Atraso digital

Por fin el Banco de Espa?a ha reconocido de forma expl¨ªcita lo que los indicadores que maneja ven¨ªan denunciando desde hace a?os: la econom¨ªa espa?ola dispone de un patr¨®n de crecimiento del que est¨¢ ausente la eficiencia. Los tres problemas fundamentales que el gobernador de esa instituci¨®n acaba de se?alar -reducida productividad, elevada inflaci¨®n y excesivo endeudamiento familiar- se encuentran estrechamente relacionados y denuncian la vulnerabilidad en que se ha basado la prosperidad espa?ola en estos a?os.

La condici¨®n para que la econom¨ªa espa?ola se incorpore a la primera divisi¨®n de las avanzadas es el fortalecimiento de la base de capital p¨²blico y privado. En particular, el que se concreta en la formaci¨®n de las personas, en la adecuaci¨®n de sus habilidades a las exigencias competitivas y en la incorporaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n. El papel de la inversi¨®n p¨²blica en la dinamizaci¨®n de ese sector b¨¢sico en la nueva sociedad del conocimiento es absolutamente necesario como se ha demostrado en las econom¨ªas punteras. Pero la nuestra es una Administraci¨®n que no lo ha entendido, a tenor de los sucesivos intentos fallidos por concretar una acci¨®n medianamente v¨¢lida en este ¨¢mbito.

Ha sido ahora la patronal tecnol¨®gica Sedisi (representante de las principales empresas de tecnolog¨ªa de la informaci¨®n y de las comunicaciones) la que ha alertado sobre la insuficiencia e indefinici¨®n del nuevo plan Espa?a.es, del Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa. Aceptando las ¨¢reas en las que el Gobierno pretende actuar (desarrollo digital de la Administraci¨®n, educaci¨®n, peque?as y medianas empresas, acceso a Internet, mejora de los contenidos en espa?ol), Sedisi echa en falta acciones adicionales y manifiesta sus abiertas discrepancias con la cuant¨ªa asignada (245 millones de euros al a?o) y la manera de gestionar el proyecto.

El plan, en definitiva, es "poco ambicioso, si de lo que se trata es de converger con los pa¨ªses l¨ªderes de la UE", y carente del rigor suficiente. Ya no queda nadie -desde los tozudos indicadores a las m¨¢s prudentes instituciones- que no haya advertido de la peligrosa senda de retraso tecnol¨®gico por la que camina la econom¨ªa espa?ola. Parece m¨¢s directamente guiada por la moralina de las apariencias de equilibrio presupuestario que por aprovechar las oportunidades para mejorar la eficiencia.