Camino para Europa
A pesar de que se anticipa una recuperaci¨®n de la actividad, el crecimiento previsto para Europa en 2004 es apenas la mitad que el esperado para EE UU. M¨¢s desalentador es el an¨¢lisis de la composici¨®n del crecimiento de los ¨²ltimos tres a?os. La contribuci¨®n negativa de los factores c¨ªclicos a la desaceleraci¨®n ha sido moderada, a diferencia de lo ocurrido en la econom¨ªa americana, por lo que el bajo crecimiento de este periodo se explica en buena parte por el escaso dinamismo del componente m¨¢s tendencial de la actividad. Hacia el futuro, esta situaci¨®n se traduce en previsiones como las realizadas por el FMI, que estima que el crecimiento potencial europeo, actualmente situado ligeramente sobre el 2%, podr¨ªa descender en los pr¨®ximos a?os alcanzando tasas inferiores al 1% a partir de 2020. El principal responsable de este descenso es el factor demogr¨¢fico: la poblaci¨®n en edad de trabajar comenzar¨¢ a descender en tan s¨®lo una d¨¦cada. Se asume adem¨¢s en este ejercicio que no hay mejoras en la productividad.
La Iniciativa para el Crecimiento Europeo, centrada en impulsar las ¨¢reas de las redes y el conocimiento, es un paso en la direcci¨®n correcta
En este contexto, preocupa especialmente que durante esta ¨²ltima desaceleraci¨®n el debate sobre las medidas necesarias para impulsar la actividad se haya centrado en la pol¨ªtica fiscal y en la monetaria, y no se haya aprovechado el momento para impulsar definitivamente el Pacto de Lisboa aprobado en 2000. Este Pacto propon¨ªa convertir a Europa en una econom¨ªa m¨¢s din¨¢mica y competitiva. No son s¨®lo palabras. As¨ª, por ejemplo, algunas actuaciones que limitar¨ªan el efecto del factor demogr¨¢fico, como el aumento del empleo en relaci¨®n a la poblaci¨®n activa, se podr¨ªa traducir en, al menos, medio punto m¨¢s de crecimiento potencial por a?o.
Esta semana la Comisi¨®n Europea ha lanzado la Iniciativa para el Crecimiento Europeo, centrada en impulsar dos de las ¨¢reas de la agenda de Lisboa: las redes y el conocimiento. Se trata pues de aumentar la productividad de la econom¨ªa europea, con un conjunto de pol¨ªticas, mecanismos de actuaci¨®n y acuerdos institucionales que tratan de involucrar al sector privado y que suenan prometedores, aunque la iniciativa deber¨¢ a¨²n pasar por distintos tr¨¢mites hasta su aprobaci¨®n en el Consejo Europeo de diciembre. Aunque tard¨ªa, esta pol¨ªtica es, junto con la reforma del mercado de trabajo, el camino para elevar el crecimiento futuro de la econom¨ªa europea.
Mayte Ledo es economista jefe para OCDE y Mercados del Servicio de Estudios de BBVA.
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