La vigilancia se limit¨® a 34 agentes

Ninguno de los partidos de Copa fue declarado de alto riesgo porque ni los clubes ni los respectivos delegados del Gobierno lo hab¨ªan solicitado, seg¨²n el Ministerio del Interior. Fuentes de ese departamento explicaron que no se consider¨® necesaria tal declaraci¨®n, que conlleva un refuerzo del dispositivo policial, porque, a pesar de que hab¨ªa muchos partidos entre equipos pr¨®ximos geogr¨¢ficamente, se trataba de choques considerados de baja competici¨®n en los que la afluencia a los estadios suele ser m¨ªnima.

En Galicia, sin embargo, hab¨ªa algunos antecedentes de episodios de violencia en partidos de Copa, como los registrados el pasado a?o en Ferrol durante un choque entre el Racing local y el Deportivo. La hostilidad entre los aficionados del Compostela y el Depor tambi¨¦n es conocida desde antiguo, aunque el martes se esperaba poca gente en el estadio ya que la afici¨®n al f¨²tbol ha deca¨ªdo mucho en Santiago tras la interminable crisis econ¨®mica y deportiva de su club. Sin embargo, ese mismo d¨ªa era fiesta local en A Coru?a, lo que propici¨® que se desplazasen al partido m¨¢s de 2.000 seguidores del Depor, pr¨¢cticamente la mitad de la asistencia al choque. La mayor¨ªa viaj¨® por sus propios medios, fuera de excursiones organizadas, lo que propici¨® que se desperdigasen por el estadio.

El dispositivo policial constaba de 34 agentes, repartidos entre la grada, el control de accesos y exteriores y la protecci¨®n al ¨¢rbitro. El grupo m¨¢s radical de hinchas deportivistas, unos 500, fue enjaulado en una zona protegida por vallas met¨¢licas, que acabaron rompi¨¦ndose en los incidente. Los polic¨ªas no formaron a su alrededor el cord¨®n de seguridad habitual en otras ocasiones. Cuando estall¨® la bronca en la grada, apenas hab¨ªa una docena de antidisturbios para sofocar las peleas y los agentes incluso tuvieron que replegarse ante la belicosidad de la turba. "Decir las cosas a toro pasado es f¨¢cil y, tras lo ocurrido, est¨¢ claro que el dispositivo policial era claramente insuficiente, pero esto no se pod¨ªa prever", declar¨® el alcalde de Santiago, el socialista Xos¨¦ S¨¢nchez Bugallo. Uno de los jugadores del Deportivo, Scaloni, afirm¨® con rotundidad: "El partido no se disput¨® con las medidas de seguridad necesarias".

El estadio de San L¨¢zaro tampoco dispon¨ªa de vigilancia privada. En un partido de alto riesgo en Riazor -que tiene el doble de capacidad que el estadio santiagu¨¦s- se moviliza a m¨¢s de un centenar de agentes, que disponen de la colaboraci¨®n de los 70 guardias de seguridad contratados por el club y de las dotaciones de la polic¨ªa local. Con el n¨²mero de polic¨ªas que hab¨ªa en San L¨¢zaro y sin guardas privados, los cacheos a la entrada no debieron de ser muy rigurosos, ya que los radicales del Deportivo lograron colar bengalas y botellas de vidrio.