Historias
La obra pict¨®rica de F¨¦lix de C¨¢rdenas expuesta en la galer¨ªa La Caja China es tan interesante como siempre, con la belleza a la que nos tiene acostumbrados, con alguna obsesi¨®n que reconocemos en el cuchillo -m¨¢s tenue que otras veces y muy precisa su colocaci¨®n- y otra nueva de bah¨ªas escondidas en el cielo del cuadro, por encima de mesas y bodegones, con una peque?a nube oscura de la que sale un rayo quebrado en el centro y rayado en colores. ?Las obsesiones pueden contar tantas historias!
No creo que su primera intenci¨®n fuese pintar el mar ni las bah¨ªas ni las tormentas; F¨¦lix comienza el cuadro a partir de una poderosa sensaci¨®n como pudiera ser, por ejemplo, un rojo especial, que llevar¨¢ a un lienzo y guardar¨¢ con montones de otros comienzos de otras sensaciones. Al cabo del tiempo recordar¨¢ la emoci¨®n que le produjo cualquier comienzo y le dar¨¢ forma de fruta o de cualquier otro objeto sin necesidad de modelo; porque los modelos le distraen y prefiere llevar el pincel por el camino del recuerdo, de la impresi¨®n, de la necesidad o de una historia.
Mesas planas o con perspectiva como base de bodegones, frutas y objetos que la virtud del artista nos hace ver como reales en su textura, forma, tama?o y color an¨®malos; creemos en granadas, sand¨ªas e incluso en frutos inexistentes; confundimos manchones de colores llamativos con la lejan¨ªa en la que, con tanta maestr¨ªa, est¨¢n metidos. Incluso aceptamos un enorme cielo amarillo puro, m¨¢s fuerte que el sol, sobre una barca -otra obsesi¨®n suya- en sombras, cuya forma parece la del movimiento del aire, la de una realidad moldeable. Los colores tambi¨¦n cuentan historias.
Las impresiones que llegan al sentimiento son muy variadas en su percepci¨®n y est¨¢n cargadas siempre del estado an¨ªmico del momento; por eso la obra del autor aparece explosiva, pac¨ªfica, opulenta, austera, er¨®tica o anecd¨®tica; una an¨¦cdota que el artista maneja como un escritor la narrativa. No cabe duda de que F¨¦lix de C¨¢rdenas conserva intacta su capacidad de investigar o investigarse sin acercarse al ancla que fija el pasado o el futuro. Perdi¨® la pista de los cuadros realizados pero conserva la fuerza y la voluntad de seguir avanzando con un sentido que expresa rotundo y claro: "Para salvarse". El final de la historia.
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