El recogepelotas
Luque se llena de elogios hacia el Bar?a, donde se form¨® y no pudo triunfar
Cuando Johan Cruyff rumiaba chupachups en el banquillo y Romario culebreaba en el ¨¢rea, un chico de 14 a?os recog¨ªa las pelotas perdidas fuera del campo empap¨¢ndose de una idea del f¨²tbol. Se llamaba Albert Luque, nacido en Barcelona en 1978 y jugador de las categor¨ªas inferiores del club azulgrana, el color que siempre ti?¨® el coraz¨®n de su familia.
Los sue?os del muchacho se truncaron en edad juvenil. En el Bar?a no confiaron en ¨¦l para seguir subiendo en el escalaf¨®n y acept¨® una oferta del Mallorca, especialista en desenterrar tesoros de las canteras ajenas. Ahora que Frank Rijkaard suspira por alguien que marque goles, Luque regresa al Camp Nou con el Deportivo exhibiendo las credenciales de rematador obtenidas fuera de Riazor.
Si Luque guarda alguna frustraci¨®n por no haber hecho carrera en el Bar?a, que aliment¨® sus ilusiones desde que era un alev¨ªn, lo disimula bien. "Nunca he tenido af¨¢n de desquite", asegura; "lo que me pas¨® a m¨ª sucede con frecuencia. Llega un momento en que no logras dar el salto y te tienes que buscar la vida en otra parte. A m¨ª no me ha ido mal. Del Bar?a lo ¨²nico que puedo decir es bueno. Le agradezco la formaci¨®n que me dio. Haber tenido esa escuela es importante para un futbolista. Y tambi¨¦n haber vivido los a?os del dream team, para m¨ª una referencia".
Como siempre que vuelve a Barcelona, Luque vivir¨¢ una noche de reencuentros. "Va a estar toda mi familia, mis amigos, gente que hace tiempo que no veo... Son partidos que te ilusionan, pero nunca me he planteado ninguna clase de revancha", insiste. Su decisi¨®n de pasar p¨¢gina tras tomar la ruta de la emigraci¨®n fue definitiva y ahora ya ni siquiera piensa en el Bar?a como un proyecto de futuro. "Nunca me he planteado volver", afirma; "estoy a gusto aqu¨ª. Lendoiro [Augusto C¨¦sar, el presidente del Deportivo] apost¨® fuerte por m¨ª, tengo un contrato largo y no pienso en otras metas. Ni se me pasa por la cabeza".
Luque ha tenido que pagar su cuota de sufrimiento para abrirse paso en la poblada plantilla del Deportivo, que le fich¨® la campa?a pasada por m¨¢s de 12 millones de euros. En su primera temporada jug¨® muy poco de titular, v¨ªctima de la dur¨ªsima competencia con Makaay y Trist¨¢n. Con el nuevo curso se le ha abierto un hueco, aunque no como delantero, su oficio m¨¢s conocido. Javier Irureta, el t¨¦cnico, le ha devuelto a sus tiempos de cadete, cuando algunas veces le situaban de extremo izquierdo para aprovechar su velocidad y su golpeo con la zurda. "Desde entonces, no hab¨ªa vuelto a jugar ah¨ª, pero, poco a poco, me voy adaptando", explica; "tienes que cambiar el chip porque, de repente, juegas m¨¢s lejos de la porter¨ªa. Tienes que pensar m¨¢s en pasar que en rematar. Est¨¢s obligado a bajar la banda y echar una mano en la defensa...".
Con tanto traj¨ªn, Irureta suele mandarlo a la ducha mediada la segunda parte. Y por eso cunde la sospecha de que tal vez sea esa clase de jugador que se desinfla al cabo de una hora. "Yo no me veo as¨ª", replica; "lo que sucede es que jugar de extremo desgasta m¨¢s f¨ªsicamente que la delantera. Por eso me estoy esforzando en mejorar el aspecto f¨ªsico y creo que lo voy logrando".
Hasta hace poco, Luque a¨²n confesaba que prefer¨ªa jugar de ariete. Pero la carest¨ªa de la vida en el Depor le ha abocado al conformismo: "Me da igual donde me pongan. Con esta plantilla, jugar ya es mucho".
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