La pianista H¨¦l¨¨ne Grimaud acerca su talento instintivo y misterioso a Brahms

De algo le tiene que servir la crianza de lobos salvajes a H¨¦l¨¨ne Grimaud (Aix-en-Provence, 1969). Ahora convive con siete y son el complemento perfecto para su carrera de pianista arriesgada, retadora, inquieta. "No me gusta ver la m¨²sica cl¨¢sica como algo bonito, elegante, refinado y a lo que se saca brillo, me gusta porque te hace aceptar riesgos, porque implica aventura, emoci¨®n e instinto", aseguraba esta int¨¦rprete ayer en Madrid, donde act¨²a hoy en el Auditorio Nacional dentro del ciclo de Juventudes Musicales, patrocinado por EL PA?S. Lo har¨¢ con el Concierto n¨²mero 1 de Brahms, junto a la Joven Orquesta Filarm¨®nica de Israel.

Con esa sonrisa dulce y constante de buena chica pocos dir¨ªan que le aguanta la mirada a un lobo canadiense o mexicano de los que cuida en su casa de campo del Estado de Nueva York como parte de un programa de protecci¨®n de las especies. "Estar con animales salvajes tiene mucho que ver con dominar una pieza al piano, nunca puedes estar segura de haberlo logrado, ni tampoco est¨¢s tranquila cuando permaneces en su compa?¨ªa", afirma. Vamos, que lo suyo con las fieras no es un hobby. "No, que va. Los hobbies son relajantes. Para eso, leo. Esto no lo es, produce tensi¨®n, pero s¨ª es enriquecedor", afirma. Como su lucha con el piano.

Su primer disco lo grab¨® con 15 a?os y desde entonces ha sido una de las artistas que se han aproximado con m¨¢s tino a autores como Beethoven, Liszt, Poulenc o Mozart, a quien no quiso estudiar hasta los 21 a?os. Con Brahms tiene una conexi¨®n especial: el credo rom¨¢ntico. "El suyo es un romanticismo constructivo, positivo, que acepta los retos, que busca esperanza", afirma. Y m¨¢s que en ninguna pieza, en su Concierto n¨²mero 1 para piano y orquesta, seg¨²n ella. "Sin esta obra, yo no puedo vivir", empieza. "En la mayor¨ªa de conciertos, el tercer movimiento es casi algo descuidado, algo que hay que hacer para llegar al final. En este concierto no, aqu¨ª se abren puertas, es perfecto, un diamante en bruto, vuelve al lugar donde todo se transforma para darse cuenta de lo esencial. Es el renacimiento tras la tragedia", asegura.

Una mezcla explosiva de lucha, aventura e individualismo es la que conforma su manera de ser y de entender la vida y el arte. "Todo es parte de lo mismo, todo est¨¢ relacionado, la vida salvaje, con la m¨²sica, son elementos del instinto y el misterio. Es lo que nos hace sentir que pertenecemos a algo m¨¢s grande, algo que puede ser divino o que simplemente est¨¢ dentro de nosotros y se llama alma, emoci¨®n...".