Acostumbrados a perder

El arrojo de sinceridad que se deduce de las manifestaciones a este peri¨®dico del secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, al confesar que en su partido est¨¢n "acostumbrados a perder", viene a situar en su justa dimensi¨®n el papel que se aprestan a jugar los populares ante los pr¨®ximos desaf¨ªos que tiene ante s¨ª esta comunidad. El m¨¢s inmediato puede que sea el de la reforma que propugna la Uni¨®n Europea sobre la OCM del aceite, que, de salir adelante, tal y como est¨¢ redactada, puede resultar muy da?ina para los intereses andaluces.

El ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Ca?ete se empe?a en convertir el asunto en un problema exclusivo de la estrategia que ha de seguir la Junta de Andaluc¨ªa. Sigue pensando que si no cambian sus tesis iniciales corren el riesgo, los socialistas andaluces, de quedarse aislados y enfrentados, adem¨¢s, al resto de comunidades que se ver¨ªan, en cambio, beneficiadas por dicha reforma. Todav¨ªa est¨¢ por ver si eso va a ocurrir finalmente, pero lo que ya est¨¢ sucediendo es que el sector ve que los cambios que se quieren introducir constituyen toda una amenaza. Y por mucho que traten en Madrid en desviar el tiro, dif¨ªcilmente va a salir de este proceso indemne el propio ministro al que ya comienzan a acusarle directamente de no defender debidamente al agro andaluz. De paso, Arias Ca?ete, debe cuidar de que su presidenta en Andaluc¨ªa, Teofila Mart¨ªnez, venga a decir lo mismo que ¨¦l en esta materia, puesto que ya se han evidenciado claras discrepancias en lo que dicen ambos al respecto. De todas formas, no es de extra?ar esta descoordinaci¨®n si se tiene en cuenta la proverbial falta de sinton¨ªa que han mantenido, de siempre, Arias y Mart¨ªnez. Lo cierto es que todos deben ir posicion¨¢ndose, sin matices, tal como se comprobar¨¢, esta semana, en el pleno de la C¨¢mara andaluza.

De modo, que resignados a que las cosas no les vayan todo lo bien que quisieran en el PP, su presidenta cumplir¨¢ en estos d¨ªas, una vez m¨¢s, con el rito de ejercitar su labor de control al Gobierno en la sesi¨®n plenaria del Parlamento. Mart¨ªnez elevar¨¢ preguntas al presidente de la Junta, Manuel Chaves , en relaci¨®n a los Presupuestos de la comunidad para el 2004, debate en el que ella ya se ha metido de lleno reclamando m¨¢s inversiones cuando a¨²n no conoce con exactitud la cantidad concreta que se va a destinar a este cap¨ªtulo en las cuentas generales de la Junta. De esta forma, corre el riesgo de que sus propuestas alternativas, se vean superadas por la realidad, tal y como ya le ha advertido la consejera de Econom¨ªa y Hacienda, Magdalena ?lvarez, y el de Salud, Francisco Vallejo. Sin embargo, parece que estos fallos no importan mucho. Lo importante, es dar ca?a. Y es que todo hace indicar que en este asunto, Mart¨ªnez est¨¢ siguiendo a pie juntillas, de nuevo, las felices reflexiones de su secretario general, quien recomienda "mentir poco" en esto de la pol¨ªtica.

Al mismo tiempo, no quiere faltar a la verdad el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarr¨ªas. Tras reconocer que algunos tramos de la programaci¨®n de la RTVA le abochornaban, puso a manos a la obra y ya tiene listo su proyecto de ley para la creaci¨®n del Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa que, muy probablemente, se aborde en este Consejo de Gobierno del pr¨®ximo martes, dando as¨ª cumplimiento a los deseos de Chaves. Quieren que sea una norma que d¨¦ paso a un ¨®rgano realmente independiente y pleno, para hacerlo as¨ª cre¨ªble, m¨¢xime despu¨¦s de todo lo que ha llovido en relaci¨®n con esta iniciativa que les ha hecho incurrir en m¨¢s de una contradicci¨®n a lo largo de esta legislatura.

Y debemos, tambi¨¦n, quedar a la espera de las negociaciones que se van a desarrollar a lo largo de esta semana entre los dos sectores en los que est¨¢ dividida la coalici¨®n de IU en Andaluc¨ªa. El resultado final es bastante incierto ya que los cr¨ªticos, si bien centran ahora sus reparos en el procedimiento, para nada est¨¢n por la labor de admitir, sin m¨¢s, como candidato a la presidencia de la Junta, al coordinador general, Diego Valderas. El pol¨ªtico onubense descarta el riesgo de escisi¨®n en su organizaci¨®n pero lo cierto es que la ruptura total est¨¢ m¨¢s cerca de la realidad antes que el entendimiento y la pacificaci¨®n interna.