Una clasificaci¨®n para cada escuela
La proliferaci¨®n de 'rankings' sobre programas MBA crea confusi¨®n entre los aspirantes y da m¨¢s trabajo a los centros
La avalancha de clasificaciones de los mejores MBA se ha convertido en un arma de marketing de las escuelas de negocios. Estos centros han aprendido a sacar partido de estas listas cuando les dejan bien y a ignorarlas o criticarlas de forma soterrada cuando el retrato es menos favorable. Lo que no est¨¢ claro es que los lectores sepan sacar todo el jugo a la informaci¨®n recogida en ellas para elegir con acierto la escuela que buscan. Todas usan una metolog¨ªas distintas.
El estudio m¨¢s f¨¢cil de interpretar es el de la revista 'Forbes', que s¨®lo tiene en cuenta el salario, antes y despu¨¦s del programa
Cada lista sigue su metodolog¨ªa, que mezcla la opini¨®n del alumno y de las entidades y, a veces, de las empresas que los contratan
En las ¨²ltimas semanas se han publicado cuatro rankings diferentes que clasifican a las escuelas de negocios en funci¨®n de su Master en Administraci¨®n de Empresas (MBA). El ¨²ltimo ha sido el de The Economist Intelligence Unit, que se conoci¨® el viernes. Antes lo hicieron la revista Forbes, The Wall Street Journal y Financial Times, si bien ¨¦ste recuper¨® los datos de los centros europeos de un estudio anterior. A¨²n quedan al menos otros seis por salir antes de que acabe el a?o, seg¨²n los c¨¢lculos de una escuela espa?ola.
Esta proliferaci¨®n de clasificaciones distintas, varias por publicaci¨®n, sobre el mismo tema refleja el fil¨®n publicitario en que se han convertido los rankings. Pero tambi¨¦n la confusi¨®n que ¨¦stos crean en sus lectores, que observan sorprendidos c¨®mo bailan las escuelas de una edici¨®n a otra. Un ejemplo real: la espa?ola IESE ocup¨® la 18? posici¨®n -4? europea- en el ranking de Finacial Times publicado en enero (hab¨ªa sido la 25? en la edici¨®n anterior); era la octava en la lista de Business Week para centros de Europa y Canad¨¢ dado a conocer hace un a?o, y ni siquiera aparec¨ªa entre las 50 primeras en The Wall Street Journal.
La explicaci¨®n es simple. Cada una de estas investigaciones emplea una metodolog¨ªa propia, que suele mezclar la opini¨®n de los alumnos con datos proporcionados por las escuelas y, en ocasiones, respuestas de responsables de contrataci¨®n de las empresas. El problema es que, aunque suelen incluir una explicaci¨®n detallada de c¨®mo se han elaborado (ver cuadro), la clasificaci¨®n final suele cegar todo lo dem¨¢s.
"No creo en los rankings porque suelen despistar a la gente", asegura desde Londres Nunzio Quacquarelli, editor de The MBA Career Guide, una gu¨ªa especializada. Para este ex alumno del MBA de Wharton, las listas son s¨®lo una fuente de informaci¨®n m¨¢s para las personas que no saben d¨®nde estudiar.
La primera lectura que hay que hacer es que todos los rankings son voluntarios. A las escuelas que no quieren participar les basta con no dar los datos requeridos para quedar fuera. Entre las grandes, sobre todo las que tienen vocaci¨®n internacional, son pocas las que optan por mantenerse al margen. Es el caso de la espa?ola Escuela de Organizaci¨®n Industrial (EOI). "Los rankings est¨¢n muy centrados en los MBA y encajan mal con escuelas m¨¢s diversificadas como la nuestra", afirma su director de Formaci¨®n, Alfredo Fern¨¢ndez.
La segunda cuesti¨®n a tener en cuenta es que se trata de investigaciones sesgadas. En ocasiones se comparan programas muy distintos, asegura Juan Antonio Gal¨¢n, del IESE: por ejemplo, programas MBA de un a?o de duraci¨®n y de dos; internacionales o para ejecutivos que quieren seguir ejerciendo (executive). Adem¨¢s, tanto las escuelas como sus graduados est¨¢n interesados en que el centro quede lo mejor posible, por lo que pueden exagerar sus respuestas. S¨®lo Financial Times, que cada a?o se esfuerza por mejorar su estudio, ha decidido este a?o auditar las respuestas de los centros que participan en su estudio, confirman distintas fuentes.
Enfocados a EE UU
Otra cosa que debe tener en cuenta cualquier persona que se inspire en una de estas publicaciones es que todas suelen tener un enfoque estadounidense. Seg¨²n el an¨¢lisis de The MBA Career Guide, menos del 10% de los encuestados para la clasificaci¨®n de Business Week es europeo. Para el responsable de la EOI, "las escuelas europeas deber¨ªan propiciar una clasificaci¨®n con criterios europeos".
La clasificaci¨®n m¨¢s f¨¢cil de interpretar es la de Forbes, que se basa ¨²nicamente en el salario de los alumnos, antes, durante y despu¨¦s del MBA. Y la m¨¢s controvertida, seg¨²n distintos consultados, la de The Wall Street Journal, quien da la voz a los reclutadores. Business Week y Financial Times, los m¨¢s veteranos, utilizan una bater¨ªa de indicadores que van desde el salario de los alumnos -con un gran peso- a las publicaciones de los profesores, por poner s¨®lo dos ejemplos.
Las listas tienen otras consecuencias en las escuelas. "Algunas se mueven s¨®lo en funci¨®n de los rankings", se queja un responsable. Para el director general de Esade, Carlos Losada, "el aspecto positivo es que permiten obtener informaci¨®n comparada de los centros". En el lado negativo, la tendencia a simplificar: "la gran injusticia es que seg¨²n estos rankings s¨®lo hay tres escuelas en Espa?a".
Proporcionar datos a las distintas clasificaciones supone una sobrecarga de trabajo que suelen asumir los departamentos de comunicaci¨®n. Los de las grandes escuelas espa?olas se han tomado en serio el desaf¨ªo: "No participar ir¨ªa en contra de nuestros clientes", concluye Santiago ??iguez, director de Relaciones Externas del Instituto de Empresa. Para todos ellos se trata de una nueva regla del juego que hay que respetar.
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