La diabetes acecha a un tercio de la poblaci¨®n
Un estudio alerta de que uno de cada tres ni?os nacidos en 2000 en EE UU sufrir¨¢ la dolencia
Uno de cada tres ni?os y dos de cada cinco ni?as nacidos el a?o 2000 en Estados Unidos ser¨¢n diagnosticados de diabetes tipo 2 en alg¨²n momento de su vida, seg¨²n estimaciones de un estudio publicado en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista The Journal of the American Medical Association (JAMA). Esto significa que, si no se modifican los h¨¢bitos alimentarios y no se combate el sedentarismo con ejercicio f¨ªsico regular, una buena parte de la poblaci¨®n estadounidense ver¨¢ notablemente reducida su esperanza de vida (11,6 a?os en los hombres y 14,3 a?os en las mujeres) y podr¨¢ sufrir graves problemas de salud que suponen un elevad¨ªsimo coste sanitario: enfermedad de las arterias coronarias, enfermedad vascular perif¨¦rica, apoplej¨ªa, neuropat¨ªa diab¨¦tica, amputaciones, insuficiencia renal y ceguera. La diabetes es una enfermedad hasta ahora incurable caracterizada por un fallo en el metabolismo de la glucosa. El aumento del az¨²car en sangre termina da?ando diversos ¨®rganos.
De cada 100 ni?os con obesidad m¨®rbida, 24 presentan intolerancia a la glucosa
El diagn¨®stico de la dolencia en ni?os y adolescentes era ins¨®lito hasta ahora
El estudio, el primero que analiza el riesgo que tienen los individuos de sufrir diabetes a lo largo de su vida, estima que entre los a?os 2000 y 2050 el n¨²mero de personas diagnosticadas con diabetes tipo 2 aumentar¨¢ el 165% en Estados Unidos. Las alarmantes proyecciones de futuro de la diabetes en Estados Unidos, donde la enfermedad ha adquirido ya proporciones epid¨¦micas, marca la tendencia que seguir¨¢n el resto de pa¨ªses desarrollados, entre ellos Espa?a, si bien en ellos se parte de ¨ªndices inferiores de prevalencia. El incremento de la obesidad, uno de los principales factores de riesgo de la diabetes tipo 2 o diabetes mellitus est¨¢ generando gran preocupaci¨®n entre los endocrin¨®logos espa?oles, especialmente porque ya se est¨¢n viendo casos en la infancia y la adolescencia.
Un estudio elaborado por el Servicio de Pediatr¨ªa del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, coordinado por el doctor Antonio Carrascosa, ha revelado que entre 100 ni?os con obesidad m¨®rbida, 24 de ellos presentaban intolerancia a la glucosa (lo que los m¨¦dicos consideran como una fase previa a la diabetes tipo 2), mientras que los m¨¦dicos descubrieron que uno de los menores ya presentaba diabetes.
"El diagn¨®stico de diabetes tipo 2 era hasta ahora algo ins¨®lito entre ni?os, ya que se trata de una enfermedad adulta o senil, pues suele aparecer a partir de los 40 a?os", se?ala el doctor Carrascosa. Los resultados del estudio realizado en el Hospital Vall d'Hebron, que se publicar¨¢n pr¨®ximamente, no difieren mucho de los observados en una investigaci¨®n publicada el a?o pasado en la revista The New England Journal of Medicine realizada con ni?os y adolescentes obesos de Estados Unidos. Entre el 21 y el 25% de ellos presentaban intolerancia a la glucosa y el 4% ya ten¨ªan diabetes.
Estos dos estudios, seg¨²n el doctor Carrascosa, demuestran que la diabetes tipo 2 comienza ya a gestarse en los ni?os y adolescentes obesos, lo que revela la la necesidad de evitar el sobrepeso en este primer grupo y de tratar el problema ya en las edades m¨¢s tempranas.
La creciente incidencia de la diabetes tipo 2 en ni?os y adolescentes es considerada como "un problema muy importante que requiere mayor atenci¨®n" por la Federaci¨®n Internacional de Diabetes (FID), organizaci¨®n que lamenta los escasos datos de los que se dispone en la actualidad sobre la prevalencia de esta enfermedad en edades preadultas.
Si el exceso de peso va muy a menudo unido a la diabetes tipo 2, la obesidad severa eleva a¨²n m¨¢s el riesgo de sufrir la enfermedad y sus trastornos asociados. En Estados Unidos, la obesidad severa est¨¢ creciendo a un ritmo m¨¢s acelerado que la obesidad. Seg¨²n un estudio publicado en The Archives of Internal
Medicine, el ¨ªndice de personas adultas con obesidad severa se ha multiplicado por cuatro entre 1986 y 2000, de manera que uno de cada 50 adultos presenta este problema de salud. La obesidad, en cambio, se ha doblado durante el mismo periodo (de uno de cada diez adultos obesos se ha pasado a uno de cada cinco).
Los endocrin¨®logos espa?oles admiten que en Espa?a, con una prevalencia del 5% de diabetes tipo 2 en el a?o 2000, el punto de partida es menos preocupante que el de Estados Unidos, donde la prevalencia se situaba en el 7% en el mismo a?o. Sin embargo, los especialistas no son optimistas ante el futuro que se intuye.
"Nos encaminamos hacia una sociedad con un tercio de la poblaci¨®n con diabetes, a menos que se tomen medidas dr¨¢sticas para cambiar estilos de vida, algo que es muy improbable a corto plazo", advierte el doctor Alberto De Leiva, jefe del Servicio de Endocrinolog¨ªa del Hospital de Sant Pau de Barcelona y director de Investigaci¨®n de este centro.
Varios estudios han demostrado que en el 90% de los casos, la diabetes tipo 2 o diabetes mellitus, se puede prevenir o puede retrasarse su aparici¨®n si se siguen unas pautas de vida saludables (una alimentaci¨®n pobre en grasas saturadas y baja en calor¨ªas y la pr¨¢ctica regular de ejercicio f¨ªsico) . "Algunos estudios han demostrado que la adquisici¨®n de estos h¨¢bitos es m¨¢s eficaz para la prevenci¨®n de la enfermedad que los tratamientos farmacol¨®gicos", destaca el doctor De Leiva.
El equipo que ha realizado el estudio en Estados Unidos concluye, en este sentido, que sin una "acci¨®n coordinada" de m¨¦dicos y administraciones para modificar el estilo de vida de la poblaci¨®n no se podr¨¢ poner freno al preocupante avance de la epidemia. En el mismo sentido se expresa el endocrin¨®logo del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Jordi Mesa, quien lamenta la "dificultad de modificar unos h¨¢bitos que est¨¢n empeorando en nuestra sociedad". "Nuestra dieta mediterr¨¢nea, a la que se atribuyen propiedades protectoras contra la enfermedad coronaria y la diabetes, est¨¢ siendo sustituida por la comida r¨¢pida y productos de boller¨ªa, lo que incrementa la obesidad", se?ala Mesa. En Espa?a, destaca el endocrin¨®logo, los adolescentes han incrementado su peso una media de entre seis y siete kilos en los ¨²ltimos 20 a?os.
Para los endocrin¨®logos, la lucha contra la diabetes ha de tener un destacado componente preventivo. Las campa?as educativas sobre los h¨¢bitos saludables tendr¨¢n mayor ¨¦xito, seg¨²n los expertos, si se empieza desde la infancia. "Hay que romper con esta tendencia de los padres a sobrealimentar a sus hijos", advierte el doctor De Leiva, quien aboga tambi¨¦n por la ense?anza en las escuelas de una materia relacionada con la nutrici¨®n y los h¨¢bitos saludables. "Cambiar el estilo de vida requerir¨¢ un gran esfuerzo", agrega , "que no puede proceder s¨®lo de los m¨¦dicos, sino tambi¨¦n de las administraciones, la familia y la escuela".
En el mundo se estima que unos 195 millones de personas son diab¨¦ticas, cifra que, seg¨²n los expertos, en el a?o 2025 se habr¨¢ multiplicado por dos.
Un reto en los pa¨ªses en desarrollo
Calificada como una dolencia propia de las sociedades del bienestar, la diabetes tipo 2 est¨¢ creciendo en los pa¨ªses en desarrollo a un ritmo incluso m¨¢s acelerado que en el Primer Mundo. "En Estados Unidos, y en los pa¨ªses occidentales en general, la actual progresi¨®n de la enfermedad es fruto de un estilo de vida con muchos a?os de arraigo en la sociedad, pero en los pa¨ªses en desarrollo se ha sustituido muy bruscamente una forma de vida m¨¢s o menos saludable por unos h¨¢bitos que propician la obesidad y la enfermedad cardiovascular", se?ala el endocrin¨®logo del Hospital Sant Pau de Barcelona, Alberto De Leiva.
La Federaci¨®n Internacional de Diabetes (FID) advierte de que algunos de estos pa¨ªses se ven actualmente "doblemente afectados", porque al reto que ya les representaba la lucha contra las enfermedades transmisibles se les suma ahora una nueva dolencia que supone unos costes que sus debilitadas econom¨ªas no pueden asumir. La FID apunta, asimismo, que en los pa¨ªses en desarrollo las tasas de prevalencia se est¨¢n disparando en poblaciones relativamente j¨®venes y que muchos de los pacientes acuden por primera vez al m¨¦dico cuando ya han perdido la vista, cuando han sufrido un infarto o cuando ya no hay posibilidades de salvar su pierna de la amputaci¨®n.
Aunque en menor medida que en los pa¨ªses en desarrollo, ¨¦ste es tambi¨¦n un problema en el Primer Mundo, donde se calcula que por cada diab¨¦tico diagnosticado, hay otro que no lo est¨¢, lo que obedece en gran medida a la evoluci¨®n asintom¨¢tica de la enfermedad.
Los niveles de glucosa en sangre aumentan hasta convertirse en t¨®xicos y van da?ando los vasos sangu¨ªneos. El 90% de los casos de diabetes son del tipo 2 y el 10% del tipo 1, que aparece cuando el p¨¢ncreas no secreta insulina.
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