Precisi¨®n flexible

Conservar la calma y el control ante el teclado en todo momento (herencia de su formaci¨®n cl¨¢sica) y fiarse m¨¢s de las ideas espont¨¢neas que de las premeditadas (legado de su vocaci¨®n jazz¨ªstica) son los dos pilares filos¨®ficos que Simon reconoce como prioritarios. Se podr¨ªa objetar, con raz¨®n, que ¨¦stas no son premisas suficientes por si solas para garantizar resultados extraordinarios, pero el venezolano dispone tambi¨¦n de otros dos s¨®lidos soportes que le permiten asentar su m¨²sica sobre cimientos a prueba de p¨®lvora: el talento natural y la punter¨ªa para seleccionar repertorio y compa?eros de concierto. Ahora s¨ª, con una columna maciza en cada punto cardinal, ya es posible hacerse idea de c¨®mo sonaron Simon y los suyos en la ¨²ltima jornada de la semana que han actuado en Calle 54.

El tr¨ªo funcion¨® con una precisi¨®n flexible: no tanto como una fr¨ªa maquinaria suiza, sino como un esbelto reloj de arena. No se observ¨® atropellamiento en las notas cuando les toc¨® pasar por la cintura de avispa del vidrio y tampoco se detect¨® ning¨²n traspi¨¦s en las continuas alternancias de tensi¨®n y relajaci¨®n.

Un buen ejemplo estuvo en el arreglo laber¨ªntico del inmortal Woody'n you, de Dizzy Gillespie, y otro m¨¢s en el formidable rodeo que el tr¨ªo dio hasta llegar a la melod¨ªa de El d¨ªa que me quieras. Simon desplaz¨® acordes de su sitio original sin despertarlos, jug¨® con su bater¨ªa a los contrarritmos sin derribar ni una barra de comp¨¢s y dibuj¨® l¨ªneas intrincadas con trazo seguro y natural. Le secund¨® un prodigio cubano de 29 a?os que, por f¨ªsico y osad¨ªa casi adolescente, aparentaba tener al menos 10 menos. Su nombre, Dafnis Prieto. Conviene retenerlo, porque actu¨® m¨¢s como un aventajado concertino de percusi¨®n que como un mero bater¨ªa acompa?ante.

Entre corazones tan ardientes, el estadounidense Drew Gress desempe?¨® su labor con admirable ponderaci¨®n y a la debida distancia.