Txabarri negocia paralizar el plan de una segunda incineradora

La segunda gran incineradora de Euskadi, junto a la de Zabalgarbi, en Bilbao, comenzar¨¢ a construirse a mediados de 2005 en el municipio de Urnieta y requerir¨¢ una inversi¨®n de 120 millones de euros. La futura planta est¨¢ dise?ada para dar servicio a toda Guip¨²zcoa, salvo la comarca del Txingudi, que ya aprob¨® instalar su propia incineradora. Una reuni¨®n celebrada ayer entre el diputado general, Joxe Joan Gonz¨¢lez de Txabarri, y los alcaldes del Txingudi podr¨ªa hacer que ¨¦stos renuncien a su planta a cambio de una "relevante" implicaci¨®n econ¨®mica de la Diputaci¨®n.

La Mancomunidad de San Marcos, que abarca toda la comarca de Donostialdea -San Sebasti¨¢n y nueve municipios de su entorno-, hizo ayer p¨²blico su decisi¨®n: la principal incineradora de Guip¨²zcoa se construir¨¢ en una parcela del pol¨ªgono industrial Erratzu, en Urnieta. Se considera que esta es la mejor ubicaci¨®n en el corredor San Sebasti¨¢n-Tolosa, seg¨²n un estudio t¨¦cnico de emplazamientos aprobado por la junta general de la mancomunidad con los votos favorables de los representantes de 9 de los diez municipios integrantes, mientras que los ediles de Urnieta se abstuvieron. El Ayuntamiento de Urnieta, en un escueta nota de dos p¨¢rrafos, se?al¨® ayer que sus delegados optaron por la abstenci¨®n "hasta tratar el tema entre todos los partidos pol¨ªticos [del consistorio] debido a la importancia de la decisi¨®n a tomar".

El estudio comparativo puso en competencia a Urnieta con Oiartzun, Zubieta, Renter¨ªa y Astigarraga, aunque estas dos ¨²ltimas fueron desechadas en una primera fase. Finalmente, los criterios de impacto visual, los accesos por carretera y la geolog¨ªa del terreno inclinaron la elecci¨®n a favor de Urnieta.

La futura planta, explic¨® el gerente de San Marcos, I?aki Castillo, est¨¢ dise?ada con capacidad para tratar 275.000 toneladas de basuras procedentes de la comarca donostiarra y del resto de Guip¨²zcoa (salvo el Txingudi). Su instalaci¨®n exigir¨¢ ocupar una extensi¨®n de seis hect¨¢reas, donde tambi¨¦n se emplazar¨¢n una planta de selecci¨®n de materiales previa a la quema de los residuos y otra para la maduraci¨®n de las escorias resultantes de la incineraci¨®n.

La inversi¨®n total ser¨¢ de 120 millones (incluida la compra de los terrenos), que ser¨¢n amortizados en 23 a?os. El coste de explotaci¨®n anual se elevar¨¢ a 10 millones y se espera ingresar 6,3 millones al a?o por la venta de la energ¨ªa el¨¦ctrica producida con la combusti¨®n. Castillo inform¨® de que la plantilla la compondr¨¢n 43 trabajadores.

Txingudi, en el aire

Las obras comenzar¨ªan a mediados de 2005 y la apertura se calcula para el verano de 2007, un a?o despu¨¦s del cierre previsto del vertedero de San Marcos. Guip¨²zcoa genera unas 400.000 toneladas de residuos que se depositan en vertederos.

El presidente de la mancomunidad, el edil donostiarra del PNV-EA Rom¨¢n Sudupe, explic¨® que la decisi¨®n de ubicar la incineradora en Urnieta se trasladar¨¢ a la Diputaci¨®n guipuzcoana y al resto de mancomunidades, con el fin de decidir si finalmente da servicio a toda la provincia o se excluye a la comarca del Txingudi.

Esta pol¨¦mica disyuntiva irrumpi¨® la pasada semana cuando el actual gobierno de la Diputaci¨®n guipuzcoana, que no tiene competencias en la eliminaci¨®n de residuos urbanos, se decant¨® por construir una sola incineradora y recomend¨® a la Mancomunidad del Txingudi (Ir¨²n, Hondarribia y Hendaya) que considerara paralizar su proyecto de ubicar en Hondarribia una planta transfronteriza con capacidad para 60.000 toneladas de basuras.

Las partes implicadas lograron ayer rebajar la tensi¨®n creada durante una reuni¨®n a la que asistieron Txabarri y el diputado para la Sostenibilidad, Luis Mari Oyarbide, por un lado, y los alcaldes de Ir¨²n, Jos¨¦ Antonio Santano, de Hondarribia, Borja Jauregi, y de Hendaya, Jos¨¦ Luis Ezenarro, por otro.

En este encuentro, Txabarri les transmiti¨® la voluntad de la Diputaci¨®n de aportar "cantidades [econ¨®micas] relevantes" al proyecto unitario de San Marcos, reduciendo as¨ª la aportaci¨®n municipal, si finalmente los alcaldes del Txingudi dan marcha atr¨¢s a su incineradora. Unos y otros se han dado dos meses de plazo para estudiar el nuevo planteamiento del gobierno foral. Jauregi fue muy claro al afirmar que "si la Diputaci¨®n no hubiese ofrecido ese dinero, nosotros seguir¨ªamos adelante". Txabarri dej¨® entrever que si finalmente se construyen ambas, retirar¨¢ su ayuda financiera. Su aportaci¨®n oscilar¨ªa entre el 30% y el 50% del coste de la inversi¨®n de la incineradora ¨²nica.