se perdieran y no llegaran al campo. De co?a, tres puntos para nosotros.
P. As¨ª que...
R. Que hay que jugar. Ellos ni se plantean c¨®mo. Les da igual el Espanyol que el Betis. A nosotros, no. Yo le estoy dando vueltas a c¨®mo lograr que mi equipo sea lo m¨¢s fuerte posible, c¨®mo podemos cerrarles los espacios, presionarles dos contra uno... Si pudiera, construir¨ªa un muro de cristal en el ¨¢rea peque?a para que se estrellaran. Pero lo que le aseguro es que van a tener que sudar. No se lo vamos a regalar.
P. Ese mensaje es muy propio de su manera de entender el f¨²tbol. M¨¢s dif¨ªcil de comprender es la fragilidad defensiva de su equipo: diez goles en cinco partidos y ahora se enfrenta al m¨¢ximo goleador (13). ?Est¨¢ mal armado?
R. La baja de Soldevilla nos ha hecho mucho da?o. Era el hombre que desde atr¨¢s imprim¨ªa car¨¢cter. Es el capit¨¢n, por algo ser¨¢. Para colmo, tambi¨¦n se lesion¨® Lopo. Estamos jugando con un lateral reconvertido en central, Torricelli, y un cr¨ªo, Jarque. No es lo mismo jugar con Soldevilla que con Jarque; no porque el chaval lo est¨¦ haciendo mal, sino porque est¨¢ aprendiendo. Pero es un chico de 70 kilos. En Valladolid se tir¨® al suelo para cortar una contra y Wome acab¨® haciendo penalti. Le dije: "No te tires porque le dejas solo; aguanta al que te encare". Contra el M¨¢laga lo hizo: aguant¨® a Salva y, al final, le mand¨® una tarascada: sali¨® volando ¨¦l. Si lo hace Soldevilla, lo manda al tercer anfiteatro. Estos detalles marcan. Pero es lo que hay. No tengo otro. Y bastante est¨¢ haciendo.
P. Le dir¨¢n que usted ha planificado mal la plantilla.
R.Vale, que digan. Mire, yo ya no soy un juvenil. Yo s¨¦ qu¨¦ plantilla tenemos y por qu¨¦. ?Que no va a salir nadie del club a defenderme? Pues... claro. Los jugadores, como mucho. Pero es que el Espanyol, con lo que le cost¨® Beckham al Madrid, ficha 20 jugadores. ?sa es la diferencia. A Valdano le quisiera ver yo fichando en Montju?c. ?l va al mercado y compra la langosta mas fresca...
P. Y a usted se le acusa de buscar en los despojos...
R. No; yo no, el Espanyol. Para m¨ª, ser¨ªa muy f¨¢cil ahora decir que no me han tra¨ªdo lo que he pedido, como hacen muchos entrenadores, pero yo he aceptado trabajar con este plantel y, adem¨¢s, no son tan malos como dice la clasificaci¨®n. Mire, por 40 millones no vino un jugador como el camerun¨¦s Olemb¨¦. Bueno, pues ya nos apa?aremos. El club est¨¢ saneando la deuda. Yo, como entrenador, creo que a veces hay que hacer un esfuerzo para apuntalar al equipo en Primera en un momento crucial, pero el director general mira los n¨²meros y no se quiere arriesgar.
P. Al que van a echar ser¨¢ a usted...
R. Ser¨ªa al primer entrenador que echan por perder en el Bernab¨¦u. Pero no me preocupa nada eso. Es el f¨²tbol. A ¨¦l le echar¨¢n si el club vuelve a endeudarse. Que no olvide nadie que este club vendi¨® su estadio por una mala gesti¨®n econ¨®mica. ?l hace su trabajo, aprieta a los intermediarios, aprieta en los contratos porque piensa en el dinero... Yo hago el m¨ªo y aprieto en el vestuario.
P. Tiene en el vestuario a dos jugadores de gran calidad, ?scar y Toni Velamaz¨¢n, pero no juegan.
R. Yo tambi¨¦n me sorprendo y me pregunto c¨®mo es posible que con su calidad, con su talento, no jueguen m¨¢s. Pero, al final, pongo a otro y es por algo.
P. Tampoco se entiende que prefiriera traer a Tayfun o Bast¨ªa antes de quedarse con Roger y De la Pe?a...
R. Yo quer¨ªa que se quedaran, pero el Espanyol no pod¨ªa pagarles. Tan tonto no soy. Pero lo que tenemos no es malo. El problema es que la gente se pone muy nerviosa. Yo, no.
P. ?C¨®mo explica que despu¨¦s de la selecci¨®n s¨®lo haya trabajado en equipos que pelean por el descenso?
R. Ser¨¢ que me he convertido en un especialista. De la selecci¨®n espa?ola sal¨ª tocado. Vamos, en mi destituci¨®n metieron mano hasta ministros... Pero, cuando todo volvi¨® a la normalidad, eleg¨ª entre lo que me lleg¨® y... no hubo ofertas de equipos que pelearan por los t¨ªtulos. Pero ¨¦se es mi trabajo, ser entrenador, y es el mismo en un club grande que en uno peque?o.
P. ?Vive con la espina de no haber entrenado a un grande?
R. No; he trabajado en la selecci¨®n y en el Athletic. Y ese equipo s¨ª es grande. Porque el orgullo de ganar Ligas s¨®lo con gente de la casa no est¨¢ al alcance ni del Madrid, por muchas Copas de Europa que tenga. No cambio mis ¨¦xitos en el Athletic por el banquillo del Madrid. Ni por casualidad.
P. En ese banquillo est¨¢ Carlos Queiroz. ?En qu¨¦ ha mejorado el Madrid cambiando a Vicente del Bosque por el portugu¨¦s?
R. En Beckham. Muchos cre¨ªan que s¨®lo sab¨ªa centrar, pero han descubierto que es mucho m¨¢s que eso, porque el que centra como ¨¦l es que sabe pasar y el que sabe pasar es que sabe jugar al f¨²tbol. No s¨¦ qu¨¦ habr¨¢ aportado Queiroz. No veo muchas diferencias. Del Bosque siempre me pareci¨® un t¨¦cnico brillante. Pero no ahora, sino que le conozco de hace a?os. A Queiroz le he visto un par de veces, pero no s¨¦ c¨®mo trabaja. No puedo opinar.
P. ?Este equipo gal¨¢ctico es el mejor Madrid de la historia?
R. No. Ning¨²n equipo superar¨¢ nunca el f¨²tbol que jugaba el Madrid de Di St¨¦fano. Era una m¨¢quina.
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