Noches en la serran¨ªa malague?a
CUEVA DEL GATO, siete habitaciones austeras y rom¨¢nticas
En un enclave ¨²nico de la geograf¨ªa malague?a conocido como la cueva del Gato -"la primera maravilla de la Serran¨ªa de Ronda", en palabras del viajero rom¨¢ntico Francis Carter- acaba de nacer un peque?o complejo hotelero bajo el reclamo de lo rural. Dos bloques revestidos en piedra oscura y comunicados entre s¨ª por un corredor trasero pretenden, en su m¨ªmesis con el paisaje, ser diana de un turismo diferente para los pr¨®fugos de la Costa del Sol. El prop¨®sito merece un aprobado por los pelos, como corresponde a una obra a medio acabar. Nada rutilante, sin las cartucheras de una buena arquitectura ni el escorzo de una cortijada andaluza. Aqu¨ª priman las vistas sobre la boca de la famosa cueva y un silencio estalagm¨ªtico s¨®lo interrumpido de vez en cuando por el tr¨¢nsito del ferrocarril, entre las nueve de la ma?ana y las doce de la noche.
CUEVA DEL GATO
Categor¨ªa oficial: 2 estrellas. Direcci¨®n: carretera Benaoj¨¢n-Ronda. Benaoj¨¢n (M¨¢laga). Tel¨¦fono: 952 16 72 96. Fax: 952 16 74 04. 'Web': www.hotelcuevadelgato.com. Instalaciones: jard¨ªn, sal¨®n con chimenea, bar, comedor. Habitaciones: 7 dobles con ba?o, calefacci¨®n, aire acondicionado y tel¨¦fono. Servicios: no hay facilidades para discapacitados, no admite perros. Precios: temporada alta, 86 euros + 7% IVA; temporada baja, 65 + 7% IVA; desayuno, 5,10 + 7% IVA. Tarjetas de cr¨¦dito: American Express, Master Card, Visa, 6000.
Arquitectura ... 6
Decoraci¨®n ... 5
Estado de conservaci¨®n ... 7
Confortabilidad habitaciones ... 5
Aseos ... 5
Ambiente ... 5
Desayuno ... 2
Atenci¨®n ... 7
Tranquilidad ... 7
Instalaciones ... 5
Emplazamiento, tranquilidad y perspectiva. Alicientes imprescindibles para justificar la estancia en un alojamiento que colma las aspiraciones tur¨ªsticas de Manuel Buz¨®n, empresario de Benaoj¨¢n cuya residencia en Sevilla le impide un seguimiento continuado del negocio y la atenci¨®n preferente de sus instalaciones, desapego que inmediatamente sufre el hu¨¦sped a pesar de los buenos oficios de su empleado al frente, Manuel Villalba. La recepci¨®n comparte espacio con el sal¨®n de estar y el bar, desangelados a causa de la escasa clientela que visita el lugar fuera de los fines de semana.
Insulsos resultan el desayuno y la cena, servidos bajo el techo abovedado del comedor, sin mucha rotaci¨®n que asegure una adecuada carta y la debida calidad de las materias primas. Para mayores soleares est¨¢n las habitaciones, siete en total, referidas a las cavidades y atractivos espeleol¨®gicos de la cueva del Gato: Lago Blanco, Lago Ele, Los Toriles, Chimenea, Estalagmita, Gours... y la propiamente llamada del Gato, la ¨²nica que ofrece unas dimensiones generosas, aunque desaprovechadas. Todas ellas enfoscadas de cemento en colores, altas de techos y algo h¨²medas, mantienen cierta gracia en su decoraci¨®n y alg¨²n que otro detalle rom¨¢ntico, como el dosel que enmarca sus lechos. Mal iluminadas para la lectura, y sin televisi¨®n, s¨®lo queda desear que la noche preste su silencio al sue?o.
ALREDEDORES
BIEN INDICADO en la carretera, el hotel comparte escenario con el mirador de la cueva del Gato, el principal atractivo de la zona. Un puente cruza el r¨ªo Guadiaro, cuyas aguas promete el Ayuntamiento depurar en breve por exigencias de la UE. La traves¨ªa de la galer¨ªa principal alcanza unos 4,5 kil¨®metros, y s¨®lo puede hacerse en verano, ya que en ¨¦poca de lluvias el agua suele circular por ella, hilvanada de lagos, cascadas, simas y pozos de m¨¢s de 20 metros. La sala central, conocida por la Plaza de Toros, es una de las mayores de Andaluc¨ªa. Muy cerca se halla tambi¨¦n la cueva de la Pileta, que abre paso a excursiones por la sierra de Grazalema y la Serran¨ªa de Ronda.
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