Barcelona recupera el rompeolas
Tras un a?o de obras, la escollera queda conectada desde la plaza de la Carbonera
Tras un a?o de obras en sus accesos, el rompeolas de Barcelona vuelve a estar abierto al p¨²blico. Para dar a conocer la nueva entrada, desde la plaza de la Carbonera, el Puerto celebr¨® ayer una jornada en la que invit¨® a los barceloneses a visitar el paseo con trenes jardinera o a bordo de las golondrinas. La iniciativa atrajo a unas 3.000 personas que, desafiando el mal tiempo, acudieron a pasear por uno de los rincones m¨¢s emblem¨¢ticos de la ciudad.
El acto estuvo marcado por la pol¨¦mica institucional, puesto que la Autoridad Portuaria no hab¨ªa contado con la participaci¨®n del alcalde de Barcelona en el programa y s¨ª con la del conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas. El portavoz del gobierno municipal, Ferran Mascarell, acus¨® el s¨¢bado al Puerto de hacer "manipulaci¨®n electoralista" del acto. El presidente de la Autoridad Portuaria, Joaquim Tosas, respondi¨® ayer que el Puerto actu¨® "como siempre", contando con la presencia de responsables de la Generalitat y del Ministerio de Fomento, y que el alcalde fue invitado al acto por carta.
SOS Racismo asegura que desde los hechos ha seguido recibiendo denuncias de agresiones
La jornada finaliz¨® con la inauguraci¨®n oficial de la escultura Ones, situada en la plaza de la Carbonera. Su autor, el valenciano Andreu Alfaro, manifest¨® que la obra est¨¢ dedicada "a los hombres del mar y a toda la ciudad de Barcelona".El flamante acceso al rompeolas de Barcelona es fruto de la construcci¨®n de la nueva bocana del puerto, que hace un a?o oblig¨® a cerrar la tradicional entrada al paseo desde la
Barceloneta. Puesto que la nueva bocana constituye una suerte de mordisco en el paseo del rompeolas, ahora la entrada se realiza desde la plaza de la Carbonera y a trav¨¦s del Moll de Sant Bertran y el puente levadizo de la Puerta de Europa.
La reordenaci¨®n de la zona ha permitido urbanizar el Moll de Sant Bertran, ahora convertido en un amplio paseo que combina el disfrute ciudadano -con mobiliario urbano, ¨¢rboles y carril bici- con su tradicional uso portuario para los barcos de las compa?¨ªas Trasmediterr¨¢nea y Grimaldi, que unen Barcelona con Baleares y G¨¦nova. Las obras, que alcanzan una superficie de 45.000 metros cuadrados, han supuesto una inversi¨®n de 4,2 millones de euros.
Adem¨¢s del flamante paseo por el muelle, la otra gran novedad de la nueva entrada al rompeolas es la posibilidad que tienen los ciudadanos de cruzar el puente levadizo, ya sea en coche o andando por las aceras. El puente, que hasta ahora estaba restringido al personal del puerto, es tambi¨¦n un excelente mirador sobre las instalaciones portuarias desde el que apreciar el traj¨ªn del muelle de carga y de las embarcaciones que entran y salen del puerto.
En los meses de invierno, el rompeolas permanecer¨¢ abierto s¨®lo durante el d¨ªa, entre las 10.00 de la ma?ana y las 7.00 de la tarde. El horario se ampliar¨¢ en verano, seg¨²n explicaron ayer los responsables del Puerto, aunque por las noches, "por razones de seguridad", se cerrar¨¢. Lo que todav¨ªa permanece cerrado es el restaurante del rompeolas, aunque est¨¢ previsto que vuelva a abrirse al p¨²blico, seg¨²n un portavoz de la Autoridad Portuaria.

El v¨ªdeo como prueba de cargo
Durante la lectura del veredicto, la portavoz del jurado explic¨® en varias ocasiones que el tribunal hab¨ªa declarado probados los hechos a partir de la visi¨®n de las grabaciones obtenidas por una c¨¢mara de la Autoridad Portuaria y por otras tres de los locales del complejo de ocio. En las cintas se aprecia la discusi¨®n inicial, c¨®mo Wilson Pacheco arroja un objeto contra un vigilante y c¨®mo se inicia una persecuci¨®n de 326 metros, hasta que le alcanzan.
Las im¨¢genes m¨¢s sobrecogedoras se producen cuando se ve a Pacheco ca¨ªdo en el suelo en la pasarela del muelle y los vigilantes le golpean con las porras y los pies. En un determinado momento se ve c¨®mo se le gira la cabeza en el suelo de la patada que le da uno de ellos. A continuaci¨®n aparece Anglada, que no le golpea, pero coge a Pacheco del hombro y lo conduce hasta el final de la pasarela. Seg¨²n la tesis de la fiscal, Romero o Quincoces le dijeron a Anglada: "Dale un chapuz¨®n", pero el jurado no lo ha declarado probado. Lo cierto es que Pacheco aparece sin ofrecer ninguna resistencia y cae al agua como si de un fardo se tratara. Los tres vigilantes se retiran como si nada hubiera pasado, mientras una decena de personas miran desde la pasarela unos segundos. Seguramente el tiempo que estuvo chapoteando Pacheco antes de hundirse. Despu¨¦s el grupo se dispersa.
La polic¨ªa realiz¨® un montaje con esas grabaciones y se vio durante m¨¢s de una hora en el juicio, rebobinando hacia adelante o hacia atr¨¢s y deteniendo la cinta varias veces. Pero al acabar esa prueba, la fiscal solicit¨® que se vieran ¨ªntegramente todas las cintas. Es muy probable que esa reiteraci¨®n de las im¨¢genes haya influido en la decisi¨®n de culpabilidad del jurado.
El tribunal popular tambi¨¦n fue implacable al rechazar por unanimidad la posibilidad de que el magistrado que preside el juicio solicite del Gobierno el indulto total o parcial. Tambi¨¦n rechaz¨® por nueve votos a cero la remisi¨®n condicional de la pena que se imponga. Es decir, que se suspenda la ejecuci¨®n de la pena impuesta. ?ste ha sido uno de los juicios con jurado m¨¢s largos celebrados en Espa?a y en los que m¨¢s ha durado la deliberaci¨®n.
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