Crecimiento y productividad de la econom¨ªa espa?ola
El autor sostiene que la productividad del trabajo en Espa?a ha crecido a una tasa anual media de 1,825% en los ¨²ltimos 28 a?os.
Una de las razones de que se trabaje m¨¢s horas por persona es el elevado trabajo a tiempo parcial
El nivel de actividad o participaci¨®n mide el porcentaje de personas que buscan empleo
El crecimiento de la productividad laboral es fundamental para la mejora de la renta real y del bienestar de la poblaci¨®n de un pa¨ªs, y tambi¨¦n es importante conseguir una elevada acumulaci¨®n y utilizaci¨®n de los factores de producci¨®n, trabajo y capital. Sin embargo, s¨®lo aquellos pa¨ªses que consiguen aumentos significativos de la productividad se aseguran un crecimiento de la renta m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s estable a largo plazo para el conjunto de su poblaci¨®n. La productividad mide simplemente la relaci¨®n existente, en un determinado per¨ªodo, entre la producci¨®n (output) y los factores de producci¨®n (inputs) que se han utilizado para generarla. A pesar de su simplicidad aparente es muy dif¨ªcil de medir correctamente por la existencia de factores cualitativos muy importantes que son dif¨ªcilmente cuantificables.
Si se mide c¨®mo ha evolucionado la tasa anual de crecimiento de la producci¨®n bruta real de la econom¨ªa espa?ola o PIB real, siguiendo las estad¨ªsticas oficiales de la Uni¨®n Europea, se observa que, en los ¨²ltimos 28 a?os, entre 1975 y 2002, su crecimiento anual medio ha sido del 2,825%, frente al 2,4% del la Uni¨®n Europea y al 3,2% de Estados Unidos. Es decir, 4,25 d¨¦cimas m¨¢s que la UE y 3,75 d¨¦cimas menos que EE UU. El crecimiento ha sido desigual. Ha tenido dos per¨ªodos de crecimiento bajo, 1,6% entre 1975 y 1985 y 1,5% entre 1990 y 1995, y dos per¨ªodos de crecimiento elevado entre 1985 y 1990, con una media anual de 4,5%, y entre 1995 y 2001, con una media de 3,7%.
Para poder descomponer dicho crecimiento entre sus componentes m¨¢s importantes, hay que observar qu¨¦ participaci¨®n ha tenido la acumulaci¨®n y utilizaci¨®n de los factores de producci¨®n, trabajo y capital; qu¨¦ contribuci¨®n ha tenido la productividad conjunta de ambos factores, y, finalmente, qu¨¦ contribuci¨®n residual al crecimiento ha tenido el llamado "progreso t¨¦cnico" o "productividad total de los factores", es decir, aquella productividad que no puede explicarse por la de los dos factores anteriores: trabajo y capital.
La acumulaci¨®n y utilizaci¨®n del factor trabajo viene determinada, en primer lugar, por el crecimiento del empleo. La evoluci¨®n del crecimiento medio anual del empleo en Espa?a, en los ¨²ltimos 28 a?os, ha sido del 1%, frente al 0,55% de la UE y el 1,6% de EE UU. Su crecimiento ha sido, de nuevo, muy desigual. Entre 1975 y 1985 tuvo un crecimiento negativo del -1,6%, y entre 1990 y 1995, del -1,5%, mientras que creci¨® a una tasa media del 3,3% entre 1985 y 1990 y del 2,8% entre 1995 y 2001. A pesar de haber crecido el empleo a un ritmo m¨¢s r¨¢pido que la media europea, los niveles espa?oles actuales de actividad y de empleo son todav¨ªa de los m¨¢s bajos de la UE. El nivel de actividad o participaci¨®n mide el porcentaje de personas que est¨¢n buscando activamente empleo, y el nivel de empleo mide el n¨²mero de personas que est¨¢n empleadas, ambos como porcentaje del n¨²mero de personas que se encuentran en edad de trabajar, es decir, de personas en una edad comprendida entre los 15 y 64 a?os. El nivel de actividad en Espa?a en 2002 era del 66%, y el del empleo, del 59%, frente a los 69,5% y 64,5% de la UE y 77% y 73,5% de EE UU, respectivamente. Es decir, por cada 100 personas en edad de trabajar son activas 3,5 personas menos en Espa?a que en la UE y 11 personas menos que en EE UU, y est¨¢n empleadas 5,5 personas menos que en la UE y 14,5 menos que en EE UU.
La acumulaci¨®n y utilizaci¨®n del trabajo tambi¨¦n se mide por el n¨²mero de horas al a?o (efectivas, no contractuales) que trabajan las personas que tienen empleo. En Espa?a eran en 2001 1.816 horas anuales, frente a 1.490 en la UE y 1.821 en EE UU. Una de las razones de que se trabajen m¨¢s horas por trabajador en Espa?a es que el porcentaje de trabajadores a tiempo parcial, sobre el total, en nuestro pa¨ªs es s¨®lo del 7,9%, frente al 13,8% en la UE y al 13% en EE UU, aunque con la diferencia de que en este ¨²ltimo pa¨ªs se trabajan 331 horas m¨¢s al a?o por trabajador que en la UE y seis horas anuales m¨¢s que en Espa?a, a pesar de tener un nivel de trabajadores a tiempo parcial similar al de la UE.
La productividad del trabajo en Espa?a, medida por el PIB por persona empleada, ha crecido a una tasa anual media del 1,825% en los ¨²ltimos 28 a?os, un 0,025% m¨¢s que la de la UE y un 0,225% m¨¢s que en EE UU. Dicha productividad se mide por el PIB dividido por el n¨²mero de personas empleadas. En el caso espa?ol, el crecimiento de la productividad media anual era del 3,2% en el per¨ªodo 1975-1985, cay¨® despu¨¦s al 1,2% en el per¨ªodo 1985-1990, se recuper¨® hasta en 2,0% entre 1990 y 1995 y finalmente cay¨® de nuevo al 0,9%, entre 1995 y 2001. Buena parte de dichas oscilaciones se deben a que el denominador de la relaci¨®n, es decir, el n¨²mero de personas empleadas, era relativamente menor en el primer y tercer per¨ªodo y mayor en el segundo y cuarto, ya que ha habido durante muchos a?os un fuerte proceso de sustituci¨®n de mano de obra por capital, y viceversa.
De ah¨ª que sea una medida m¨¢s adecuada y exacta de la productividad laboral la productividad por hora trabajada, es decir, el PIB anual partido por el n¨²mero de horas trabajadas cada a?o. La productividad por hora trabajada en Espa?a creci¨® a una tasa anual media en los ¨²ltimos 28 a?os del 1,85%, frente al 2% de la UE y del 1,5% en EE UU. Sin embargo, a pesar de que los crecimientos anuales de la productividad por hora trabajada han sido elevados en Espa?a en el promedio del per¨ªodo, en los ¨²ltimos seis a?os han sido muy bajos, alcanzando s¨®lo un 0,84%, frente a un 1,36% de la UE y al 1,9% de EE UU.
Si en lugar de observar las tasas de crecimiento de dicha productividad se miden sus niveles, la situaci¨®n espa?ola es todav¨ªa precaria. En productividad por persona empleada, siendo 100 el nivel de la UE, el nivel espa?ol es 91 y el de EEUU es 132. En productividad por hora empleada, siendo 100 la UE, el nivel espa?ol es del 81% y el de EE UU es del 115%. Es decir, estamos 9 y 19 puntos porcentuales por debajo de la media de la UE y 41 y 34 puntos por debajo de EE UU, respectivamente.
La productividad del factor trabajo depende, a su vez, de la acumulaci¨®n de capital y de la productividad total de los factores. Cuanto mayor sea la dotaci¨®n de capital y de tecnolog¨ªa por cada trabajador mayor ser¨¢ su productividad. La medici¨®n de la contribuci¨®n del capital a la productividad del trabajo tambi¨¦n es muy compleja.
La evoluci¨®n de la acumulaci¨®n o intensidad del capital o, lo que es lo mismo, de la relaci¨®n capital-trabajo, es decir, la contribuci¨®n anual media del capital a la productividad del trabajo, en los ¨²ltimos 28 a?os, ha sido en Espa?a del 0,875%, frente al 0,675% de la UE y de s¨®lo el 0,325% de EE UU. Espa?a ha seguido con claridad, especialmente entre 1975-1985 y entre 1990-1995, un modelo de producci¨®n m¨¢s intensivo en capital que en trabajo, derivado del mayor coste relativo y la falta de flexibilidad del factor trabajo. A pesar de la evoluci¨®n positiva del crecimiento de la utilizaci¨®n del capital en Espa?a, sus niveles son todav¨ªa inferiores al nivel medio de la UE. Siendo este ¨²ltimo 100, el nivel espa?ol es del 90% y el de EE UU es del 107%.
Finalmente, la productividad total de los factores, que es aquella parte del crecimiento del PIB que no se puede explicar por el crecimiento del factor trabajo y del factor capital, medidos como la media ponderada de ambos, es, por lo tanto, un residuo que s¨®lo se puede medir por exclusi¨®n de los factores anteriores. Como residuo, la productividad total de los factores incorpora los efectos de los cambios en el grado de utilizaci¨®n y de organizaci¨®n eficiente de los factores citados, en la calidad del capital humano y f¨ªsico utilizado, en la innovaci¨®n, en el desarrollo tecnol¨®gico y en la utilizaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas. Es decir, en una importante serie de factores intangibles de dif¨ªcil medici¨®n, de ah¨ª que se consideren como residuales.
El crecimiento anual medio de la productividad total de los factores en Espa?a, en los ¨²ltimos 28 a?os, ha sido del 0,925%, frente al 1,25% de la UE y el 1,1% de EE UU. Mientras que en Espa?a la tasa de crecimiento de dicha productividad ha ido cayendo desde el 1,6% en el per¨ªodo 1975-1985 hasta el 0,5% entre 1995 y 2001, en la UE, aunque ha ca¨ªdo tambi¨¦n, s¨®lo lo ha hecho hasta el 1% entre 1995 y 2001, y en EEUU, por el contrario, ha ido creciendo hasta alcanzar el 1,5% entre 1995 y 2001, a?os en los que su tasa de inversi¨®n en las nuevas tecnolog¨ªas lleg¨® a alcanzar el 5% del PIB.
Cuando se comparan los niveles actuales de productividad de los factores, siendo 100 la media de la UE, el nivel espa?ol es del 85% y el de EE UU es del 112%. Es decir, Espa?a se encuentra todav¨ªa 15 puntos porcentuales por debajo de la media de la UE y 27 puntos por debajo de EE UU.
En un reciente estudio de la OCDE se mide la contribuci¨®n de todos estos factores agregados a los niveles de PIB por habitante en el a?o 1999. Siendo 100 el nivel de PIB real por habitante de EE UU, medido en t¨¦rminos de paridades de poder adquisitivo en dicho a?o, el de la UE era del 66% y el de Espa?a era del 54%, es decir, 46 y 12 puntos porcentuales menos, respectivamente. En el caso de Espa?a, la contribuci¨®n de la poblaci¨®n en edad de trabajar aportaba 2 puntos porcentuales, la tasa de participaci¨®n restaba 14 puntos, la tasa de empleo restaba 9 puntos y las horas trabajadas restaban otros 2 puntos. Estos tres factores, el demogr¨¢fico, el de utilizaci¨®n del factor trabajo y el de la productividad del trabajo, s¨®lo explicaban una diferencia de 25 puntos porcentuales respecto de los 45 puntos totales de su diferencia con el PIB por habitante de EE UU. Sin embargo, los niveles de productividad del trabajo espa?oles eran bastante m¨¢s elevados que sus niveles de PIB por habitante. El nivel de productividad espa?ol por persona empleada era del 75% del americano y el nivel de productividad por hora trabajada era del 76%, frente a un 54% de PIB por habitante respecto al americano.
Este ejercicio contable del crecimiento espa?ol muestra que se puede converger en PIB por habitante consiguiendo niveles de productividad por hora trabajada elevados, pero una buena parte de la diferencia en PIB por habitante respecto a la UE y EE UU se explica por la baja utilizaci¨®n del trabajo como muestran la todav¨ªa baja tasa de participaci¨®n o actividad y la baja tasa de empleo de Espa?a respecto a su poblaci¨®n en edad de trabajar.
En definitiva, Espa?a tiene todav¨ªa bastante camino por recorrer para conseguir los niveles medios de utilizaci¨®n y de productividad del trabajo europeos para alcanzar la media de PIB por habitante de la UE. Es verdad que el grado de utilizaci¨®n del trabajo ha mejorado notablemente en los ¨²ltimos ocho a?os, pero a cambio de una ca¨ªda del crecimiento de la productividad del trabajo, que seg¨²n la OIT ha ca¨ªdo entre 1995 y 2001 un 0,40%. Adem¨¢s todav¨ªa estamos lejos en los niveles de acumulaci¨®n y utilizaci¨®n del capital humano y del progreso tecnol¨®gico, lo que se refleja en un nivel de productividad total de los factores todav¨ªa bajo. Pero no hay que perder la esperanza.
Guillermo de la Dehesa es presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR).
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