Un adi¨®s militante a V¨¢zquez Montalb¨¢n
Miles de lectores y amigos del escritor desbordan por completo la Universidad de Barcelona
"Tenemos la suerte de ser herederos de la obra y del ejemplo de Manolo", afirm¨® Jos¨¦ Saramago. "Era nuestro referente y ahora tendremos que conformarnos con tenerle como modelo", a?adi¨® Rosa Reg¨¤s. Raimon cogi¨® la guitarra, cant¨® Can?¨® de capvespre, de Salvador Espriu, y puso l¨¢grimas en muchos ojos. Miles de ciudadanos desbordaron ayer la Universidad de Barcelona en el adi¨®s a Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, fallecido el pasado viernes en Bangkok. El paraninfo estaba lleno una hora antes, y en el Aula Magna, en el vest¨ªbulo y los jardines, donde se hab¨ªan instalado pantallas, no cab¨ªa un alfiler. Tambi¨¦n los pasillos y las escaleras estaban a rebosar. El homenaje se convirti¨® en un acto de afirmaci¨®n de los valores de la izquierda.
Por un par de horas, la Universidad de Barcelona se convirti¨® en una catedral laica, como dijo el rector, Joan Tugores, que presidi¨® el acto. Fue una ceremonia sobria, como sobrio era el propio escritor. Los miles de asistentes escucharon las palabras que quer¨ªan o¨ªr, una exaltaci¨®n de los valores de la izquierda, palabras que hablaron de lealtad, justicia, libertad y paz. El absoluto silencio, s¨®lo interrumpido cuando fall¨® el circuito cerrado de televisi¨®n, justo cuando empezaba a hablar el premio Nobel portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago. Silbidos, gritos y carreras para encontrar un lugar mejor, para poder o¨ªr y ver algo, que finalizaron en cuanto fue restablecido.
Se inici¨® el acto con una canci¨®n de George Brassens. Tugores, que calific¨® a V¨¢zquez Montalb¨¢n de "extraordinario y singular", dio la palabra a Saramago. "Lloramos a un hombre que todo cuanto hac¨ªa le sal¨ªa de muy adentro. Su ambici¨®n de retratar un tiempo y una sociedad se acerca mucho a lo que hizo Balzac. Pero somos herederos de su obra y de su ejemplo. Lo m¨¢s precioso de todo es que fue un ejemplo de humanidad y bondad". "Lo m¨¢s triste es que no vamos a tener la palabra de Manolo, sus columnas semanales [en EL PA?S cada lunes]", a?adi¨®.
"Anoche, hablando con Anna y Daniel [la esposa e hijo de V¨¢zquez Montalb¨¢n] y con mi mujer,Pilar, les dije que dedicar¨ªa mi pr¨®xima novela, que estoy acabando, a la memoria de Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n. Pero no lo har¨¦. Se la dedicar¨¦ a Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n vivo", concluy¨® el escritor.
Rosa Reg¨¤s explic¨® que hab¨ªa conocido a Manolo en el patio de letras de la Universidad de Barcelona en 1959. "Desde entonces he seguido su trayectoria, he buscado su amistad". Reg¨¤s, que estaba muy emocionada, habl¨® de las m¨²ltiples facetas de V¨¢zquez Montalb¨¢n, como creador, en la poes¨ªa, el ensayo, la ficci¨®n, y como luchador por la justicia, la igualdad y la libertad.
"Es uno de los creadores m¨¢s grandes de nuestro tiempo, el m¨¢s grande de nuestro pa¨ªs. ?l ten¨ªa lo que Dios s¨®lo concede a los elegidos: una gran capacidad para imaginar y crear mundos y la competencia para hacerlo".
Varias vidas
"Manolo no vivi¨® una sola vida, sino muchas vidas diferentes, y lo hizo sin orgullo, al que ten¨ªa derecho, por ser un ser excepcional", continu¨®. "De todos los Manolos hoy es necesario recordar al hombre que supo leer, analizar y criticar la realidad que nos rodea, una realidad por la que ¨¦l lucho para cambiarla. Desde el franquismo, cuando aprovechaba cualquier resquicio en aquellas barreras ominosas para animarnos en la protesta".
Reg¨¤s, que fue quien m¨¢s se extendi¨®, afirm¨®: "En los tiempos dif¨ªciles siempre he buscado su opini¨®n. Siempre le hemos encontrado cuando lo hemos necesitado. De ¨¦l aprendimos que s¨®lo a trav¨¦s del di¨¢logo y el debate se llega al conocimiento y a la acci¨®n". "Con iron¨ªa, con sarcasmo, con ternura, fue siempre fiel a sus ideas. Supo hacer por Catalu?a, Espa?a y el mundo entero mucho m¨¢s que aquellos que se envuelven en banderas o fabrican ca?ones. No elogio al amigo muerto, sino al hombre que durante 50 a?os repiti¨® palabras de coraje".
Su desaparici¨®n, seg¨²n Reg¨¤s, en un momento d¨ªficil, "cuando la apat¨ªa de la izquierda y el desprestigio de la inteligencia pol¨ªtica quieren convocarnos a la involuci¨®n". La escritora fue interrumpida en este punto por aplausos que duraron varios minutos. "Nos falta su voz. Hemos perdido a nuestro referente y tendremos que conformarnos con tenerle como modelo", concluy¨®.
Raimon habl¨® poco, de su amistad, de c¨®mo era Manolo, pero tom¨® su guitarra y cant¨® la Can?¨® de capvespre, de Les can?ons de la roda del temps, de Salvador Espriu. La dedic¨® a la mujer y al hijo de V¨¢zquez Montalb¨¢n. Su voz potente alcanz¨® todos los rincones de la universidad: "Ha llegado la noche y estoy triste y solitario en la casa de los muertos que s¨®lo yo recuerdo".
Fue un momento m¨¢gico. Las l¨¢grimas asomaron a los ojos tanto de hombres hechos y derechos como de j¨®venes. Los aplausos duraron cerca de diez minutos.
Daniel V¨¢zquez agradeci¨® la presencia de tantas personas en el homenaje a su padre. "A ¨¦l, que era tan t¨ªmido e introvertido le hubiese encantado que estuvierais aqu¨ª". Anna Sall¨¦s, la viuda del escritor, cerr¨® el acto. "Todos os pregunt¨¢is qu¨¦ har¨¦is sin Manolo. Yo me pregunto qu¨¦ vamos a hacer Daniel y yo sin ¨¦l".
'Suspiros de Espa?a'
No fue demasiado ¨ªntima ni privada la ceremonia laica celebrada ayer por la ma?ana en el cementerio de Collserola. C¨¢maras de televisi¨®n, fot¨®grafos... Anna Sall¨¦s, la viuda del escritor, no se molest¨® pese a que desde el primer momento la familia hab¨ªa afirmado que ser¨ªa un acto privado. Dio las gracias a todos: a los que estaban all¨ª, a los que les han enviado faxes y correos electr¨®nicos, a todos los que quer¨ªan tanto a Manolo
El actor Joan Llu¨ªs Bozzo ley¨® el premonitorio poema El cartero ha tra¨ªdo el Bangkok Post, del libro Pero el viajero que huye, que V¨¢zquez Montalb¨¢n public¨® en 1990.
Bozzo era uno de los tantos viejos amigos de Manolo. Juntos trabajaron el el musical Flor de nit, que escribi¨® V¨¢zquez Montalb¨¢n y que puso en escena el grupo teatral Dagoll Dagom, dirigido por el propio Bozzo.
Los asistentes hicieron lo posible por retener las l¨¢grimas. All¨ª estaban Raimon, Joan Manuel Serrat, Eduardo Mendoza, Rosa Novell, Maruja Torres, Pepe Rubianes, Joan Pere Viladecans, Pere Gimferrer, Andreu Mart¨ªn, Claudio L¨®pez Lamadrid. No faltaron los pol¨ªticos: el alcalde de Barcelona, Joan Clos; el candidato a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall; el candidato por Iniciativa Verds, Joan Saura; el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca; el director general del Libro, Fernando de Lanzas; el consejero de Cultura de la Generalitat, Jordi Vilajoana...
El presidente del grupo parlamentario Iniciativa Verds (en el que militaba Manolo), Rafael Rib¨®, pronunci¨® unas breves palabras: "Luch¨® toda su vida por los derechos humanos, por la libertad y la igualdad, mirando siempre hacia el horizonte de la utop¨ªa".
Anna Sall¨¦s habl¨® con la voz entrecortada. "Daniel y yo sab¨ªamos que un d¨ªa llegar¨ªa el mensajero con la terrible noticia, pero no ahora, no tan pronto. No est¨¢bamos preparados. Todav¨ªa nos sent¨ªamos en la traves¨ªa de la juventud. Ahora tenemos que aprender a vivir sin ¨¦l. Tenemos ante nosotros una monta?a y tendremos que subirla escal¨®n a escal¨®n". Anna quiso que se cerrara el acto con m¨²sica. "Con la canci¨®n preferida de Manolo, Suspiros de Espa?a, en la versi¨®n de Diego El Cigala que aparece en la pel¨ªcula Soldados de Salamina, la que m¨¢s le gustaba".
Luego los restos de Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n fueron incinerados.
Babelia
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