A Zagreb con mochila

Cuando era m¨¢s joven viaj¨® en sucios trenes que iban hacia el norte, que dir¨ªa Sabina. Hoy, el actor salmantino, que estos d¨ªas estrena la pel¨ªcula Hotel Danubio, prefiere la comodidad de un hotel y un coche que le lleve.

En sus inicios troteros: autoestop, mochila y sue?os.

S¨ª, empec¨¦ a viajar a los 15 a?os para salir de mi pueblo, Samu?¨® de Huebra (Salamanca). Los veranos all¨ª eran tremendos. Hab¨ªa un r¨ªo que se secaba, un calor de muerte, y el entretenimiento b¨¢sico era salir a matar p¨¢jaros.

Y usted prefiri¨® salir a matar fronteras; cuanto m¨¢s lejos, mejor.

Llegu¨¦ hasta Zagreb a dedo, aunque mi primer viaje fue a Holanda para pasar un mes y medio en un campo de trabajo. Ten¨ªa una gran sensaci¨®n de aventura y unas ilusiones enormes, a pesar de mi escaso presupuesto. Volv¨ªa cuando se me terminaba el dinero.

Lo de dormir de hotel ser¨ªa un espejismo mental.

Claro. Yo he dormido en cualquier sitio. Albergues, bajo un ¨¢rbol e incluso apoyado en la tapia de un cementerio. A veces pasaba miedo, pero eso me manten¨ªa con los ojos abiertos.

Cuando uno ha dormido junto a un camposanto ?puede pernoctar en cualquier sitio?

Hombre, cada edad y situaci¨®n tiene lo suyo. Ahora busco la comodidad y no coger¨ªa una mochila ni loco. Lo primero, porque ya no te puedes subir al coche de cualquiera. Adem¨¢s, las ciudades son cada vez m¨¢s agresivas, aunque tambi¨¦n m¨¢s bonitas y divertidas.