El diario involuntario de Javier Mar¨ªas
El escritor publica 'Har¨¢n de m¨ª un criminal', que re¨²ne casi 100 art¨ªculos period¨ªsticos
Hoy se pone a la venta la ¨²ltima obra del escritor Javier Mar¨ªas (Madrid, 1951), Har¨¢n de m¨ª un criminal (Alfaguara), un libro en el que se reproducen 96 art¨ªculos publicados en el suplemento El Semanal entre febrero de 2001 y diciembre de 2002. En esos textos, el Mar¨ªas articulista hace un repaso sin contemplaciones de su entorno vital. La burocracia y la mala educaci¨®n de los espa?oles, el atentado a las Torres Gemelas, la ense?anza, las obras p¨²blicas o el feminismo son algunos de los temas sobre los que ha dialogado con los lectores semana tras semana. Implacable siempre, y con gran sentido del humor la mayor¨ªa de las veces, puede decirse que Mar¨ªas es en estos momentos el articulista m¨¢s irreverente de la prensa espa?ola.
"Arzalluz es la caricatura de un madrile?o por su tono chulesco y zarzuelero"
El libro incluye un art¨ªculo no publicado, Creed en nosotros a cambio, un texto en el que el autor entra a saco contra la Iglesia cat¨®lica y cuya no publicaci¨®n origin¨® el final de su colaboraci¨®n con el suplemento dominical en el que escrib¨ªa. Mar¨ªas publica ahora sus art¨ªculos semanales en el EPS, el suplemento dominical de este diario.
El libro incluye todos los art¨ªculos publicados en El Semanal. "En esta recopilaci¨®n, a diferencia de otros autores que hacen una selecci¨®n de los mejores, he publicado todos. Las colaboraciones semanales tienen algo de diario involuntario. No ser¨ªa honrado no publicar todos. Tenemos d¨ªas buenos, malos y regulares. Est¨¢ bien que se vea la evoluci¨®n. Tambi¨¦n estuvieron todos en los otros tres vol¨²menes de art¨ªculos publicados".
?C¨®mo escoge los temas de sus art¨ªculos? "Hay semanas en las que a uno le sobran los temas. Otras te pones delante de la m¨¢quina y no sabes de qu¨¦ hablar. Lo asombroso y un poco ofensivo es que siempre acaba saliendo algo. Aunque el tema me llegue tra¨ªdo por los pelos, intento hacerlo lo mejor posible. Nunca lo despacho de cualquier manera. Los hago, rehago, corrijo. Todos est¨¢n igual de trabajados. Da igual que el tema sea muy serio o muy fr¨ªvolo. En febrero empec¨¦ la colaboraci¨®n con el EPS y me toc¨® la guerra de Irak. Me salieron art¨ªculos duros y sombr¨ªos. Cuando no hay cosas muy ineludibles, uno tiene la sensaci¨®n de que no hay que repetirse demasiado y alterna seriedad con juerga. M¨¢s all¨¢ de estar muy cenizo o muy jaranero, tampoco controlo demasiado el tema. Son art¨ªculos hechos con dos semanas de antelaci¨®n respecto a su publicaci¨®n y a veces hay cosas que te hierven en la cabeza y otras no tienes el tema claro, pero basta dar un vistazo a un telediario y encuentras un m¨ªnimo de un par de idioteces muy representativas de actitudes o tendencias que te inspiran".
El Pa¨ªs Vasco es un tema varias veces abordado en sus art¨ªculos. "Pero debo decir que ya s¨®lo hablo de ello de pasada. Es una cuesti¨®n que me preocupa que me pase porque he intentado ayudar y llega un momento en el que sientes un hast¨ªo tremendo. Me viene de las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas, cuando el PNV, al que considero en gran parte culpable de la situaci¨®n, tuvo una prima de 200.000 votos. Son demasiados a favor de estas frivolidades cuando tienen un autogobierno sin parang¨®n. Han matado a casi mil personas por motivos tales como la existencia de un pasaporte vasco, para que unos pol¨ªticos tengan un rango m¨¢s alto, para que los coches lleven una placa determinada. Me parece muy fr¨ªvolo. A m¨ª, como si se quieren convertir en el 55? Estado de EE UU. Mi patriotismo brilla por su ausencia".
Semana tras semana se ha enfrentado a esos servicios p¨²blicos que todos padecemos. El cine espa?ol o los pol¨ªticos en general tampoco se han escapado. "Me temo que hay un proteccionismo descomunal hacia el cine espa?ol. Creo que se haga lo que se haga se dice que est¨¢ bien. Puede que el equivocado sea yo. Si hay algo muy bueno que a otros les parece horroroso, me pongo en duda y me planteo que lo mismo no veo las virtudes que tiene. No me creo infalible. Mis art¨ªculos son muy personales. Procuro argumentar y razonar. Lo mismo Arzalluz es bondados¨ªsimo y se me ha escapado".
Aunque a veces lo pudiera parecer, asegura que no es articulista que busque enemigos por las buenas. "Tampoco quiero escribir vaguedades o repetir lo que dice todo el mundo. Si mi punto de vista es igual al de la mayor¨ªa, me abstengo. Hablo de aquello en lo que tengo una perspectiva que no coincide con los dem¨¢s, con la mayor¨ªa. Como digo en la presentaci¨®n del libro, esta ¨¦poca no me gusta mucho. No busco motivos de enfado. Tengo alg¨²n art¨ªculo elogioso (Savater), pero es obvio que es una ¨¦poca que me gusta poco. Tanto en Espa?a como fuera. Aqu¨ª hay un Gobierno espantoso, pero fuera est¨¢n Berlusconi, Blair, que parec¨ªa m¨¢s normal... Hemos vivido atrocidades como el 11 de septiembre".
Sobre la repercusi¨®n que estos art¨ªculos han tenido en los lectores, el m¨¢s celebrado fue Macdocencia, un texto sobre la indefensi¨®n de los profesores frente a los alumnos. Con El mejor de los amigos, sobre un amigo enfermo de Oxford, recibi¨® montones de llamadas de lectores que quer¨ªan ayudar. My fair
Arzalluz, de quien dec¨ªa que era la caricatura de un madrile?o por su tono chulesco y zarzuelero, fue aplaudido por todos sus lectores. Menos suerte tuvo con dos textos en los que trat¨® del papel de las mujeres en la educaci¨®n. "Fue tremendo. Cuando hablas de temas sensibles intentas afinar mucho, pero siempre te encuentras a gente que coge el r¨¢bano por las hojas. Te da la sensaci¨®n de que leen lo que quieren leer para soliviantarse. Muchos art¨ªculos me han costado amistades, disgustos, pero no me parece sensato no escribir. Si un articulista no dice lo que opina, aunque sean sandeces, no tiene sentido escribir".
Opiniones y silencios
Javier Mar¨ªas asegura que nunca ha dejado de opinar sobre un asunto que le interesara. El art¨ªculo no publicado (¨¦l prefiere hablar de censura) habla de la Iglesia cat¨®lica, un tema que no hab¨ªa tratado nunca. "Es un tema que me es ajeno y quiero que as¨ª sea. S¨®lo me interesa cuando la Iglesia se mete en asuntos que no son de su competencia. Lo hice siguiendo el di¨¢logo de columnismo amistoso que manten¨ªa con mi compa?ero de publicaci¨®n, Arturo P¨¦rez-Reverte, Captain Sadwing o Duque de Corso, entre otras variadas apelaciones".
Mar¨ªas afirma con amargura que no hab¨ªa vivido antes la experiencia de la censura, pero parece a¨²n m¨¢s dolido por el nulo eco solidario que su caso encontr¨® entre sus compa?eros del columnismo. "Lo m¨¢s triste de todo no es que en el a?o 2002 ocurra esto, sino que no hubiera repercusi¨®n. No es nada que se me deba, pero no creo que sea sensato que cuando el colectivo de columnistas es tan susceptible como es, que salta a la primera cuando hay un atentado contra la libertad de expresi¨®n, me parece incre¨ªble que no se dijera nada con mi caso. Me parece algo farisaico. El caso de P¨¦rez-Reverte es aparte, porque es un francotirador que no va de ¨¦tico ni de solidario, ni da lecciones morales a nadie. Seguimos tan amigos. Hablo de esos otros que van de ¨¦ticos y solidarios, de defensores de las libertades, de azote de injusticias que, en cambio, conmigo, se han quedado mudos. No pido que nadie se pringue por m¨ª. El ¨²nico que dijo algo fue David Trueba. S¨®lo ¨¦l. Pensando mal, aunque tampoco quiero, cabr¨ªa preguntarse si criticar a un grupo importante es un riesgo que te cierre puertas. Pensando bien, quiz¨¢ son muy cat¨®licos todos ellos".
"Me pareci¨® chocante, en cambio, que se movilizaran por un amago de censura, que luego no hubo, contra el libro Todas putas y que protagonizaran un silencio sepulcral en mi caso. Creo que hay que respetar al creyente pero no hay que respetar a la Iglesia cuando se inmiscuye en asuntos que no son de su competencia".
Babelia
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