Las primeras de todas las clases

El Ministerio de Educaci¨®n entreg¨® el a?o pasado 183 premios nacionales Fin de Carrera a los mejores estudiantes universitarios. De ellos, 123 eran mujeres. Una de ellas fue Pilar Navarro, que obtuvo un 10 de nota media en la carrera de Derecho en la Universidad de Almer¨ªa. "En la facultad, los primeros de la clase siempre ¨¦ramos mujeres", asegura. ?M¨¢s inteligentes? "No. M¨¢s organizadas. Tenemos m¨¢s claro lo que queremos, y lo tenemos desde peque?as".

Por inteligentes, por organizadas, por mil razones seg¨²n a qui¨¦n se pregunte, las mujeres son m¨¢s en las clases, estudian m¨¢s y llegan m¨¢s lejos en la vida acad¨¦mica. En la universidad tan s¨®lo se agudiza una tendencia que se mantiene desde la escuela primaria. El ¨²ltimo informe sobre educaci¨®n en el mundo desarrollado de la OCDE (titulado PISA 2003) afirma que las mujeres est¨¢n por delante de los hombres en todos los niveles del sistema educativo. S¨®lo las matem¨¢ticas y, en un nivel superior, las carreras m¨¢s t¨¦cnicas, se les resisten a¨²n. Las mujeres tienen, adem¨¢s, m¨¢s confianza en el futuro y en sus posibilidades profesionales que los hombres.

De las 50 universidades p¨²blicas y privadas, s¨®lo hay cuatro mujeres rectoras

Un 72% de las chicas de 15 a?os cree que tendr¨¢ un trabajo de m¨¢ximo nivel a los 30

En Espa?a, en 2001 hab¨ªa 781.236 mujeres matriculadas en las universidades espa?olas, casi 110.000 m¨¢s que hombres. Los premios antes citados son un buen indicador de sus notas. En las etapas obligatorias tambi¨¦n hay m¨¢s mujeres por razones puramente demogr¨¢ficas. Pero adem¨¢s, de los 50 mejores expedientes de bachillerato del a?o pasado, 37 eran de mujeres.

Los datos de la OCDE reflejan tambi¨¦n que las mujeres tienen m¨¢s confianza en su futuro. Entre las mujeres de 15 a?os en Espa?a, el 71,7% piensa que a los 30 a?os tendr¨¢ un trabajo altamente cualificado y con un sueldo tambi¨¦n alto. De los hombres de 15 a?os, s¨®lo un 61,2% se ve en esa situaci¨®n. Por contra, el 16% de los hombres creen que tendr¨¢n un sueldo normal en un trabajo poco cualificado. Un insignificante 0,7% de las mujeres acepta esa visi¨®n de su edad adulta. Los datos est¨¢n muy cerca de una media que se repite en Noruega, Reino Unido, Estados Unidos, Nueva Zelanda, B¨¦lgica y todos los dem¨¢s pa¨ªses de la OCDE.

En Espa?a, datos del CIS de 2000 reflejan que, a los 15 a?os, un 43,5% de las mujeres desean llegar a terminar unos estudios universitarios, ya sean medios o superiores. Por contra, el 33,9% de los hombres tienen esa meta. El a?o pasado, de los 215.000 graduados en las universidades espa?olas, el 57,7% eran mujeres.

En las trincheras de la educaci¨®n, esto es algo que se sabe desde hace tiempo. Planteada la cuesti¨®n en la sala de profesores del instituto de secundaria de San Isidro, en Madrid, no cabe la discusi¨®n. "Siempre se ha notado que son m¨¢s serias, m¨¢s constantes, m¨¢s respetuosas... ?incluso m¨¢s limpias!", dice un profesor. "Pero la que es mala, es terrible", a?ade otro. "Yo el peor alumno que he tenido en mi vida era una chica. Son m¨¢s sutiles para hacerte la vida imposible".

Una profesora de Historia, Carmen V¨¢zquez, apunta una explicaci¨®n al mejor rendimiento de las alumnas. "Todav¨ªa hay estructuras machistas en las casas. Te lo cuentan cuando preguntas qui¨¦n ayuda en casa. Quiz¨¢ eso les da m¨¢s h¨¢bito de trabajo y un mayor sentido de la responsabilidad", expone V¨¢zquez.

Mario Lobato, jefe de estudios del colegio Bartolom¨¦ Coss¨ªo de Madrid, tiene otra opini¨®n. "Aqu¨ª vienen con tres a?os de edad y ya se nota la diferencia, as¨ª que no puede ser un condicionamiento social". Lobato cree que "es biol¨®gico, las chicas son m¨¢s tranquilas". A su vez, "eso hace que desarrollen m¨¢s el lenguaje, porque lo necesitan para comunicarse. Los chicos se mueven m¨¢s y se comunican m¨¢s f¨ªsicamente".

S¨®lo queda un reducto que las mujeres no dominan, las matem¨¢ticas y los estudios superiores t¨¦cnicos. Seg¨²n el informe de la OCDE, las mujeres sacan mejores resultados en t¨¦cnica de memorizaci¨®n, t¨¦cnicas de control, inter¨¦s por la lectura, esfuerzo y perseverancia. En inter¨¦s por las matem¨¢ticas, ganan los hombres, pero nunca con la misma diferencia sobre las mujeres. En los estudios t¨¦cnicos (ingenier¨ªas), hab¨ªa en 1999 un 26% de mujeres. Sin embargo eran mayor¨ªa en ciencias experimentales, ciencias de la salud, humanidades y ciencias sociales y jur¨ªdicas.

A Pilar Navarro le dice su experiencia que "el hombre es menos constante". "En temas de ciencia destacan ellos, porque necesitan menos constancia. Las matem¨¢ticas o las ves o no las ves. Pero en temas de estudio, que requieren tiempo, somos mejores las mujeres", opina.

La catedr¨¢tica de Sociolog¨ªa y directora del Centro de Estudios de G¨¦nero de la UNED, Marisa Garc¨ªa de Cort¨¢zar, explica que "las mujeres se adaptan mejor a las rutinas escolares". Las mujeres "se acercan a lo que un profesor espera de un buen alumno, se adaptan mejor a las obligaciones. Las mujeres no son m¨¢s listas, sino que est¨¢n m¨¢s adaptadas al sistema educativo. El sistema tiene sus normas, sus rutinas, sus horarios, y eso les va mejor a las mujeres por temperamento".

Todo este contundente ¨¦xito acad¨¦mico, sin embargo, no ha llegado a¨²n al mundo laboral. "Pienso que estamos a¨²n en un camino", dice Garc¨ªa de Cort¨¢zar. "El incremento de mujeres en profesiones masculinas se ha expandido, sobre todo en profesiones con pruebas regladas, como el sector p¨²blico. En una empresa privada, te suelen preguntar si est¨¢s casada y si tienes hijos, porque vinculan tu rendimiento a eso. Peor eso nunca te lo pregunta el Estado".

Donde desde luego a¨²n no se hace notar el ¨¦xito acad¨¦mico femenino es entre el profesorado universitario. Garc¨ªa de Cort¨¢zar describe la situaci¨®n as¨ª: "Cuanto m¨¢s subes en el escalaf¨®n, menos hay. Entre los alumnos hay mayor¨ªa de mujeres. Luego, s¨®lo son un 40% de los profesores asociados y un 33% de los titulares. Por ¨²ltimo, s¨®lo hay un 12% de catedr¨¢ticas". Ni siquiera se nota una especial evoluci¨®n. En 1990 tambi¨¦n eran apenas un 7,3% las mujeres catedr¨¢ticas.

Si subimos un par de escalafones m¨¢s, contin¨²a la proporci¨®n. De las 50 universidades p¨²blicas y privadas que hay en Espa?a, s¨®lo hay cuatro mujeres rectoras. Son las de la Universidad de La Rioja, la Ram¨®n Llull, la Pompeu Fabra y la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED).

Esta ¨²ltima, Araceli Maci¨¢, recuerda que cuando empez¨® a trabajar de profesora asociada, en 1973, necesitaba el permiso de su marido. "Y cuando empec¨¦ a estudiar la carrera judicial estaba prohibida a las mujeres", a?ade. Por eso pide paciencia. "A veces queremos que los cambios vayan muy deprisa. Todas esas mujeres que est¨¢n en el sistema tienen a¨²n que acabar sus carreras y entrar en el mercado laboral".