La mitad de los bosques catalanes no son rentables

La mitad de los bosques catalanes est¨¢n constituidos por ¨¢rboles peque?os, de menos de 50 kilos de peso seco en promedio, lo que hace hoy inviable su explotaci¨®n forestal. Lo mejor que se puede hacer con estos bosques que hoy no son econ¨®micamente rentables es ayudarlos a crecer para que alg¨²n d¨ªa puedan albergar ¨¢rboles de porte respetable. A esta conclusi¨®n han llegado diversos expertos forestales. C¨®mo conseguir este objetivo es otra cuesti¨®n.

Los datos sobre la situaci¨®n del bosque en Catalu?a no invitan a tirar cohetes. Seg¨²n se deduce del Inventario Ecol¨®gico y Forestal de Catalu?a, el 51% de los bosques catalanes tienen una biomasa total inferior a las 50 toneladas de peso seco por hect¨¢rea. Considerando una densidad media de 1.000 ¨¢rboles por hect¨¢rea, esto significa que pesan, en promedio, unos 50 kilos cada uno contando el tronco, la corteza, las ramas y las hojas. Y apenas 30 kilos si consideramos s¨®lo el tronco. Cifras tan exiguas de biomasa "no permiten de ninguna manera la explotaci¨®n forestal sostenible", opina Joanjo Ib¨¢?ez, investigador del CREAF (Centro de Investigaci¨®n Ecol¨®gica y Aplicaciones Forestales).

En el extremo contrario, s¨®lo un 2% del bosque catal¨¢n acumula m¨¢s de 200 toneladas por hect¨¢rea, y apenas el 14% se mueve entre 200 y 100. Los ¨¢rboles grandes son la excepci¨®n en un paisaje dominado por ejemplares muy peque?os, justo lo contrario de lo que necesita el sector para ser rentable. En palabras de Ib¨¢?ez, "la falta de biomasa implica poco capital ahorrado, por lo que no se puede pretender vivir de los intereses".

Los mejores bosques, los que tienen ¨¢rboles m¨¢s grandes, se concentran en el eje Matar¨®-Ripoll-Vielha. Buena parte de las sierras del Maresme, del sistema Montseny-Collsacabra y del Pirineo est¨¢n cubiertas por masas forestales con una biomasa superior a las 100 toneladas por hect¨¢rea. Son bosques que ocupan zonas abruptas y de acceso complicado, y donde se concentra la mayor parte de los parques naturales y espacios protegidos. A estas zonas habr¨ªa que a?adir la isla forestal de Els Ports de Tortosa.

Por el contrario, la mayor parte de los bosques de la Catalu?a central y meridional est¨¢n constituidos por ¨¢rboles de porte peque?o, que dominan el paisaje de Tarragona, el sur de Barcelona y buena parte del centro de Catalu?a. Se trata, precisamente, del ¨¢rea en la que llueve menos y, al mismo tiempo, la que sufre la inmensa mayor¨ªa de los incendios forestales.Catalu?a tiene 1,2 millones de hect¨¢reas de bosque, el 38% de su superficie total. La mitad de esta extensi¨®n, las 600.000 hect¨¢reas de bosque m¨¢s meridional, seco y de ¨¢rboles peque?os, es la que se ha venido quemando. Cabe recordar que en los ¨²ltimos 30 a?os han ardido 300.000 hect¨¢reas de bosque en Catalu?a, una superficie enorme mayoritariamente concentrada en las comarcas de Tarragona, el sur y centro de Barcelona y la zona del Empord¨¤.

?Por qu¨¦ los ¨¢rboles son tan peque?os en esa extensa zona? En opini¨®n de Joanjo Ib¨¢?ez, "esto es debido en parte al fuego, ya que si se han quemado 300.000 hect¨¢reas en tres d¨¦cadas, significa que en estas zonas no encontraremos ¨¢rboles de m¨¢s de 30 a?os. En otros casos es porque los ¨¢rboles han colonizado cultivos abandonados hace poco. Y hubo una guerra y una posguerra que tambi¨¦n afectaron mucho a los bosques. En todo caso, la edad media de los ¨¢rboles muestreados en Catalu?a es de 40 a?os". S¨®lo se presentan tres excepciones a esta regla: los bosques subalpinos de pino negro, donde la mediana asciende a 75 a?os; los bosques de abetos (100 a?os), y los de alcornoques explotados para producir corcho.

No es necesario limpiar

Ante tan raqu¨ªtico panorama, Ib¨¢?ez cree que lo mejor es ayudar a crecer a los bosques y esperar que en un futuro acumulen suficiente biomasa para permitir su explotaci¨®n. Y para ello no es necesario "limpiar los bosques", una idea a la que Ib¨¢?ez se opone radicalmente: "Tanto son bosque los arbustos y las enredaderas como los propios ¨¢rboles. Eliminarlos ser¨ªa desequilibrar el ecosistema. Y adem¨¢s es econ¨®micamente inviable".

Eduard Plana, investigador del Centro Tecnol¨®gico Forestal de Catalu?a (CTFC), en Solsona, comparte esta opini¨®n pero con matices: "Nadie sensato puede pedir la eliminaci¨®n sistem¨¢tica del sotobosque. Pero en algunas zonas deber¨ªa intervenirse para crear franjas con baja carga de combustible como infraestructura de prevenci¨®n contra los incendios". Se tratar¨ªa siempre de intervenciones concretas y cuidadosamente planificadas para romper la continuidad actual del combustible. Antiguamente las explotaciones agr¨ªcolas creaban un paisaje en mosaico, pero ahora, "al desaparecer la ganader¨ªa y al abandonarse el medio rural, los bosques se sobredensifican y la gran cantidad de ¨¢rboles dificulta su crecimiento porque se molestan unos a otros", afirma Plana.

El objetivo final deber¨ªa de ser conseguir el desarrollo de masas forestales "estables, bien estructuradas, maduras y con ¨¢rboles grandes", se?ala Miriam Piqu¨¦, investigadora del CTFC. Se tratar¨ªa de aplicar algunas t¨¦cnicas para obtener "bosques formados por menos individuos pero de mayor tama?o. En muchos lugares de Catalu?a hay buenas condiciones para que un d¨ªa lleguemos a tener bosques bien formados. El problema es la falta actual de ordenaci¨®n y de gesti¨®n forestal", se?ala.