Fiebre del oro sobre el asfalto boliviano
Un rumor desata una b¨²squeda de pepitas en una avenida de El Alto, un suburbio de La Paz
Podr¨ªa parecer una peque?a alfombra humana, otra forma m¨¢s de protesta en la agitada ciudad dormitorio de El Alto, pero se trata de buscadores de un mineral ins¨®lito en una plazoleta urbana: pepitas de oro.
Son siete d¨ªas ya que en la rotonda de la avenida de Bolivia, una calle ancha de tierra en un barrio de la zona sur de El Alto, a 14 kil¨®metros del centro de La Paz, vecinos e improvisados buscadores de oro se dan cita a diario para probar su suerte y la agudeza de su vista para encontrar granos de arena que brillen y que, supuestamente, pueden ser de oro. Entre los afanosos buscadores, que deben desafiar la burla y el escepticismo de los transe¨²ntes y curiosos, se cuentan esperanzadoras historias de hallazgos y presuntos beneficiados que obtuvieron el equivalente de 10 d¨®lares, una peque?a fortuna en esta ciudad considerada la m¨¢s pobre del pa¨ªs, con ingresos ¨ªnfimos.
Los buscadores deben desafiar la burla y el escepticismo de los transe¨²ntes y curiosos
Por ejemplo, el de aquella se?ora no identificada que encontr¨® una pieza de oro del tama?o de un encendedor, o aquella otra, do?a Manuela, cuyo hallazgo le confirm¨® una profec¨ªa b¨ªblica: seg¨²n ella "casi al final del Juicio aparecer¨¢ todo el oro", rescata la agencia de noticias ABA de El Alto. Los inefables viejos y descascarillados recipientes con un poco de agua ayudan a encontrar estas pepitas que tambi¨¦n pueden ser pirita o restos de chatarra de cobre, pero que no quita a nadie la esperanza de encontrar "algo", en una ciudad donde el desempleo es alto y la miseria afecta a m¨¢s del 70% de sus habitantes, emigrantes del altiplano, y el hambre empuja a protestas como la que actualmente sacuden la villa. Una vecina explic¨® que por la avenida suele pasar un veh¨ªculo de alto tonelaje procedente de Tipuani, centro aur¨ªfero del norte de La Paz, y que el jueves pudo haber pasado con la compuerta trasera abierta, desparramando tierra aur¨ªfera. Otro vecino considera que tambi¨¦n pudo ser el derrame de un veh¨ªculo que saca desechos de una fundidora cercana a la avenida de Bolivia el que haya dejado una estela de objetos peque?os brillantes. Pero, sumido en la duda, este vecino, identificado como don Mario, se sum¨® tambi¨¦n a la b¨²squeda, mientras otros curiosos suger¨ªan el uso de escobitas (botellitas de cristal) en los pasos previos antes de echarse a tierra y escarbarla.
Este cuadro de vecinos echados en el suelo, silenciosos y absortos en lo suyo, es absolutamente ajeno a la realidad de violencia, gases y piedras, detonaciones de peque?os explosivos de dinamita, gritos y furia de multitudes que se suman a las protestas dispuestas por la Central Obrera Boliviana y los sindicatos campesinos hasta lograr la renuncia del presidente de Bolivia, Gonzalo S¨¢nchez de Lozada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.