El mercado de las yucas, los ?ames y las tilapias
El centro de abastos de los Mostenses triplica sus ventas gracias a los extranjeros que buscan productos t¨ªpicos de sus pa¨ªses
Africanos, suramericanos, orientales... han hecho revivir el mercado de los Mostenses, situado en pleno centro de la capital, a un paso de la Gran V¨ªa. En sus puestos pueden encontrar productos t¨ªpicos de sus pa¨ªses de origen y un buen precio. Por eso no les importa recorrer grandes distancias para llegar a ¨¦l. Se desplazan desde lugares tan alejados del mercado como Alcorc¨®n, Moratalaz, Colmenar Viejo, Pozuelo, Las Rozas o M¨®stoles.
Los due?os de los negocios est¨¢n encantados, porque la poblaci¨®n del barrio ha envejecido y el consumo de los clientes de toda la vida era bajo. Ahora las ventas se han triplicado, y los compradores llegan a soportar los s¨¢bados colas de hasta media hora.
"Tendr¨ªamos que aprender de ellos, saben comprar m¨¢s barato y productos de calidad", dicen los comerciantes
Una clienta, de origen guineano espera, sentada en una escalera, que le llegue su turno en la pescader¨ªa. "Tardo alrededor de media hora porque, adem¨¢s de hacer cola, tenemos que esperar a que nos limpien el pescado". As¨ª se repiten las colas en la carnicer¨ªa, en la fruter¨ªa, en la casquer¨ªa...
No todos los puestos de este mercado, inaugurado por Alfonso XII en 1875, se han beneficiado de la llegada de inmigrantes. "Sobre todo compran carne, pescado y fruta. Otros locales como la panader¨ªa, pasteler¨ªa o la droguer¨ªa siguen con la misma clientela de antes". "Nosotros seguimos m¨¢s o menos igual, porque lo que les interesa a los extranjeros es otro tipo de producto", dice una panadera.
Los art¨ªculos de casquer¨ªa tambi¨¦n han triplicado las ventas. "Vienen a por patas, tripa y est¨®mago de cerdo, coraz¨®n, sangre l¨ªquida, librillo, pulm¨®n... Son alimentos que realmente el p¨²blico espa?ol no consume casi. Los chinos, creo yo, son los que m¨¢s casquer¨ªa utilizan", comenta Isidro, que lleva 20 a?os al frente de su negocio en el mercado.
"Tendr¨ªamos que aprender de ellos, saben comprar m¨¢s barato y productos de calidad", sostiene Manuela, due?a de dos pescader¨ªas del centro. "Adquieren mucha tilapia, sable, corbina, lisas, salema y tambi¨¦n pescados m¨¢s comunes entre los espa?oles. Pero, por supuesto, miran los precios".
La Asociaci¨®n de Mayoristas de Pescados de Madrid tiene pensado realizar una campa?a para dar a conocer la tilapia al consumidor nacional.
Roc¨ªo, ecuatoriana, explica que aqu¨ª encuentra lo que necesita para sus guisos. "Hoy voy a comprar bonito, yuca, pl¨¢tano macho y unas verduritas". Se enter¨® de la existencia de este mercado gracias a otros compatriotas.
En los puestos tambi¨¦n trabajan inmigrantes. Algunos son empleados, aunque hay due?os de comercios. Es el caso de Manuel, conocido como el Pescadilla. "En Per¨² trabajaba en la banca, me vine aqu¨ª hace 10 a?os y empec¨¦ como repartidor de pescado. A los siete a?os me independic¨¦, arriesgando mis ahorros. Pero me ha ido bien y ahora tengo dos puestos, en los que trabajan mis hermanos, y quiero abrir una florister¨ªa que regentar¨¢ mi mujer", relata.
Los expositores de los fruteros est¨¢n rebosantes de pl¨¢tanos machos, yucas, ?ames, ocras, taros, mangos, tomates de ¨¢rbol, entremezclados con otros productos m¨¢s familiares para los espa?oles.
Anta, una senegalesa que vive en Espa?a desde hace nueve a?os, dirige un restaurante africano en la calle de Mes¨®n de Paredes. "Aqu¨ª encuentro los productos que necesito para ofrecer a mis clientes las comidas t¨ªpicas de mi tierra".
Mariano, due?o de una fruter¨ªa, corrobora que las ventas han subido. "A m¨ª me trajeron mis padres al puesto con dos meses, y ahora tengo 49 a?os; por lo tanto, puedo afirmar que si no fuera por ellos el mercado estar¨ªa muerto".
Mariano comenta que se ha producido un cambio asombroso en la clientela. "Antes el p¨²blico pertenec¨ªa a una clase media acomodada. Pero los hijos se fueron marchando y los padres se quedaron solos. Es ley de vida. Eso repercuti¨® en el mercado, porque cada vez demandaban menos cantidad de alimentos".
A la clientela espa?ola la afluencia de extranjeros no le causa ning¨²n problema. "Yo no noto molestias; adem¨¢s, su presencia ha servido para que el mercado salga a flote", comenta Mar¨ªa, una vecina de San Bernardo, clienta "de toda la vida". Lo que s¨ª han notado es que tienen otras costumbres, como tocar la mercanc¨ªa para apreciar su calidad. "Pero es suficiente con decirles una vez que aqu¨ª preferimos que no toquen el pescado", matiza Manuela, pescadera del mercado.
La publicidad del boca a boca
El boca a boca ha funcionado de manera impecable para dar a conocer el mercado de los Mostenses entre los extranjeros afincados en Madrid.
"A m¨ª me lo dijeron unos amigos. Y ten¨ªan raz¨®n, en este mercado encontramos los alimentos necesarios para cocinar nuestras comidas. Por eso venimos cada 15 d¨ªas aproximadamente, y no nos importa que est¨¦ lejos de nuestro domicilio. Y, por supuesto, por el precio", explica Sabi, originaria de Tanzania, que viene al centro desde Vic¨¢lvaro.
Lo mismo le pasa a un matrimonio de chinos. Xu y su mujer compran en el mercado de los Mostenses las verduras que utilizan en sus guisos. Edi, de Jamaica, dice que vive en Ventas, que lleva poco tiempo en Madrid y que conoce este centro comercial porque se lo comentaron unos amigos.
La poblaci¨®n inmigrante aumenta cada a?o en Espa?a y con ella el consumo de productos de sus pa¨ªses. Un informe de la V Semana de la Alimentaci¨®n que se celebra en Madrid, en el Parque Ferial Juan Carlos I, indica que el mercado iberoamericano de alimentos factur¨® en Espa?a 25 millones de euros en 2002.
Como causa apuntan al incremento de la poblaci¨®n extranjera, que, seg¨²n sus datos, se sit¨²a en dos millones de personas en toda Espa?a.
Han aumentado sobre todo los productos de alimentaci¨®n b¨¢sica como harina de ma¨ªz, panela (az¨²car de ca?a), fruta tropical en pulpa, dulces de guayaba o bebidas de malta. En el informe se indica tambi¨¦n que el 65% de los 2.000 puntos de venta en Espa?a de estos productos se concentran en Madrid. En los dos ¨²ltimos a?os se ha abierto el 70% de dichos espacios de comercializaci¨®n.
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