Intolerable carrusel de inv¨¢lidos
Que desastre de corrida. Vaya numerito de fiesta brava de la emoci¨®n y el arte. Los toros por el suelo, el prestigio del espect¨¢culo en las catacumbas. Es intolerable contemplar ese desfile de inv¨¢lidos del Puerto de San Lorenzo, as¨ª como de los sobreros de Los Derramaderos. Esto no hay quien lo aguante ni coraz¨®n de aficionado que lo soporte. Claro que de esta manera se cargan este tinglado. Hoy m¨¢s que nunca con esta farsa eterna, con tal fraude de toros blandos, descastados y sobrados de vete a saber qu¨¦ alimentos malignos. Porque si no es as¨ª, que comen cosas chungas, c¨®mo es posible tal mierda de toros. Quitan la afici¨®n hasta el lucero del alba, que no se la culpa que tiene el pobre en este numerito.
El Puerto / Encabo, Diego, Mar¨ªn
Tres toros de El Puerto de San Lorenzo, desigualmente presentados e inv¨¢lidos. Primero, sobrero de los Derramaderos, devuelto; segundo sobrero de los Derramaderos; cuarto sobrero de Alcurruc¨¦n, bronco; quinto, sobrero de Palomo Linares, peligroso. Luis Miguel Encabo: silencio en los dos. Juan Diego: silencio y silencio. Seraf¨ªn Mar¨ªn: silencio y oreja. Plaza de Las Ventas, 11 de octubre. Quinta de feria. Tres cuartos de entrada.
Luis Miguel Encabo par¨® a su primero, suave de ¨¢nimos, al que lance¨® con maneras, y luego pas¨® de muleta por el pit¨®n derecho sin obligar, pulcro y t¨¦cnico, sin poder decir nada, pues nada dec¨ªa el toro. Le devolvieron el cuarto del Puerto a Encabo y le sali¨® un sobrero de Alcurruc¨¦n que nada m¨¢s catarlo se puso a canturrear su mansedumbre, a mirar y comportarse como bronco e innoble. Prob¨® el dulce amargo, tan ¨¢cido al fin, por los dos pitones y enseguida decidi¨® machetear e irse a por la espada, que manej¨® con poco acierto, pues se li¨® a pegar pinchazos y no encontraba el momento de terminar.
Juan Diego tuvo que parar hasta cuatro toros, ya que le fueron devolviendo, en medio de una protesta fenomenal, era insoportable tanta estafa, su primero, y despu¨¦s otro toro del Puerto de los demonios, y un tercero de Los Derramaderos. De esta ganader¨ªa prob¨® de muleta, una pena ante la blandura manifiesta, los dos pitones con suavidad y sin emoci¨®n posible. El quinto y sobrero de Palomo Linares, le propin¨® una voltereta al tercer lance de saludo, y qued¨® tendido de mala manera sobre el albero. Se incorpor¨® y continu¨® la lidia. Pero dado el peligro del toro, poco pudo hacer en la faena de muleta. Al final pas¨® a la enfermer¨ªa, en donde le apreciaron una contusi¨®n y ligera conmoci¨®n cerebral de pron¨®stico reservado.
Seraf¨ªn Mar¨ªn procur¨® templar al tercero, que no aguantaba ni un alfiler en su piel de toro manso, y nada de inter¨¦s consigui¨®. Sin embargo en el sexto, que tuvo bondad y mantuvo la vertical, aunque llegara a perder las manos varias veces, le cort¨® una oreja al conseguir lances sueltos de templado trazo, y unos naturales de frente en su trasteo de muleta, de uno en uno, tal vez exquisitos, que el santo p¨²blico celebr¨® despu¨¦s de una tarde aciaga, inveros¨ªmil, para despotricar sin parar de ganaderos y taurinos. Es de contar que Seraf¨ªn Mar¨ªn cobr¨® una estocada al primer encuentro, de excelente ejecuci¨®n, que merec¨ªa la oreja s¨®lo por esa forma tan torera de volcarse sobre el animal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.